Coletazos del caso Dávalos: Andrade admite que fue un tremendo error político que implicará alguna pasada de cuenta

“Éste fue un tremendo error político. Así de claro. Esa simpleza de decir que esto fue una reunión entre privados es un error”.

Con esas palabras, el presidente del PS, Osvaldo Andrade, volvió a referirse al caso que involucró al hijo de Bachelet por el crédito de 10 millones de dólares que ayudó a conseguir a su mujer Natalia Compagnon en plena campaña presidencial 2013, en una reunión con el dueño del Banco de Chile, Andrónico Luksic.

El sábado pasado, un día después de que Sebastián Dávalos se viera obligado a renunciar a la dirección Sociocultural de La Moneda para bajarle la tensión al hecho que afectaba a Palacio, el timonel del PS ya se había pronunciado acerca del efecto sobre el relato del gobierno, que tiene que ver precisamente con combatir la desigualdad. Este lunes, después de la extensa entrevista que ayer publicó El Mercurio, donde el hijo de la Jefa de Estado abordó a fondo el asunto, desestimando un actuar imprudente, Andrade insiste en su tesis de que el asunto le pasará una cuenta al oficialismo.

“Cuando la matriz, la impronta, el sello de este Gobierno es la lucha contra la desigualdad y el abuso, y toda nuestra actuación tiene esa connotación, ese objetivo básico ético que le da sentido a la propuesta presidencial, estas cosas evidentemente no ayudan en eso. En consecuencia, yo creo que alguna cuenta se nos va a pasar en el futuro sobre esto. Eso es inevitable”, dijo el diputado a El Diario de Cooperativa.

“Esto no es un problema de prudencia, no seamos tan cuidadosos”, apuntó Andrade, agregando que “éste fue un tremendo error político. Así de claro. Esa simpleza de decir que esto fue una reunión entre privados es un error. ¿Cómo va a ser una reunión entre privados cuando hay involucrada una persona que tiene una alta connotación pública, querámoslo o no? Éste no es un problema de buenas o malas intenciones. Yo no tengo ninguna duda de la buena intención de Sebastián Dávalos, pero los hechos son los hechos. En consecuencia, participar en una reunión de ese tipo fue un error político”.

Más allá del reproche político, Andrade el timonel PS reiteró que no hay “ninguna irregularidad”.

Al respecto, volvió a fustigar a la derecha por su ofensiva, cosa que a su juicio no hicieron en el caso Penta, donde sí hay ilícitos, como fraudes tributarios.

“Si la Alianza (…) estima que hay que recurrir a alguna institución o algún organismo, que lo haga. El Partido Socialista en el caso Penta presentó su querella y vaya que fue una decisión política adecuada. Yo creo que la Alianza debiera intentar hacer lo mismo: recurrir ante quien estime para acreditar lo que ellos entienden que podría ser (…) “debieran haberse querellado también en el caso Penta. Se lo sugerí a la UDI en su momento, pero pareciera ser que cuando se trata de sus propios compinches no hay esa misma voluntad”.

El elástico se estiró demasiado

Tal como opinó el secretario general de la OEA, en entrevista que publicó el domingo El Mercurio, Andrade, dijo que “la semana (de permanencia) fue un plazo que pudo haber acortado (…) La demora permitió que una jauría saliera a decir todo tipo de cosas, incluso contra la propia Presidente, lo que me parece una canallada (…) Desde el momento en que se supo la participación de Dávalos en la reunión con el vicepresidente del Banco de Chile debió haberse tomado una decisión. Ésa es mi opinión, pero quiero ser sincero también: es re fácil decir estas cosas cuando se está desde lejos, más aun desde la comodidad de una clínica (…) Es re fácil ser general después de la guerra”, dijo el ex ministro del Trabajo.

Con todo, y pese a los cuestionamientos, Andrade aseguró que la renuncia de Dávalos “cierra un capítulo que fue un capítulo amargo, desafortunado”.

Las frases cuestionadas

En extensa entrevista que publicó El Mercurio, este domingo, Sebastián Davalos Bachelet, luego de 48 horas de su renuncia, se refirió a fondo al crédito de su mujer y lanzó algunas frases que molestaron, no sólo la derecha, sino que al oficialismo. Una de éstas fue precisamente la que tenía que ver con la prudencia.

“No creo que haya sido imprudente por una razón súper sencilla: si yo trabajo en el mundo privado, como llevaba trabajando mucho tiempo, no puedo estar preocupado de lo que pasa en el Gobierno.

Otra de las declaraciones que llamó la atención tuvo que ver con la rentabilidad del negocio, que como es sabido dejó a la pyme de la nuera de Bachelet una diferencia a favor de 2.500 millones de pesos.

No sé “cuánto es el dinero, porque dejé de trabajar hace más de un año en Caval (…) Yo no he ganado ni un peso”, y ” mi señora tampoco”. “La empresa empresa Caval va a tener que pagar, seguramente, ingenieros, abogados, contadores, oficinas, etc., y después de todo eso, luego del ejercicio financiero va a poder ver cuánto generó de utilidad, si es que se generó”.