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Nacional

5 de Marzo de 2015

Caimanes: el pueblo convertido en “paso fronterizo” y la decisión de Luksic de no derribar el muro del tranque

Sin comisaría ni tenencia de Carabineros en el pueblo, los habitantes alegan un estado de sitio por la cantidad de agentes desplegados, a la espera de que el tribunal de Los Vilos acepte o repruebe el plan alternativo de la minera Los Pelambres. La propuesta de la minera no contempla derribar el muro de contención del tranque El Mauro porque aseguran que ello podría contravenir otras resoluciones ambientales y de la DGA y aportaría con más estanques de agua para asegurar provisión al poblado.

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“Esto parece paso fronterizo. Revisan los autos, no importa las veces que uno entre o salga del pueblo, y acá no pasa absolutamente nada”. Así relata lo que está ocurriendo actualmente Cristián Flores, el vocero de la comunidad de Caimanes que se enfrentó a la minera Los Pelambres y que exige, hace ya varios meses, que se de cumplimiento al fallo de la Corte Suprema de asegurar el libre escurrimiento de agua por el estero Pupío.

“Las tres entradas al pueblo están controladas y piden documentación y además revisan los vehículos y a todas los personas. Ya van dos semanas que estamos en la misma situación, parecemos paso aduanero”, dice Flores.

Para el representante de la comunidad, no hay motivos para que efectivos de Fuerzas Especiales se encuentren apostados en la zona y reaccionen así frente a la demanda del pueblo de que se ejecute el fallo del máximo tribunal.

De hecho, desde el martes una delegación del Instituto Nacional de Derechos Humanos inició una visita oficial a la Región de Coquimbo, para observar la situación que ocurre en Caimanes y otras localidades cercanas, todas del valle del Choapa. El grupo está compuesto por abogados de la institución y estos se reunieron ya con autoridades regionales, para llegar ayer a Caimanes y Cuncumén, donde sostendrían reuniones con diversas organizaciones.

Mientras, una de las rutas hacia el yacimiento lleva bloqueada más de una semana, lo que ha obligado a la empresa a recurrir a la vía aérea para hacer sus traslados. Según relató a La Segunda el dirigente sindical, Luis Ibarra, “se han hecho turnos cambiado” y que “hay trabajadores que llevan más de siete días arriba”.

“No hay ningún motivo más que eso. De hecho, no entiendo por qué tanta represión. Sobre todo porque aún estamos lejos de lo que estamos pidiendo, pero hay que entender bien el tema antes”, explica Flores.

Según Flores, la demora se ha debido -según lo tienen entendido- a que el juez de Los Vilos que debe aprobar el Plan de Obras de MLP está solo y tiene una sobrecarga de trabajo. “Nosotros nunca hemos apurado a tribunales y esperamos que haga su pega. Si tenemos que esperar los tiempos que correspondan, mientras se cumple el fallo”, dice.

Para esos efectos, la minera -de propiedad del Grupo Luksic- hizo su propuesta de obras el 25 de noviembre pasado y, tal como la comunidad de Caimanes, están a la espera de que el juez apruebe total o parcialmente el proyecto propuesto.

Eso sí, el plan que propuso la compañía dista mucho de la primera opción otorgada por el fallo, de derribar parcial o totalmente el muro de contención del tranque El Mauro, según los documentos a los que accedió The Clinic Online. Incluso la minera señala que llevar a cabo esa opción se contrapone con las resoluciones ambientales otorgadas anteriormente a la operación del tranque de relaves.

No se puede derribar el muro

Tal como lo señala el documento de 19 páginas ingresado al Tribunal de Los Vilos (Juzgado), la minera optó por la segunda alternativa detallada en el fallo de octubre de 2014 de la Corte Suprema, descartando la primera que consiste en la demolición del muro de arena del tranque para que el agua escurra libremente por la cuenca hacia el estero Pupío.

Según la empresa, demoliendo el muro se causaría la contaminación inmediata del estero por las aguas que, pasando por sobre el relave depositado en la cuenca, corran aguas abajo, arrastrando consigo el material del relave.

“Ello implicaría un directo incumplimiento de lo ordenado por la misma Sentencia de Reemplazo y causaría un perjuicio ambiental grave para la cuenca del estero Pupío, lo que resulta completamente inconsistente con los fundamentos del fallo de la Excma, Corte Suprema”, dice el documento.

El segundo argumento de la minera es que la destrucción del muro podría provocar un colapso estructural del mismo y su deslizamiento aguas abajo. Según la empresa, dicha ejecución no se puede llevar a cabo legalmente “por implicar una violación de las disposiciones de la resolución RGA 1791 que obligan que, en todo momento, el muro de arenas tenga una altura superior en, a lo menos, 5 metros al nivel del relave en la cubeta y a mantener una separación entre la laguna de aguas del depósito y el muro de arenas, todo ello, con el preciso objeto de evitar que las aguas que se encuentran o corren por la cuenca entren en contacto con el muro de arenas, afectando su estabilidad”.

Según la versión de MLP, derribar el muro implicaría una infracción a las normas RCA 38 y la misma Resoluciuón 1791.

“De esta forma, MLP no puede legal, técnica y ambientalmente optar por la primera alternativa, por lo que las obras que propone a través de este Plan de Ejecución de Obras son las que permitirán lograr fiel y eficazmente el objetivo trazado en la Sentencia de Reemplazo y los considerandos que le sustentan, eso es, permitir el escurrimiento de las aguas que caen sobre la cuenca del Mauro hacia el estero Pupío sin afectar la estabilidad del muro de arena y dando a los habitantes de Caimanes acceso a dicha agua en conformidad con sus usos históricos y libre de contaminación asociada al relave”, dice el documento.

La contrapropuesta de Los Pelambres

Tal como fue señalado en el fallo del 21 de octubre pasado, la Corte Suprema ordenó que la sociedad minera Los Pelambres debe permitir el escurrimiento natural de las aguas del estero Pupío a la comunidad de Caimanes, libre de contaminación de desechos provenientes del tranque de relaves El Mauro.

Para cumplir con esa disposición, la minera le propuso al tribunal una solución para permitir el escurrimiento de las aguas del estero Pupío, más obras destinadas a mejorar sustancialmente el acceso al agua potable para el consumo de los habitantes de Caimanes y para su uso productivo en dicha localidad.

Para eso, la empresa dice que se abocará a reforzar la captación del agua que cae y escurre sobre las quebradas y laderas de la cuenca del Mauro y su conducción hacia la cuenca del estero Pupío; conducir el agua hacia el poblado de Caimanes por la cuenca del estero Pupío, de manera que aquella descienda libremente por un sistema que asegure su mínima pérdida por infiltración o evaporación; controlar y fiscalizar que, en todo momento, las aguas estén libres de toda contaminación asociada al tranque de relaves, mediante información que será certificada por órganos independientes, acreditados ante la autoridad y que informen permanentemente a ésta y al poblado de Caimanes de los resultados de los monitoreos y evaluaciones del agua.

Adicionalmente, se incluyen obras para potenciar el sistema de agua potable rural de Caimanes, habilitándose una planta de tratamiento y un estanque y de almacenamiento que permita su óptimo uso y consumo por parte de sus habitantes.

Según un informe de la DGA citado en el documento, la cuenca del Pupío sólo tiene escurrimiento de agua en temporada de lluvias, sin tener curso de agua permanente y continuo sino que sólo cuando llueve.

Los Pelambres señala que con las autorizaciones dadas para el funcionamiento del tranque y para evitar el contacto del agua que va a dar al estero Pupío, se dispuso la construcción de un sistema de canales de contorno que interceptara, desviara y restituyera las aguas al estero.

La minera consignaque para la operación se ordenó la construcción de un embalse de cola para almacenar 620 mil metros cúbicos, que luego debe ser restituida de acuerdo a las normas fijadas por la DGA para mantener el volumen normal aportado por la cuenca Mauro al cauce del estero Pupío antes de la construcción del tranque.

Además, para operar, las normas mínimas dispusieron un monitoreo mensual de la cantidad y trimestral de la calidad de las aguas. En caso de que alguno de los parámetros revele que arsénico, cadmio, níquel, mercurio, plomo, cromo, hierro, manganeso, cobre y molibdeno supere los existentes antes del proyecto, se deben hacer mediciones semanales. A eso se suman informes semestrales y anuales del monitoreo.

Según la minera, además se hace monitoreo con el Comité de Agua Potable Rural, donde también han suscrito convenios de colaboración para dar apoyo técnico y financiero al programa de mantención, operación y monitoreo de los pozos.

La propuesta incluye captación del agua que cae y escurre sobre las quebradas y laderas de la cuenca del Mauro y conducción hacia la cuenca del estero Pupío. Para esto, Los Pelambres propone -sobre lo ya construido- la impermeabilización de la totalidad de los canales de contorno, en sus 35 kilómetros de longitud, con material que asegure que el agua sea conducida sin pérdidas por filtraciones o evaporación y sin contaminación. De esta forma se podría impedir perder hasta 2 litros por segundo. Además, la empresa propuso la ejecución de obras civiles que complementen los canales de contorno.

Aguas abajo de la estación Romero de la DGA, MLP incluye la construcción de dos compuertas de admisión que permitan conducir el agua hacia el canal.

Junto a eso, se agregaría un sistema permanente, independiente y transparente de monitoreo y control para asegurar que las aguas son restituidas conforma a sus usos históricos y libre de contaminación asociada a los relaves y un sistema de monitoreo en línea y de acceso público de cantidad y calidad de las aguas en diversos puntos de la cuenca.

Finalmente, de manera adicional la empresa propone la construcción de una planta de tratamiento de agua potable para los habitantes de Caimanes, un estanque adicional de almacenamiento de 250 metros cúbicos.

Consultado por la proposición que realizó Los Pelambres, Cristián Flores descartó que esta sea la manera de dar cumplimiento al fallo, señalando que lo que mandató la Corte Suprema, en un fallo inapelable, es devolver las aguas a sus cursos naturales.

“No dice que mitigue con obras el agua que ellos embarazaron. no dice que tiene que hacer canales de contorno, ni pozos de agua. Dice clarito que deben permitir el libre escurrimiento”, señala Flores.

Finalmente, el vocero de la comunidad querellante de Caimanes dice que “actualmente las napas subterráneas son las que ya están contaminadas, donde se tomaron las muestras de agua que tuvo a la vista la Corte para fallar en contra de ellos. Por lo que no corresponde que se dé ‘solución’ de esa forma, cuando eso no es así”.

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