Caso Caval: las réplicas del millonario negocio que tiene en alerta constante a La Moneda

“No sabemos qué podría venir porque en ningún momento Sebastián Dávalos ha puesto toda la información ha disposición del Gobierno”. La frase es repetida en La Moneda frente a cada nuevo detalle que se conoce del millonario negocio de Natalia Compagnon, la nuera de la Presidenta Michelle Bachelet, a través de la sociedad Caval. La empresa, que le pertenece en 50%, mantiene al Ejecutivo en alerta constante y a Bachelet golpeada y dolida.

El oficialismo ha intentado hacer control de daños en la administración pública frente a la especulación inmobiliaria de Compagnon que le permitió comprar un predio por $6500 millones –facilitados por el Banco de Chile- en Machalí y venderlo meses después en $9.500 millones dado el eventual cambio en el uso de suelo que aumentaría el valor del terreno.

En esta línea, en el Ejecutivo se dan sólo dos cosas como ciertas sobre el caso: que no hay funcionarios públicos de este gobierno involucrados y que el Plan Regulador Intercomunal (PRI) de Rancagua -que reúne a a esta comuna, Graneros, Machalí, Olivar, Mostazal y Codegua- no se realizará durante esta administración, pese a que comenzará a ser discutido en noviembre. Admiten que no hay certeza respecto de qué otros antecedentes pueden surgir sobre éste u otro negocio de la nuera de la jefa de Estado.

Fuentes de Palacio aseguran a The Clinic Online, que la inconsciencia original de la pareja Dávalos-Compagnon respecto del efecto de sus transacciones sigue siendo una constante, más allá de la carta de renuncia que presentaron a su militancia en el Partido Socialista.

“En el círculo de Dávalos la teoría es que la culpa de todo es de Rodrigo Peñailillo por no haber ‘contenido’ el conflicto, como si eso hubiera sido posible”, comenta alguien que ha estado al tanto de los problemas para enfrentar la crisis y que asegura que cuando Bachelet afirma que no sabía del préstamo ni de la reunión de su familia con Andrónico Luksic “no miente, se le ocultó información”.

Este “vacío” respecto de las operaciones de Dávalos –Compagnon ha tenido un doble efecto: que la investigación del fiscal regional de O´Higgins, Luis Toledo, sea mirada con temor; y que desde el gabinete se haya instruido a los jefes los partidos oficialistas “no volver a comentar los efectos políticos del caso y frente a cada nuevo dato afirmar que se trata de asuntos que deben ser vistos por la Fiscalía, esa es la instrucción”. En suma, acota un dirigente, “nadie sabe hasta dónde va a llegar esto”.

MACHALÍ
El viernes pasado, José Miguel Urrutia, alcalde UDI de Machalí entregó a la fiscalía nueva información sobre Caval. Se trató, explica a este medio, de datos sobre vínculos de funcionarios de la municipalidad con el negocio de Caval.

En primer lugar, detalla Urruti, está la tasación del terreno que realizó la arquitecta Cynthia Ross Wiesner, -sobrina de Patricio Wiesner, dueño de los predios Santa Elena, Santa Cecilia y San Diego, en Machalí que fueron adquiridos por Caval para su posterior venta- y que además prestó servicios desde 2007 para la Municipalidad de Machalí, teniendo como una de sus funciones realizar propuestas de modificaciones al Plan Regulador Comunal e Intercomunal.

El segundo caso, es el del ex director de Obras de Machalí, Jorge Silva Menares, quien hoy se desempeña en Finanzas, y que tuvo contacto vía correo electrónico con Mauricio Valero, el socio de Compagnon, el 2 de octubre de 2013. En el email le detalló, según publicó CIPER, que “la Seremi propuso una densidad de 60 hab/ha (60 habitantes por hectárea) (…) Posteriormente y según lo que estime el desarrollador, se puede optar a un proyecto DFL-2 donde la densidad aumenta un 25% más llegando finalmente a los 120 hab/ha señalados por usted”,

Según Urrutia, Silva Menares, contra quien está en curso un sumario administrativo, explicó que la comunicación es normal y corresponde a “información pública”.

“Aquí todos sabemos que se debe cambiar el plan regulador en la zona, sobre todo en los sectores cercanos a la carretera del cobre, los inversionistas lo saben y eso va a pasar, ahora o después. Lo que hizo ruido fue que no se nos informara que había existido este email”, relata Urrutia.

EL FACTOR VIAL CONCHA

Otra arista en esta causa es la de Gonzalo Vial Concha, hijo del dueño de Agrosuper, Gonzalo Vial Vial. Se trata de uno de los empresarios más importante de la sexta región y es poseedor de algunos terrenos contiguos a los fundos que adquirió y luego vendió Caval.

Según el mismo Vial contó en una entrevista dada a El Mercurio, junto a la carretera Los Nogales se encuentra un predio que compró en el año 2000 y un año después, adquirió otras 30 hectáreas contiguas a Helga Riffart y Patricio Weisner, la misma pareja que le vendió los terrenos Santa Cecilia, San Diego y Santa Elena a Caval Ltda.

De hecho, el propio Vial reconoció en esa entrevista que, según lo que le señaló Natalia Compagnon, fue el primero en recibir la oferta de esos terrenos. “A mí Natalia me llamó, y me dijo ‘eres la primera persona que llamo para ofrecer esto’. Yo le dije ‘Natalia, no puedo, porque no estoy en condiciones de hacerlo’. Yo creo que el paño es realmente atractivo, pero para una persona que esté sobrada de caja, no para uno que esté corto”, dijo el empresario.

La relación de los Dávalos Compagnon con Vial Concha se remite al menos a unos años antes. Durante la campaña presidencial de 2013, se hizo público que el hijo de la Presidenta y la socia de Caval celebraron su matrimonio en octubre de 2012 en Haras de Callanas, un fundo ubicado en Paine de propiedad del empresario aficionado al rodeo.

Y aunque el propio Dávalos ha comentado sobre la “amistad” que habría entre su matrimonio y el accionista de Agrosuper, ambos se han encargado de marcar distancia. Sobre todo porque existe la tesis de que Vial Concha los dateó sobre la existencia de los terrenos y su potencia..

Aún así, Dávalos aseguró hace dos años -cuando todavía era gerente de proyectos de Caval- que no son amigos y que al empresario “lo he visto una sola vez en mi vida en una reunión. Yo no trabajo con él, y no veo ningún proyecto con él, y para mí es Gonzalo Vial Concha, no el hijo del dueño de Agrosuper”.

En la misma línea, Vial señaló el viernes pasado que “a don Sebastián (Dávalos) una vez lo he visto, no lo conozco. Ella (Compagnon) me hizo asesorías directas. Yo tengo respeto, porque tuve una buena relación. No hemos tenido relación comercial hace algún tiempo ya. Alguna vez un ‘oye, necesito si me puedes conseguir un sombrero para un hijo para el 18 de septiembre’”.

Sin embargo, hay otra persona que une las historias de Vial y Dávalos. Se trata de Herman Chadwick, el síndico encargado del convenio judicial preventivo entre Caval y Agrícola Weisner, la sociedad propiedad del matrimonio Weisner-Riffat que puso en venta las 44 hectáreas de los predios en Machalí.

Chadwick, actuando como síndico de esa operación, fue quien recibió la oferta de Mauricio Valero -socio de Natalia Compagnon en Caval Ltda- y quien finalmente ejecutó la venta del terreno con el crédito aprobado del Banco de Chile.

Pero además, Chadwick operó como asesor de Vial Concha durante el año pasado en las conversaciones con la banca para renegociar sus pasivos. Vial maneja desde inversiones La Estampa sus dos grandes empresas: Graneles de Chile -la mayor importadora y distribuidora de granos para industrias de salmones, cerdos, pollos (como Agrosuper) y otros; y Vitra, una de las empresas más importantes del mercado de fertilizantes en el país.

Sin embargo, el año pasado comenzó a renegociar con la banca deudas por 200 millones de dólares, para lo que contrató a Chadwick. Según Vial, fue el mismo síndico quien le contó que el negocio de Caval se había concretado.

“Yo creo que lo supe cuando conocí a Herman Chadwick (síndico). Después de todas estas operaciones fue que él me dijo ‘yo pensé que tú ibas a comprar esos terrenos’, los comparte Vialpró tal y tal’”, dijo Vial Concha, quien tiene su centro de operaciones también en Rancagua.

Según el también destacado jinete y criador, el síndico no le ofreció los terreno a él cuando buscaba compradores ya que no tenía relación con él en ese momento. “La tuve después. A fines del año pasado, en septiembre, yo me acerqué a él para que me ayudara a repactar unos pasivos, ya que es síndico, tiene mucha experiencia con los bancos, tiene mucha credibilidad, y yo dentro de mi reorganización dije ‘prefiero contratar a alguien súper profesional, y no improvisar’”, aseguró a El Mercurio.

En esa misma entrevista, la única que ha realizado desde que se le vinculó al caso que obligó a Dávalos a renunciar a la Dirección Sociocultural de la Presidencia, también descartó haber “dateado” a la nuera de la Presidenta ya que, según él, el dato era público y lo veía durante muchos fines de semana en el diario. “Estaba al tanto que había una licitación, pero no participé en nada, porque no estaba en condiciones económicas como para participar. Y nunca supe que ellos estuvieran en eso”, dijo.