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Opinión

10 de Diciembre de 2014

Guillermo Tagle, presidente de Icare: “Muchas de las reformas se hacen teniendo en cuenta el rating”

Es el Director Ejecutivo de IM Trust y presidente del Instituto Chileno de Administración Racional de Empresas, y hace dos semanas presidió la Enade 2014. En esa oportunidad sus principales críticas fueron hacia el año de reformas en un escenario de desaceleración, particularmente frente al último proyecto del gobierno, la Reforma Laboral que busca fortalecer el rol de los sindicatos en la negociación con las empresas. En entrevista con The Clinic Online, el ingeniero comercial de la Universidad Católica profundiza sus reparos ante lo que él considera que "rigidiza el mercado"

Melissa Gutierrez
Melissa Gutierrez
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Es el Director Ejecutivo de IM Trust y presidente del Instituto Chileno de Administración Racional de Empresas, y hace dos semanas presidió la Enade 2014. En esa oportunidad sus principales críticas fueron hacia el año de reformas en un escenario de desaceleración, particularmente frente al último proyecto del gobierno, la Reforma Laboral que busca fortalecer el rol de los sindicatos en la negociación con las empresas. En entrevista con The Clinic Online, el ingeniero comercial de la Universidad Católica profundiza sus reparos ante lo que él considera que “rigidiza el mercado”

En Enade criticó que la Reforma laboral no se centrara en la creación de empleos en vez de fortalecer el sindicalismo.
En Chile hace muchos años que se viene discutiendo las dificultades que tiene el mercado laboral por temas de rigideces, que al final se transforman en efectos en la productividad. Entonces los típicos temas que justamente afectan a los que necesitan más flexibilidad, que son los jóvenes y las mujeres. Entonces el mercado laboral siempre puedes dividirlo entre la gente que está trabajando en empresas formales; la gente que está trabajando en empresas que son más frágiles, más chicas; los independientes y después un montón de gente que no logra insertarse en el mercado laboral. Lo que lamentablemente pasa siempre es que la representación de los liderazgos, normalmente están estructuradas en base a gente que está trabajando, que participa en organizaciones formales, que tiene sindicalización. Entonces ese es básicamente el tema que cuando lo pones arriba de la mesa pones siempre el énfasis en mejorar los derechos de los trabajadores de los que están empleados y están organizados y quieren tener mejores condiciones, y puedes perfectamente hacer las dos cosas.

¿Cómo cree que afecta esta reforma en un contexto de desaceleración?
Cuando se producen condiciones en que se empieza a desacelerar el crecimiento, en realidad empieza a afectar el empleo y hay una sensación de que va a venir una reducción de personal en distintas empresas porque menos inversión, claramente se afecta. Otro punto es que en realidad para proveer y producir buenas condiciones laborales, lo mejor es el pleno empleo. Cuando hay pleno empleo los trabajadores pueden darse el gusto de mandar a cambiar a la empresa si no les paga lo que quiere. Y de hecho pasó en Chile el año pasado, tuvimos cifras de pleno empleo. Hubo competencia en el mundo agrícola: llegaba una empresa y ponía un camión en una plaza con un aviso ofreciendo más que el otro. Y así hubo anécdotas de ese tipo que se empezaron a levantar gente. La minería que vino a las regiones del sur, que normalmente trabaja en el mundo agrícola, porque les iban a pagar mejor. Movilidades de ese tipo se producen cuando hay escasez de mano de obra y los trabajadores se dan el lujo de elegir quién los trata mejor, quién les paga mejor. Y ese es lejos la mejor protección para la legislación laboral. El principio fundamental de la legislación es que la fuerza del empresario es mucho mayor que la fuerza del trabajador individual y por eso hay que protegerla. Pero si estuviéramos en un estado de pleno empleo la verdad es que el problema se produciría al revés. Y en periodos de auge, de crecimiento, esas cosas pasan. En Chile ha pasado.

Con mayor inflación y menor crecimiento ¿cree que es un mal momento para una Reforma Laboral?
Claro, la verdad es que hay gente que ha dicho que esperemos a que hayan mejores condiciones. Yo creo que cuando se trata de mejorar las condiciones del mercado laboral, si lo haces con esta perspectiva más amplia, puede ser atemporal. Si vas a hacer una reforma centrada en fortalecer la capacidad de negociación del grupo que está empleado, y no haces nada de lo otro, a lo mejor lo único que puedes provocar es que la gente se ponga más reticente a contratar. Porque efectivamente cuando a ti se te complica la regulación del mercado laboral, empiezas a buscar maneras de sustituir y tener equipos menos numerosos de trabajadores. Empiezas a tratar de mecanizar más, entonces efectivamente una regulación más proclive a “rigidizar” el mercado laboral inhibe la contratación.

¿Por qué?
Es objetivo. Si crece la potencialidad de tener conflictos laborales, tienes que tener más precauciones y más cuidados. La regulación laboral se puede mejorar siempre, pero el problema es que se haga con esta amplitud de mirada. Por ejemplo, hay un elemento clave que es si tú fijas el salario mínimo por jornada o por horas. El sistema americano lo fija por hora y funciona sobre la base de que tú eres libre de usar las horas que convengas cuando convengas. Y que cada uno contrate las horas que le acomoden y en los horarios que le acomoden a ambas partes. Obviamente que mucha gente que está trabajando lo debe ver como una amenaza de que te achiquen la cantidad de horas, pero cuando ya lo echas a andar te das cuenta que puedes estar en dos o tres partes al mismo tiempo registrado y vas llenando tu jornada. Ese formato es súper usado en Estados Unidos y te da una libertad también. Todo ese tipo de cosas en Chile tenemos una resistencia total a discutirlas y yo creo que en gran parte es porque el centro de la discusión está en este primer grupo de gente que está trabajando, que tiene probablemente los mejores empleos, la mayor estabilidad laboral, la capacidad de organizarse y el otro grupo va quedando desprotegido.

¿Entonces comparte la crítica de Andrés Santa Cruz de que estamos viendo reformas orientadas “a los que gritan”?
Ese planteamiento es consistente con lo que yo te estoy diciendo. Todo este grupo de estudiantes que buscan trabajo por primera vez, las mujeres que son madres, todo ese grupo que tiene menos protección no están representados en las grandes organizaciones laborales. Por lo tanto no tienen voz y se puede hacer una regulación que simplemente no los considera. Por ejemplo, a los jóvenes que están saliendo de cuarto medio, que para ellos sería súper bueno un sueldo mínimo gradualizado. Porque a lo mejor $250.000 para un chiquillo que está saliendo de cuarto medio sería un súper buen sueldo pero a lo mejor no encuentra trabajo, y a lo mejor por $150.000 sí. Y si está saliendo del colegio feliz de ganarse 150.000. Pero ellos no están representados ni están en las mesas de negociaciones de salario mínimo ni Reforma Laboral. Entonces es válido el argumento de que muchas de las reformas se hacen teniendo en cuenta el rating de quién tiene más visibilidad en lo que se está planteando.

¿Cómo ve que afecte la relación entre lo público y privado estas reformas?
Nosotros hemos estado discutiendo la definición de en qué ámbito de cosas se involucra el mundo privado, en cuál el mundo público y en cuál se involucran ambos. Y parte de lo que ha empezado a generar cierto grado de incertidumbre es que se ha abierto la discusión respecto de si vamos a mantener ese límite donde estaba o lo vamos a correr y vamos a ampliar el espectro de injerencia que tiene el Estado en la actividad económica que estaba relegada al mundo privado. Y desde mi punto de vista, Chile ya movió el límite en algunos aspectos, como es educación. Antes se permitía que lo desarrollara tanto el Estado como privados y en el proyecto de Reforma Educacional se está diciendo que educación dejó de ser una actividad donde vamos a permitir que los privados participen y eso deja a un montón de gente, proyectos e inversiones paralizados. Entonces se abre un campo de discusión en temas como el desarrollo medioambiental, en la explotación de recursos naturales, en las concesiones privadas de autopistas, carreteras, aeropuertos. Si hay o había privados en proceso de hacer una inversión, como en el mundo de la educación, obviamente lo detuviste. Y eso es objetivo. Obviamente el que iba a abrir un colegio en marzo, se detuvo. Todo esos proyectos que están en un área media gris, los inversionistas dicen “sabe, que mejor paremos, veamos cómo se van a definir las reglas del juego y una vez que las conozcamos, decidimos si el proyecto va o no”.

Andrés Santa Cruz dijo rechazar la “caricatura” de los empresarios. ¿Cree que hay una caricaturización del gremio?
Yo creo que lamentablemente se empezó a producir hace por lo menos cinco o siete años y no sólo en Chile, una señal de descontento de la comunidad entera respecto de las empresas. Y obviamente muy alimentado por elegir casos de conductas impropias como emblemáticos y ponerlos encima. Si uno cuenta los casos que han cometido abusos públicos y escandalosos no llegas a ocupar los dedos de las dos manos. Y yo creo que es cierto que ha habido una campaña bastante orquestada de gente bien organizada que ha ido caricaturizando el rol del empresario como un ser que lo único que quiere es ganar plata a costa del de al lado, exprimir al máximo al prójimo y disfrutar solo y que los demás se mueran. Y por el otro lado está el mundo de las empresas con las que uno interactúa diariamente, donde se viste, donde compra, donde trabaja. Entonces es obvio que el mundo de la empresa es básico para que la sociedad funcione y podamos vivir mejor. También lo que veo como positivo es que ha habido un aumento de la educación en la población en cuanto a sus derechos, hay una mayor facilidad para expresar tus disgustos y para la empresa yo creo que también es cierto que le ha pillado medio de sorpresa.

¿En qué sentido?
En el pasado si tú dabas trabajo, entregabas un producto de calidad razonable, pagabas tus impuestos y cumplías las leyes básicas eras un empresario destacado y te ganabas todos los reconocimientos del mundo. Estamos en una situación compleja y por eso en Icare, poco antes que yo asumiera, nos planteamos el objetivo principal de ayudar y aportar a la reconciliación del mundo de la empresa con la comunidad. Por eso invitamos a todos los actores a Enade, para escuchar en primera persona a las principales autoridades del gobierno y el Estado de Chile que le digan al mundo empresarial cosas que a lo mejor no los iban a dejar contentos. Pero creíamos que podíamos de esa manera abrir un diálogo. Y podremos tomar la posta y ver que si la Corte Suprema tiene estos roles y definió públicamente cómo está viendo el tema, veamos ahora la forma de presentar cuál es la perspectiva de la empresa.

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