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Nacional

14 de Enero de 2015

El intento fallido de llevar la Escuela de Música Arcis a la Universidad Alberto Hurtado

Tras la resolución del Mineduc de revocar su reconocimiento oficial y de un semestre en que una treintena de profesores, incluido el director de escuela, terminaron autodespedidos, la escuela que impartía las carreras ligadas a la música salieron a buscar un nuevo hogar. En su primer intento, no tuvieron una respuesta afirmativa de la universidad “jesuita”, aunque el grupo de académicos que lidera la idea siguen buscando con miras a reabrir en 2016. Todo esto, mientras la universidad decide qué hacer con una de las sedes que entregaron en leasing y que desde marzo sólo albergaría a una carrera.

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U. ARCIS A1

Una nueva universidad acreditada donde funcionar. Esa fue la meta que un grupo de académicos de la ex Escuela de Música de la Universidad Arcis se abocó a fines del año pasado, luego de acordar un cierre anticipado del semestre con el plantel y de conocer el resultado del informe de la investigación que llevó adelante el Mineduc, que descartó lucro en el plantel pero instruyó la revocación del reconocimiento oficial exclusívamente de esa escuela.

Con las manos atadas por el fallo del Mineduc y una extensa lista de profesores autodespedidos de la Corporación Arcis, el ex director de esa escuela, Juan Valladares, y un grupo de académicos salieron al mercado universitario a buscar un nuevo hogar. Pero el primer intento quedó truncado. Tras un mes de negociaciones, la Universidad Alberto Hurtado decidió a principios de diciembre no sumar a sus filas las tres carreras que se impartían en la universidad antes ligada al PC.

Sin embargo, la decisión no apagó del todo las intenciones de académicos y alumnos, quienes aseguran seguirán buscando un plantel para una escuela que formó parte de los músicos populares chilenos que han destacado los últimos años en la escena local -como Juanafe, Villa Cariño y La Guacha, entre otros- para albergar a nuevos estudiantes en 2016 en otro espacio.

Octubre rojo

La compleja situación que la universidad enfrentó durante 2014 tuvo uno de sus capítulos más duros en la Escuela de Música. Con la salida de 27 profesores a honorarios, la solicitud de renuncia al entonces director de ese cuerpo académico, la escuela terminó su último mes con dos de los episodios más tristes vividos en la universidad: el retiro de seis de los siete pianos disponibles para los alumnos de esa escuela y la decisión de revocar el reconocimiento oficial por parte del mineduc.

Lo primero ocurrió tras siete meses de deuda por el uso de esos siete pianos, aunque el propietario de ellos decidió dejar uno para no interrumpir el término del semestre de más de 200 estudiantes de Composición, Intérprete instrumental y Canto. Y lo segundo, el mazazo final según sus académicos y alumnos, se firmó un día antes de cerrar un accidentado segundo semestre académico.

En el informe, el Mineduc estimó que ante el retiro de profesores, las largas tomas por parte de los estudiantes y el no funcionamiento de la biblioteca y sistemas de aseo correspondientes a la facultad, la universidad no correspondía el servicio educacional comprometido, lo que le valía la pérdida de reconocimiento oficial.

Semanas antes, el entonces director de la escuela, Juan Valladares, le había propuesto a la universidad terminar el año académico antes con exámenes especiales, para que los alumnos no perdieran más clases y los pocos profesores que las seguían impartiendo quedaran liberados. Y así se hizo, el mismo día que el informe del Mineduc llegó a manos de las autoridades de Arcis.

Sin embargo, un grupo importante de ellos, liderados por el propio Valladares, ya había tomado una decisión: el proyecto de la escuela de música debía seguir, aunque no fuera en Arcis.

“No nos gusta sumar por sumar”

De esa forma el profesor, director de esa escuela desde el año 2010, salió a buscar un nuevo plantel que acogiera el proyecto académico-artístico de las tres carreras que se impartían. En ese proyecto, la propuesta fue presentada a la Universidad Alberto Hurtado durante noviembre, aunque apenas en un mes terminó desechada.

“Lo que nosotros pretendíamos era salvar en otro espacio académico universitario de la Escuela de Música, con todos sus programas académicos. Y eso obviamente necesita de muchos pasos, producir también cambios para poder insertarse en una nueva institución. Pero la idea era mantener el objetivo central, mayoritariamente”, cuenta Valladares.

No era una propuesta fácil, pero básicamente lo que buscaba era aplicar el mismo procedimiento que hizo Arcis cuando aceptó el ingreso de esa Escuela en 2006 a sus filas. Sin embargo, la negativa de la universidad “jesuita” frenó sus intenciones.

“La tarea no era fácil, pero tampoco difícil porque tenemos experiencia. Es un programa que no estamos inventando. Y a diferencia de otras carreras de la Arcis, esta escuela era bastante distinta, en el sentido de que como no parte con la historia de Arcis sino que se inserta el año 2006, ya nosotros teníamos una idea musical y no fue un proceso de creación. Por algo decimos que este proyecto es más nuestro que de la universidad, por lo tanto nos sentimos con toda autoridad moral y académica para llevarnos este proyecto hacia otro lugar”, cuenta Valladares.

La propuesta incluía llevar a la mayoría del personal de la Escuela en la UAH e impartir las tres carreras que se llevaban adelante, con más o menos el mismo cuerpo académico. Sin embargo, la Universidad Alberto Hurtado llegó a la conclusión de que no era lo mejor y que no convenía agrandar su oferta académica de esa forma.

“Desde mi ángulo es complicado que tengas una escuela funcionando y que venga a otra universidad, que tiene sus reglas, sus profesores y sus cosas. Es una situación de lo más complicada que hay porque son estilos distintos, probablemente no todos los profesores pueden pasar y hay distintas formas de admisión. Y bueno, nosotros queremos hacer una cosa seria, no estamos dispuestos a crecer por crecer”, dice el rector de ese plantel, el padre Fernando Montes, sobre este tema.

Consultado por The Clinic Online, el rector de la UAH dice no haber estado al tanto del detalle de las negociaciones, pero confirma que no es el estilo de su plantel agregar una facultad de esa forma. De hecho, relata un hecho similar ocurrido también con otra carrera de Arcis hace unos años atrás.

“Hace varios años vinieron a mí los profesores de Arquitectura que querían cambiar la facultad y yo les dije que nosotros no tenemos arquitectura y que no me parecía que fuera correcto que una universidad traiga una facultad entera. A nosotros no nos gustan las cosas así, de sumar por sumar. Eso me pasó con la Arcis hace varios años, pero en este caso no tengo y no sé qué es lo que proponían porque no alcanzó a llegar a mi escritorio”, dice Montes.

Para Valladares, eso sí, lo de la Universidad Alberto Hurtado no llegó a puerto porque esa universidad “no estaba en condiciones de desarrollar programas artísticos”, aunque señaló que se está trabajando en otras posibilidades, pero que no alcanzarán a ponerse en marcha para este año “dado que los procesos dentro de la instalación de programas académicos en las universidades son lentos”.

Renegociando la deuda

Sin la Escuela de Música, que sigue a la espera de una respuesta por parte del ministerio tras la apelación que presentó la Corporación de la Universidad Arcis para no perder su reconocimiento oficial, el destino de la sede de Huérfanos es aún más sombrío que a fines de octubre pasado.

Sus carreras no son ofrecidas por la Universidad en su complejo proceso de admisión 2015 y de no conseguir un nuevo inquilino para la sede de Huérfanos 1724, la única carrera que funcionaría en ese edificio sería cine.

Esto, luego que la Corporación le hiciera un ofrecimiento a Tanner Leasing -propietaria de ese inmueble y los correspondientes a Huérfanos 1710, 1742 y Riquelme 240 desde junio de 2013- para renegociar la deuda.

Según información a la que accedió The Clinic Online, la Corporación ofreció pagar la deuda en mora de octubre de 2014, prepagar 250 millones en garantía, poner una nueva primera cuota para el 25 de marzo de 2015 y fijar un nuevo plazo de refinanciamiento para ocho años (ver al final de la nota).

Sin embargo, la oferta aún no habría sido respondida, a la espera de nuevas noticias sobre la universidad. A las 12:30 horas de hoy, el Segundo Tribunal Laboral de Santiago recibirá a representantes del sindicato N° 1 de trabajadores de la Universidad Arcis y de la Corporación de ese plantel para resolver la demanda laboral que interpuso contra el plantel y otras 9 empresas relacionadas -Inmobiliaria Libertad, Ical y otras-, para establecer una unidad económica entre ellas.

De esa forma, la universidad contaría con el patrimonio para pagar cotizaciones impagas durante 2014 y sueldos a trabajadores y académicos que se adeudan desde octubre del año pasado. La universidad, independiente de esta decisión, ya se había comprometido con el pago de los sueldos de octubre para mañana 15 de diciembre.

Los hechos, aseguran fuentes al interior de la universidad, revelarían el destino de la universidad para el año académico que se avecina.

LeasingHuerf 1

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