Los coletazos del caso Penta: Ernesto Silva y los juegos del trono en la UDI

El tema, confiesan en la UDI, ha estado sobre la mesa en distintas ocasiones, aunque no se ha abordado de manera formal. En medio de la crisis que ha significado el caso Penta -relacionado con aportes irregulares para campañas políticas- para el gremialismo, ya comenzó a surgir la inquietud respecto de la permanencia del diputado Ernesto Silva en la testera partidaria.

Las dudas sobre su capacidad de maniobra se habían manifestado de forma soterrada, pero adquirieron mayor impulso el viernes pasado, cuando el Servicio de Impuestos Internos anunció una querella contra el exsubsecretario de Minería, Pablo Wagner, que incluía a la sociedad “Díaz, Moulian, Silva y Wagner gestores Ltda.” -en la que ambos personeros son socios- por cuatro boletas “ideológicamente falsas” por un total $3,5 millones emitidas al “kioskito” de la UDD por la cuñada de Wagner entre marzo y agosto de 2009.

“Da lo mismo que Ernesto tenga o no responsabilidad ahí, porque los medios lo ponen como rostro del escándalo y es difícil que alguien así de complicado siga dirigiendo el partido en momentos en que hay que salir todos los días a dar explicaciones”, sostiene un parlamentario que asegura que son varios los que están pensando en si es hora de que Silva dé un paso al costado.

En rigor, Silva no está siendo investigado, pero su nombre ha surgido colateralmente en la indagatoria que conduce Gajardo.

Existe un correo que recibió de Carlos Eugenio Lavín el 10 de enero de 2013 pidiéndole explicaciones por un artículo de la ley de Isapres -el holding es dueño de Banmédica- que estaba en discusión; aparece mencionado en una nómina de declaración de impuestos en dos correos, del 4 de mayo de 2010 y del 27 de octubre de 2010, entre el martillero Jorge Valdivia y el entonces funcionario del SII, Iván Álvarez, que desde entonces ya estaba implicado en el Fraude al FUT; y Wagner declaró que estaba al tanto de las boletas truchas con que él retiró utilidades.

Silva ha respondido cada una de las imputaciones. Sobre el email de Lavín adujo que siempre se recibían consultas y que su respuesta, escueta y clara, demuestra que no existía ahí algo raro; de su mención en la correspondencia entre Valdivia y Álvarez, ha dicho que se debe a que por años todo el tema impositivo de la familia estaba en manos de Marcos Castro, contador de Penta y de su fallecido padre, pero que ha revisado sus declaraciones y no hubo ninguna devolución indebida; y respecto de Wagner ha mencionado que no es efectivo que conociera el método de retiro de utilidades.

Con todo, para algunos el sólo hecho de que deba dar tantas explicaciones da cuenta de que su situación “no es sostenible si se quiere salvar lo que queda del partido”. Otras fuentes de la UDI ya mencionan a posibles sucesores como el diputado José Antonio Kast, que habría recibido también fondos de Penta, pero legales.

Cercanos a Silva, en tanto, aseguran que éste no ha pensado en dimitir, y que si alguna vez ha comentado esta posibilidad lo ha hecho preocupado de lo que significaría para el partido la caída de la directiva de las nuevas generaciones.

Desde su entorno destacan, además, que todas las irregularidades que están en la palestra pública corresponden al “gobierno anterior”, es decir, a la administración de Patricio Melero en la presidencia y Víctor Pérez en la secretaría general y que, “curiosamente”, Pérez ha sido uno de los más críticos a Silva.

“No van a poder botarlo, la mayoría lo apoya y si sale va a ser porque él va a querer salir, y eso sería una debacle”, resume un influyente parlamentario.

¿MEDIDAS DISCIPLINARIAS?

Ayer además los “flagelantes” de la UDI que analizan una salida de Silva, entregaron una propuesta que fue rechazada de plano en el comité comunicacional de la mañana, pero analizada en profundidad durante el almuerzo de la dirigencia a la que asistieron, entre otros, los jefes de bancada del Senado y la Cámara -Hernán Larraín y Felipe Ward-, el presidente de la juventud, Felipe Cuevas, y la directiva en pleno, incluido el senador Iván Moreira: adoptar medidas disciplinarias contra los implicados en el caso Penta.

Lo que se planteó aseguran cuatro fuentes consultadas por The Clinic Online -un quinto personero aseveró que no se habló del caso Penta en la instancia- fue la necesidad de “salvar” el partido y para ello se formuló la propuesta de congelar la militancia a todos quienes fueran formalizados en el caso, lo que incluye al ex senador y hombre emblemático de la tienda, Jovino Novoa; y acordar la expulsión en caso de existir condenas.

De proceder la idea podría haber medidas disciplinarias en primer lugar contra Carlos Alberto Délano y Carlos Bombal, a quienes el fiscal Gajardo, en el marco de la investigación de las platas políticas ya solicitó formalizar; Y, además de Novoa, podrían caer Ena von Baer, Iván Moreira, Felipe de Mussy y Pablo Zalaquett, que son los militantes que figuran en la investigación.

Consultado por este tema, Silva arguyó que “tendremos que evaluarlo en su momento de cara a la ciudadanía”.