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Opinión

14 de Agosto de 2014

Giorgio Jackson: “Yo espero que el Gobierno mantenga la determinación de cambiar las injusticias en educación”

El diputado y ex dirigente estudiantil (RD) dice que hay que separar las impresiones que dejó la última encuesta CEP y mantener la convicción del proyecto original, a pesar del resultado adverso en el sondeo respecto, por ejemplo, de la gratuidad universal. Además, apuesta por comenzar esta semana a perfeccionar vía indicaciones el proyecto que elimina el lucro, copago y selección. "Creo que esa va a ser una buena instancia para acallar ciertos mitos y miedos que se han escondido en las familias chilenas", dice.

Ricardo Ahumada
Ricardo Ahumada
Por

Giorgio Jackson A1

Escéptico y muy crítico de la construcción de las preguntas de la última encuesta CEP, que se conoció el jueves, el diputado por Santiago y ex presidente de la Feuc, Giorgio Jackson, se apresta a incidir en el mejoramiento de la vilipendiada Reforma Educacional durante esta semana.

Desde el martes, cuando se abra la opción para ingresar indicaciones, será a su juicio el momento apropiado para perfeccionar el primer proyecto enviado por el Ejecutivo (que termina con el lucro, la segregación y el copago), y despejar los miedos y mitos que han surgido frente a esa iniciativa.

Ante eso, el ex vocero Confech espera que el Gobierno no dé pie atrás y mantenga con mayor firmeza su determinación por llevar adelante la llamada reforma estructural en educación.

Te sorprendió la indicación que hizo el senador Ignacio Walker, en la comisión de Educación del Senado, que cambia la presencia de representantes de todos los estamentos de la universidad en un consejo por una “consulta participativa”?

¿Sorprenderme? No sé si la palabra es sorpresa. Algo conocemos de las comisiones de educación en la que ha estado en el Senado, cuando éramos estudiantes y también durante este año. Pero lo que sorprende en verdad es la serie de dudas que ha puesto en cuanto a la educación, que son las mismas dudas que tiene la derecha. Eso es lo que sorprende un poco más.

Te digo sorpresa porque la Presidenta, la semana anterior, dio un paso al frente y salió a defender la reforma. Enfrentarse a la reforma ahora es enfrentarse a ella.

La verdad es que no sé de qué habrán hablado en el cónclave, del cual no fui parte. Así que la verdad es que no tengo cómo saber lo que dijeron ni cuál fue la conclusión. Pero al menos una de las cosas que se le concede a esta reforma educacional es controlar estos abusos que han existido y tener una herramienta en el corto plazo para eso, en el caso del administrador provisional es precisamente eso. Hay dos cosas que me preocupan del resultado que salió del Senado, tengo que verlo bien en detalle, pero esto arriesga la posibilidad de llegar a una comisión mixta.

Reafirma entonces la apuesta que hicieron ustedes -junto a Camila Vallejo y Gabriel Boric- de entrar al Congreso y enfrentar esta transformación desde un escaño en el Congreso.

Lo que nosotros hicimos, desde nuestros respectivos espacios, fue una apuesta colectiva en cada uno de nuestros lugares. Sabiendo que iba a ser difícil, que no íbamos a tener nada garantizado, pero sentíamos que no podíamos quedarnos fuera de los lugares donde se estaban tomando las decisiones.

¿Cómo evalúas lo realizado hasta ahora?

Creo que hasta ahora ha sido súper provechoso poder estar en el debate para poner los puntos sobre las íes, para poder reclamar cuando puedan haber ciertos retrocesos o cuando alguna reforma pueda tener algo de gatopardismo. Pero para eso, hasta ahora, hemos estado bien alerta y eso nos permite pensar que los cambios en la educación efectivamente pueden ocurrir. Hay un espacio de oportunidad bien importante y el tiempo va a decir si la apuesta fue exitosa o no.

A propósito de esto, cómo evalúas el debate sobre la reforma. En las últimas semanas se ha notado un ánimo bien confrontacional.

Bueno, hay que diferenciar un poco los debates que se dan en la comisión de educación, donde han habido presentaciones súper destacables, han habido dudas razonables, algunas aprensiones con puntos del proyecto. Y bueno, otras personas que han estado absolutamente en contra por principios ideológicos, que no comparto. Pero el debate a través de los medios, el que ha sido masivo, ha sido súper malo. Ha sido totalmente llevado a la desinformación, a los miedos. En ningún caso ha sido llevado con responsabilidad por parte de la oposición, tampoco con la fuerza y épica necesaria por parte del oficialismo. Nosotros también hemos intentado aportar con un grano de arena con una campaña de difusión, porque creemos que esos principios de no exclusión, gratuidad y término del lucro los tenemos que reafirmar en todo momento.

¿Viste los resultados de la encuesta CEP?

Sí.

Más allá de la polémica por las preguntas, ¿qué te parece que la gente opine que prefiere invertir el dinero que recaude la reforma tributaria en salud, en vez de educación, siendo que fue el movimiento estudiantil el que instaló el tema de una reforma tributaria?

Creo que en la encuesta CEP, que ha sido una de las encuestas metodológicamente hablando más seria que se ha hecho, hay que diferenciar las preguntas que se hacen sistemáticamente, que me imagino tienen la misma validez que han tenido en mucho tiempo, con las preguntas específicas que se introdujeron para al coyuntura del momento. Esas, desde mi punto de vista, están absolutamente tendenciadas. Es distinto el resultado que uno obtiene en función de cómo uno pregunta las cosas. Y por lo mismo, creo que hay materias que yo excluyo de la CEP como resultados válidos. Hay una pregunta, que desde mi punto de vista es la más tergiversada de todas, que tiene que ver con que dice que a los padres se les impide aportar recursos para mejorar la calidad de la educación de sus hijos. Y yo podría encontrar una forma completamente distinta de plantearla y encontraría respuestas al revés, que están de acuerdo. Como por ejemplo: ¿está usted de acuerdo con el que el Estado reemplace los recursos que hoy usted paga como financiamiento compartido? Yo creo que poca gente se opondría a una cosa como esa. Pero la forma de preguntar creo que incide en la respuesta, en una encuesta de estas características.

Pero los encuestados se manifestaron mayoritariamente por más recursos a salud.

Bueno, nos hace ver con urgencia el otro tema importante que queremos abordar con respecto a la inversión en salud, al fondo único versus los seguros privados garantizados por ley, como ocurre hoy con el 7% de las cotizaciones. Entonces, hay mucho que trabajar con este tema, que tiene con mayor sensibilidad a la educación chilena. Educación y salud son los temas que más importan como derechos mínimos.

O sea que hay que valorar cierta información de la encuesta, no toda.

Es que siempre las encuestas traen información interesante. Por eso te digo, la información de lo que se ha preguntado a lo largo de muchos años creo que es información sumamente valiosa, la información sobre las instituciones. Pero las preguntas que se hacen ad hoc, que tienen que ver con la coyuntura, no me tiene sentido referente porque están sumamente tendenciadas.

Pero esto también refleja un tema cultural. Uno de los gráficos muestra que hace ocho años, en 2006, en plena revolución pingüina, 70% apoyaba la segregación socioeconómica y eso retrocedió a 63%. Sigue siendo mucho y es uno de los pilares de la reforma. Eso una pega titánica para el Gobierno convencer a la gente que mezclarse es fundamental.

No creo que sea un objetivo para el Gobierno, es para todo el país para ser un país cuyos principios se basen en la diversidad, la tolerancia y el pluralismo. O sea, el respeto por los demás. Porque probablemente si tú hubieras puesto en esa misma pregunta que tú pusieras a tus hijos con niños de similar condición socioeconómica o mejor, te salga un 100%, y con inferior te salga un 0%. Entonces, depende de cómo se pregunte. Porque aquí no se trata de que el sistema le dé como única opción a los estudiantes que hoy están en campamentos, aquellos que son hijos de privados de libertad o de quienes sus derechos son vulnerados día a día, estar con estudiantes iguales. Estarían, entonces, los que sobran, y todo el resto estaría bien. No podemos creer en una sociedad que se diga democrática y que aspire a la igualdad de oportunidades donde tengamos que destinar a esos niños y jóvenes a ghettos donde ellos se rasquen con sus propias uñas. No creo en un país como ese y espero que entre todos tomemos consciencia de que más temprano que tarde el sistema educacional debe tomar un rol para romper esas desigualdades.

Por eso te decía que es una pega titánica para el Gobierno, porque la reforma tiene tres pilares fundamentales y son justamente los que salen muy debilitados en este sondeo.

Bueno, ahí yo espero que más allá de los vaivenes de preguntas que tendenciosamente se hacen en una encuesta, el Gobierno mantenga la determinación de eliminar estas cosas y que no titubee. Porque una encuesta, con algunas preguntas tendenciosamente fabricadas, no afecte la determinación de cambiar las injusticias que hemos nombrado.

¿Si uno interpreta que la Presidenta salió a defender la reforma, qué falta ahora para que quienes dicen estar a favor de la reforma se plieguen a lo que exigió la Presidenta al ponerse como escudo?

Por un lado, yo espero que el Gobierno mantenga la determinación de cambiar las injusticias en educación. Es sumamente importante. Y en segundo lugar, creo que en el momento en el que se abran plazos para las indicaciones -o sea, el próximo martes- es vital para poder despejar todos esos miedos y perfeccionar un proyecto que sin duda falta trabajar. O sea, creo que esa va a ser una buena instancia para acallar ciertos mitos y estos miedos que se han escondido en las familias chilenas.

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