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Mundo

17 de Diciembre de 2014

Yoani Sánchez: “El castrismo ha ganado” porque Alan Gross fue “un anzuelo que terminó siendo tragado”

La disidente cubana aseguró que la liberación del contratista estadounidense, - en el marco de un intercambio de prisioneros con que se abre el camino para recomponer las relaciones entre su país y Estados Unidos-, fue la culminación de una estrategia seguida por La Habana desde que fue detenido, en cuanto a instalar la tesis del canje y presionar a la Casa Blanca. "Ahora, nos esperan largas semanas de vítores y consignas, en las que el Gobierno cubano se proclamará vencedor de su última batalla", expresó.

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Reconociendo que no esperaba la noticia, la bloguera y disidente cubana Yoani Sánchez aseguró que el intercambio de presos que Washington y La Habana protagonizaron este miércoles fue un triunfo “para el castrismo”, el que fue anunciado como una primera medida para descongelar las relaciones entre ambos estados en miras a retomar la normalidad diplomática.

Con el acuerdo se puso en libertad a tres cubanos del llamado grupo de “Los Cinco” que cumplían condena en EEUU, a cambio de un oficial de inteligencia estadounidense que llevaba casi 20 años preso en Cuba, y de el contratista norteamericano Alan Gross, quien fue detenido en 2009 en la isla cumpliendo labores para la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional.

“Gross sólo era de utilidad vivo y su salud se deterioraba muy rápidamente. Y eso lo sabía muy bien Raúl Castro. De ahí que en los últimos meses le aumentara los decibeles a la propuesta de intercambiarlo por el agente Antonio Guerrero y los oficiales Ramón Labañino y Gerardo Hernández que cumplían largas condenas en cárceles del vecino del Norte. En la medida que el contratista de 65 años enflaquecía y perdía la vista, las campañas oficiales insistían más en el canje. Cuando Gross amenazó con quitarse la vida, las alarmas se dispararon en el Gobierno de la Isla y el cronograma de la negociación se aceleró”, aseguró ante ello Sánchez, en una columna titulada “Alan Gross, el anzuelo que terminó siendo tragado”.

“Barack Obama, por su parte, tenía claro que cualquier cambio en la política hacia La Habana se encontraría ante el obstáculo insalvable de un estadounidense preso por ‘amenazas a la seguridad del Estado’. Ya el propio The New York Times había sugerido el intercambio en uno de sus editoriales sobre Cuba, y la publicación del texto en tan prestigioso diario fue leída como un adelanto de lo que ocurriría. Como en todo juego político, sólo veíamos una parte, mientras en los entresijos del poder se ataban los hilos del acuerdo que hoy acaba de hacerse público”, plantea la bloguera.

En esa linea, la disidente asegura que “para quienes conocemos los mecanismos de presión que utiliza la Plaza de la Revolución hacia sus contrincantes”, la propia captura de Gross “queda como una jugada dirigida a recuperar a los agentes” liberados en Estados Unidos.

“El contratista no fue arrestado tanto por lo que hacía, sino por lo que se podría lograr con él. Era un simple anzuelo y estaba consciente de ello desde el principio. Su delito no radicaba en haberle traído un equipo de conexión satelital a Internet a la comunidad judía cubana, sino en llevar en su bolsillo un pasaporte que lo convertía de inmediato en una pieza de cambio en el tablero de las tensas relaciones bilaterales entre Washington y La Habana”, asevera.

Para Sánchez, “si se revisan los cinco años de cautiverio padecidos por Gross, se verá un estudiado guión informativo con que el Gobierno cubano ayudó a presionar a la administración Obama. Cada imagen que salió a la luz pública, cada visitante al que se le permitió verlo, fueron autorizados con la única condición de que reforzaran la tesis del canje. De esa manera el castrismo ha terminado por salirse con la suya. Ha logrado intercambiar a un hombre pacífico, enrolado en la humanitaria aventura de proveer conectividad e información a un grupo de cubanos, por agentes de inteligencia que causaron daño significativo y dolor con su accionar”.

“El castrismo ha ganado, aunque el resultado positivo es que Alan Gross ha salido con vida de una prisión que amenazaba con convertirse en su tumba. Ahora, nos esperan largas semanas de vítores y consignas, en las que el Gobierno cubano se proclamará vencedor de su última batalla”, sentencia la cubana

“Eliminado el principal obstáculo para el restablecimiento de relaciones, sólo falta saber cuál será el próximo paso. ¿Planea el Gobierno cubano otro movimiento para volver a estar en posición de fuerza con el Gobierno de Estados Unidos? O por esta vez todas las cartas han quedado sobre la mesa, ante los cansados ojos de una población que presiente que el castrismo volverá a ganar también la próxima jugada”, concluye.

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#cuba#EEUU#yoani sánchez

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