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30 de Octubre de 2014

Impunidad policial: El caso de Juan Berríos Urra

Es preocupante que este caso, que llegó a las pantallas de todos los chilenos, vaya avanzando hacia el mismo resultado al que por años han llegado la mayoría de los casos de violencia policial en nuestro país: la impunidad. Pareciera además que casos como este no son prioridad para los fiscales, que no es tan grave que un indigente sea brutalmente humillado y atormentado en reiteradas ocasiones por parte de los cuerpos policiales. La señal, finalmente, es que hay personas que merecen menos respeto que otras, que hay personas que finalmente no son más que ciudadanos de segunda clase.

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En diciembre de 2010, Canal 13 difundió las aterradoras agresiones y torturas psicológicas a las que fue sometido Juan Berríos Urra por parte de carabineros de la 50ª Comisaría de San Joaquín, en los alrededores de la Población La Legua. El reportaje exhibió extractos de videos capturados en el celular de uno de los carabineros involucrados que muestran a Berríos siendo obligado a cantar y a bailar al interior de un vehículo policial. En uno de los episodios registrados los carabineros hicieron creer a Berríos que sería ejecutado en la parte trasera de un radio-patrulla, siendo apuntado con un arma de fuego cargada y amenazado con ser –tal como se oye decir a uno de los policías– “un detenido desaparecido más”. A cuatro años de ocurridos estos hechos aún no se sanciona a los responsables. Al contrario, hasta el momento todo apunta a que los carabineros involucrados recibirán una sanción meramente simbólica.

Luego de ocurridos los hechos, se abrió una investigación en Justicia Militar y otra ante el 12º Juzgado de Garantía de Santiago. En mayo de este año, la Corte Suprema ordenó que la causa se radicara únicamente en el 12º Juzgado de Garantía. Era de esperar que la investigación en justicia ordinaria fuera más acuciosa que en justicia militar, ya que históricamente la justicia militar suele ser sumamente deferente con los uniformados. Sin embargo, de acuerdo a la situación actual de la investigación, hay solamente tres formalizados (en justicia militar eran seis procesados) y la formalización contempla solamente el delito de apremios ilegítimos (en justicia militar contemplaba además el delito de detención ilegal). Adicionalmente, se convocó para noviembre a una audiencia para el cierre de la investigación y para aplicar el procedimiento abreviado. Al parecer, el fiscal a cargo, Víctor Venegas, habría negociado con la defensa de los carabineros pedir la pena mínima (541 días) para dar aplicación al procedimiento abreviado. En resumen: los carabineros ven un panorama mucho más favorable para ellos en justicia ordinaria del que enfrentaban en justicia militar, la investigación está a punto de cerrarse y el fiscal está pidiendo la pena mínima posible.

Es preocupante que este caso, que llegó a las pantallas de todos los chilenos, vaya avanzando hacia el mismo resultado al que por años han llegado la mayoría de los casos de violencia policial en nuestro país: la impunidad. Pareciera además que casos como este no son prioridad para los fiscales, que no es tan grave que un indigente sea brutalmente humillado y atormentado en reiteradas ocasiones por parte de los cuerpos policiales. La señal, finalmente, es que hay personas que merecen menos respeto que otras, que hay personas que finalmente no son más que ciudadanos de segunda clase.

Toda esta situación es aún más grave si se pone debidamente en su contexto. El caso de Juan Berríos se suma a decenas de denuncias de violencia policial de las que han sido víctimas pobladoras y pobladores de La Legua, en el marco de lo que se ha llamado el “plan de intervención” que se ejecuta en ese territorio desde hace 13 años. ¿Qué es lo que pueden esperar entonces las legüinas y legüinos que han sido y siguen siendo víctimas de violencia policial? Nada más que observar como sus derechos siguen valiendo menos que los del resto.

*Comité de defensa y promoción de derechos
humanos de La Legua

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