Pentagate: Cristina Bitar recibió platas de Soquimich trianguladas a través de la cuñada de Pablo Wagner

(Fotografía: Universidad Diego Portales)

La conocida asesora comunicacional, lobbista y dueña de Azerta, Cristina Bitar, recibió dinero de Soquimich (SQM) a través de la triangulación hecha por un tercero, en momentos en que era la coordinadora de la campaña a senador en 2009, del UDI Joaquín Lavín por la V Región Costa.

La plata llegó a Bitar a través de María Carolina de la Cerda, quien giró una boleta a SQM -el 21 de julio de 2009- por una asesoría financiera que nunca realizó, por un monto de $ 7,5 millones.

Se sabe hasta ahora que la cifra que favoreció a Bitar habría sido poco más de $ 2 millones. El resto habría llegado a manos de Joaquín Lavín y una tercera persona cuya identidad no ha podido ser confirmada.

La información aparece en la declaración que el ex subsecretario de Minería Pablo Wagner prestó la semana pasada ante el fiscal oriente Carlos Gajardo, en el marco del Pentagate.

Hay que recordar que de la Cerda es cuñada de Wagner y ambos fueron querellados la semana pasada por el Servicio de Impuestos Internos (SII) por la comisión de delitos tributarios. Básicamente, la acción legal establece que de la Cerda emitió boletas a Penta -y a otras sociedades- por labores que nunca ejecutó, cuyos honorarios iban a parar al bolsillo de Wagner, precisamente cuando era la autoridad del ministerio del ramo.

Se sabe hasta ahora que Wagner recibió de Penta unos 42 millones durante dos años, divididos en pagos bimensuales de 3 millones. De allí que será formalizado el próximo 4 de marzo por cohecho y lavado de activos. En tanto los dueños del holding, Carlos Alberto “choclo” Délano y Carlos Eugenio Lavín por soborno e ilícitos impositivos.

Confesión

De la Cerda declaró a fines de 2014 ante funcionarios del SII por las boletas, donde reconoció la emisión de los documentos a Penta en favor de su cuñado: “Yo no presté servicios por estas boletas de honorarios. Las boletas las comencé a emitir a petición de Pablo Wagner, mi cuñado, debido a la confianza que mantenía con él. Yo en ese momento no le pregunté el por qué o el para qué. Desconozco cuál era el inconveniente de Pablo para emitirlas él mismo y jamás le pregunté. Era yo misma quien emitía las boletas de honorarios, según la glosa y montos que me dio por primera vez Pablo y después seguí ocupando los mismos”.

Inquirida por el SII respecto a la boleta de Soquimich, dijo no recordar por qué la había emitido.

Según ha señalado el abogado Gonzalo Medina, quien patrocina a Wagner en el Pentagate, no existe relación entre la boleta a SQM y la recepción del dinero por parte de su cliente.

La situación que enfrenta Bitar y Lavín es compleja, ya que se trataría de dineros que nunca fueron declarados ante el Servel. Tampoco integrados a la contabilidad de Bitar ni de su empresa, ni declaradas en el SII, ya que Bitar no habría girado ni boletas ni facturas para justificar la plata. De allí que Bitar podría ser citada a declarar al Ministerio Público en los próximos días en calidad de imputada, ya que en las cartolas de De la Cerda aparecen los egresos.

Ayer Lavín aseguró que se sentía “moralmente responsable” por la recepción del dinero, pero justificó el hecho: “Desconozco totalmente esta situación, pero quiero ser muy claro: las personas que trabajaron en mi campaña, que fue hace ya varios años, en 2009, lo que hayan hecho, bien o mal, lo hicieron por mi, por ayudar, y por eso me siento moralmente responsable”.

The Clinic Online se comunicó con Bitar y le consultó respecto del hecho, indicó que no haría comentarios y se manifestó sorprendida.

En el Pentagate no es el único aporte político de Soquimich. Aparece otro, también a través de la empresa Reactor, destinado a pagar servicios a la campaña del UDI Pablo Zalaquett, quien ya declaró como imputado.