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19 de Noviembre de 2014Revelan archivos de la CNI que dan cuenta del feroz espionaje a los chilenos durante la dictadura
Entre las láminas y documentos encontrados, hay informes de agentes que hacían seguimientos a personas y a dirigentes civiles y sindicales, lo que, según dice la Fundación Salvador Allende, demuestra que la represión estuvo también dirigida a la sociedad civil y no sólo a los políticos de oposición. También se reveló que la CNI contaba con millones de dólares para operar.
La Fundación Salvador Allende y la organización “Londres 38, Espacio de Memorias”, revelaron hoy el contenido de 429 documentos desclasificados de la CNI que evidencian la extensa red de vigilancia a la ciudadanía chilena durante la dictadura de Augusto Pinochet.
Entre las láminas y documentos encontrados, recoge la agencia EFe, hay informes de agentes que hacían seguimientos a personas y a dirigentes civiles y sindicales, lo que, según los representantes de la Fundación, demuestra que la represión estuvo también dirigida a la sociedad civil y no sólo a los políticos de oposición.
“Había control y vigilancia permanente sobre sindicatos, juntas de vecinos o poblaciones. De ello se deduce que lo que le sucedía a las víctimas de la represión también le ocurría al resto de la sociedad a través de la acción de estos aparatos de represión”, sostuvo el periodista y actual miembro de la fundación Londres 38, Libio Pérez.
“Al contrario de lo que el dictador dijo durante todo el tiempo, estos documentos desvelan que la CNI no era una agencia clandestina sino que dependía directamente de la Presidencia de la República a través del Ministerio del Interior”, apuntó Miguel Lawner, arquitecto y miembro de la Fundación.
Los documentos, que permanecían escondidos entre el techo falso y el altillo del antiguo cuartel general de la CNI, en calle República, fueron descubiertos por miembros de la Fundación durante tareas de restauración del inmueble en 2005, cuando le fue entregado para convertirse en su actual sede.
“Si no hubiéramos decidido levantar el cielo jamás lo hubiéramos descubierto. Es por eso que creemos que alguien lo escondió allí para que fuera encontrado más tarde”, explicó Miguel Lawner.
La mayor parte del hallazgo fue incautado ese mismo día por la Policía de Investigaciones y luego entregado al juez especial Hugo Dolmetsch, que investigaba casos de violaciones a los derechos humanos.
“Estamos hablando de una documentación cuantiosa de la que hoy nosotros hacemos pública una parte -alrededor de un 10 % de la totalidad de este archivo de la CNI- y creemos que es importante seguir exigiendo que se haga pública la totalidad del archivo que, después de 10 años, sigue en manos de la justicia”, reclamó la coordinadora de Londres 38, María José Pérez.
Según Lawner, que todavía no se hayan devuelto todos los documentos a la Fundación, que no tuvo tiempo de revisarlos, demuestra que “aún subsiste el complejo de no agraviar a las fuerzas armadas más allá de lo que se estime necesario”.
Agregó que “la transición de un régimen dictatorial tan monstruoso no debe admitir justicias mínimas y no debe tolerar que se oculte la verdad”, por lo que exige que la justicia aclare porqué se está tardando tanto en devolver estos documentos a la sociedad.