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Poder

24 de Febrero de 2015

Caso Dávalos: Carlos Peña asegura que palabras de Bachelet ahondaron las dudas

Para el analista y rector UDP una de los aspectos más inconsistentes en la declaración de Bachelet fue el hecho de que ella dejo entrever que la salida de Dávalos fue un decisión presidencial, lo que dista de las vocerías que ejerció el Gobierno, pasándole la pelota al ahora ex director sociocultural de La Moneda.

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carlos peña A1

“Desgraciadamente las declaraciones de la Presidenta no resultan del todo consistentes con las circunstancias conocidas”, dijo el rector de la UDP y columnista de El Mercurio, Carlos Peña, quien habló con El Mostrador luego de que se conocieran las palabras de Michelle Bachelet en torno al caso que involucró a su hijo y su nuera por el crédito de 6.500 millones de pesos que ambos gestionaron en 2013 con el dueño del Banco de Chile, Andrónico Luksic.

“Al reiterar sus convicciones y las del Gobierno, la Presidenta reconoce tácitamente que la conducta de su hijo las contradijo gravemente, que su hijo y su nuera no estuvieron a la altura de ellas. No lo dice explícitamente –después de todo, se trata de su hijo y su nuera–, pero no cabe duda que sus palabras y su actitud lo afirman”, sostuvo Peña desde Holanda.

Para el abogado, “no hay motivo alguno para dudar de la afirmación de la Presidenta de que se enteró por la prensa. No podía además ser de otra forma. Si lo hubiera sabido antes que la opinión pública, además sin resolverlo oportunamente, estaríamos en presencia de un grave problema político”.

Lo que sí advirtió Peña en las palabras de Bachelet fue inconsistencia respecto de las circunstancias en que se desarrolló todo, que como es sabido, detentó en la salida de Dávalos de la dirección sociocultural de La Moneda siete días después de conocido el caso.

En ese sentido, el analista político dijo que “la Presidenta dio a entender que la salida de Sebastián Dávalos fue una decisión presidencial. Uno de esos casos en los que quien ejerce el poder político debe escoger entre sus deberes y sus afectos, eligiendo los primeros. Ocurre, sin embargo, que en este asunto el Gobierno, a través del ministro del Interior y el vocero subrogante, manifestaron explícitamente que el caso estaba en manos de Sebastián Dávalos. En vez de comunicar oportunamente una decisión presidencial respecto del caso, el ministro del Interior y el vocero insistieron, una y otra vez, que el asunto le correspondía resolverlo a Dávalos. La actitud de esos ministros se contradice con las declaraciones de la Presidenta que ahora insinúa –aunque significativamente sin afirmarlo del todo– que habría sido ella quien adoptó la decisión”.

Además, así como lo han sostenido desde la Nueva Mayoría, como los presidentes de partido Ignacio Walker y Osvaldo Andrade, además de históricos de la Concertación como José Miguel Insulza, el abogado opinó que el elástico se estiró más de la cuenta.

“Un asunto que se estiró por más de una semana, como si Dávalos fuera propietario de su cargo, en la que se insistió hasta el hartazgo que se trataba de un asunto privado, con ministros que se referían a él cuidando no irritarlo y que delegaban en él la decisión final, no se condice del todo con las declaraciones de la Presidenta que insinúa que fue ella la que decidió apartarlo. ¿Acaso se ha olvidado ya la cantidad de veces que el ministro del Interior puso en manos del propio Dávalos (como si el ministro y la propia Presidenta no tuvieran injerencia alguna en el cargo que Dávalos desempeñaba) la solución del problema, estirando así este asunto a más no poder?”.

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