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Poder

4 de Diciembre de 2014

¿Ideología o clasismo? La distancia entre los empresarios y el ministro Arenas

La tesis, la plantean desde el gobierno, y se basa en el hecho de que a diferencia de sus antecesores, el círculo del jefe de las finanzas públicas siempre ha sido de clase media. Empresarios responden que la distancia no es por ideología o por el origen de Arenas, sino que por la reforma tributaria y porque al ministro le falta carisma.

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alberto arenas A1

Hay una cosa de clasismo, además de ideológica, para explicar la distancia que se aprecia entre el ministro de Hacienda, Alberto Arenas y lo empresarios, advierten desde el gobierno y del equipo de Teatinos 120, según consigna el diario La Segunda.

El jefe de las finanzas públicas se encuentra en el ojo del huracán, en un año marcado por la reforma tributaria y una economía desacelerada, que ha ido aumentando el pesimismo entre la ciudadanía según datos que arrojó la encuesta CEP, y es en ese sentido que hoy más que nunca se nota la poca sintonía que hay entre Arenas y los empresarios.

La publicación señala que esto se entiende porque desde su estudios secundarios, en el liceo experimental Manuel de Salas, Arenas se ha movido en un círculo de clase media, a diferencia de sus antecesores, Andrés Velasco, Nicolás Eyzaguirre, o Eduardo Aninat, quienes estudiaron en colegios como The Grange y el Verbo Divino, codeándose desde la adolescencia con la élite de la derecha y de los empresarios.

Los empresarios son clasistas, estudiaron todos juntos o sus hijos son compañeros de colegio”, dice -según La Segunda, un alta fuente de gobierno, que agrega que de esa forma llegan a Hacienda, a través de las redes.

De todos modos, desde el mismo Ejecutivo plantean que el ministro debió haber cultivado esas redes, pero que su estilo es otro, más bien hermético, como cuando era Director de Presupuesto en el primer gobierno de Bachelet.

En todo caso -sigue la publicación-, Arenas defiende su forma y mantiene sus convicciones de que se pueden hacer los cambios necesarios sin ese lobby con la elite. Además -aseguran- espera que vayan emergiendo empresarios modernos, que crean más en la meritocracia que en las redes.

El empresario Roberto Fantuzzi no adhiere a la tesis del clasismo, y asegura que la distancia entre Arenas y el empresariado no es por una cuestión de formación, de ideología o de clasismo, sino que se trata de que el ministro no “se vende bien”, que no tiene carisma, que le falta esa cosa argentina de convencer a tal punto de ser capaz de vender arenas en el desierto.

Según el presidente de la Asociación de Emprendedores de Chile, Juan Pablo Swett, las razones se deterioraron mientras se tramitaba la reforma tributaria.

“Fueron dos o tres meses de peleas, de una batalla ideologizada súper potente contra los empresarios, y que luego de eso empezó el diálogo”, dice Swett.

 

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