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Poder

25 de Octubre de 2014

Así nos ven en el mundo: “En la Colonia Dignidad aún conviven víctimas y victimarios”

En una nota de la agencia EFE, publicada en cientos de medios del mundo, se recoge la visión del abogado de las víctimas, Winfried Hempe.

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villa baviera A1

En la Colonia Dignidad, un enclave de nazis alemanes situado en el sur de Chile, aún conviven víctimas y victimarios, afirmó hoy el abogado Winfried Hempel, representante de quienes durante décadas sufrieron maltratos de diverso tipo de parte de los cabecillas del lugar.

“Actualmente los colonos siguen conviviendo con colaboradores de Paul Schaefer”, aseguró a radio Cooperativa Hempel, en cuya opinión el gobierno chilenos debería hacer algo para cambiar la situación en el lugar, que fue empleado como centro de torturas y exterminio durante la dictadura de Augusto Pinochet.

Schaefer murió en prisión en 2010, mientras cumplía condenas por violación y abusos sexuales contra niños y por infracción a la ley de armas, tras el descubrimiento de un poderoso arsenal oculto en el enclave.

Esta semana, por orden del juez Mario Carroza comenzaron en el lugar, a unos 380 kilómetros de Santiago, excavaciones para dar con documentos en los que podría haber información sobre detenidos desaparecidos en la Colonia, de 17.000 hectáreas de superficie.

Fuentes de la investigación no descartan que en la búsqueda, centrada en cinco puntos del predio, también se encuentren restos de desaparecidos.

En ese familiares de víctimas de la dictadura de la zona se manifestaron hoy de forma pacífica en la Colonia para demandar justicia.

En sus declaraciones a radio Cooperativa, Hempel reveló que Friedhelm Zeitner, un exguardaespaldas de Schaefer que cumple en libertad vigilada una condena a prisión, “hoy hace de jefe de seguridad del lugar, merodea de día y de noche, con un perro y con un rifle de aire comprimido”.

Ello, subrayó, supone “un acto inaceptable, que merece alguna revisión de parte de Gendarmería (Servicio de Prisiones), que está a cargo de ese delincuente que no tiene nada mejor que hacer que intimidar a los colonos nuevamente”.

Zeitner “debería cumplir su condena como corresponde y dejar tranquilos a los colonos”, manifestó el letrado, para quien situaciones como esa “se viven a diario en la Colonia, donde se mezclan víctimas y victimarios”.

Otros condenados en libertad vigilada, “dirigen ceremonias religiosas, entregando lecturas bíblicas. ¿De qué estamos hablando si el victimario tiene a sus víctimas al frente y les da sermones y salmos diarios?”, se preguntó Hampel, para quien el gobierno debe poner fin a esa situación.

Respecto de las nuevas excavaciones, Hempel, que vivió hasta los 20 años en el enclave, señaló que hay al menos cuatro puntos sin explorar, uno de los cuales es “un gran reservorio de documentos relacionados de las fichas medicas del hospital donde constarían las torturas y malos tratos”.

También está oculto el registro de entrada a la Colonia, donde aparece cada persona que haya entrado durante 50 años, entre ellos políticos, empresarios, clérigos y detenidos políticos, añadió.

En 2005, fueron encontradas en un búnker cerca de 40.000 fichas que, sin embargo, no contenían datos importantes sobre la represión desatada por la dictadura de Augusto Pinochet contra sus opositores.

También el abogado Hempel criticó que la Colonia, llamada por sus moradores “Villa Baviera” opere actualmente como un centro turístico que alberga fiestas de la cerveza, matrimonios y otros eventos.

“La Colonia Dignidad fue un campo de concentración, un campo de trabajo forzado en el cual fueron esclavizados 250 colonos durante prácticamente medio siglo y transformarla hoy en un centro turístico es un desatino gigantesco”, remarcó.

“Hay turistas que se toman selfies en la habitación de Paul Schaefer, en la que abusaba sexualmente de los niños”, dijo y comentó que “es como poner un McDonalds en Auschwitz”.

“Nadie osaría hacer algo así en Villa Grumaldi o Londres 38”, dijo el abogado, en alusión a otros centros de tortura de la dictadura que hoy son sitios de memoria.

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