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Mundo

26 de Marzo de 2015

Pregunta existencial: ¿Por qué somos tan crueles en internet?

Los tuits surgieron de inmediato: comentarios despectivos en la red refiriéndose a los 45 apellidos hispanos de pasajeros que volaban en el avión de Germanwings que se estrelló en los Alpes franceses. Hablaban con desprecio de los nombres catalanes, vascos y latinoamericanos. Todos hemos visto esos comentarios desagradables en internet: desde peleas en Twitter hasta respuestas agresivas en Facebook. ¿Por qué la gente se expresa de forma tan agresiva en internet?

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Los tuits surgieron de inmediato: comentarios despectivos en la red refiriéndose a los 45 apellidos hispanos de pasajeros que volaban en el avión de Germanwings que se estrelló en los Alpes franceses.

Hablaban con desprecio de los nombres catalanes, vascos y latinoamericanos.

Todos hemos visto esos comentarios desagradables en internet: desde peleas en Twitter hasta respuestas agresivas en Facebook.

¿Por qué la gente se expresa de forma tan agresiva en internet?

Numerosos ejemplos

Uno de los múltiples casos es el de Zelda Williams, la hija del actor Robin Williams, quien empezó a recibir mensajes ofensivos tras el suicidio de su padre.

Estos incluían fotos retocadas que supuestamente eran del cuerpo del actor.

Caroline Criado-Perez, una activista en Reino Unido que promovía el uso de figuras femeninas en los billetes de libras esterlinas, también fue víctima de mensajes de abuso de distinta naturaleza, incluyendo agresiones sexuales.

“Internet se ha convertido en una especie de alcohol que se alimenta digitalmente, liberándonos de inhibiciones para decirle a extraños cosas que no nos atreveríamos a decirles en persona”, explica Jane Wakefield, la corresponsal de tecnología de la BBC.

Y añade: “La red cambió la naturaleza de los chismes para siempre. Antes, la gente solía compartir este tipo de comentarios con sus vecinos, o sencillamente los espiaban a través de la ventana de su casa”.

Sensación de pérdida

Dave Harte, profesor de comunicación de medios en la Universidad de la Ciudad de Birmingham, en el Reino Unido, cree que las redes sociales le dan a las personas una conexión con otros que es ansiada.

“Tenemos la vaga sensación de haber perdido algo, la idea de hablar con un vecino o la conversación que surge de un encuentro casual”, le explica Harte a la BBC.

“Constantemente estamos tratando de recuperarla, por lo que la presencia digital suele ser una forma fácil de sustituir el encuentro personal”.

Según el docente, incluso cuando la red no era de uso tan extendido como ahora, la probabilidad de que una conversación se tornara agria en la red era alta.

“Las discusiones tenían un patrón similar. Gente con intereses comunes ‘hablaba’ de un tema en particular, pero al poco tiempo, el tono de la conversación era agresivo porque internet le daba la oportunidad a la gente de decir cosas que no se atrevería si tuviera a su interlocutor enfrente”, señala Harte.

Corazón roto

Los trols, término con el que se conoce a quienes realizan comentarios violentos y ofensivos en internet dirigidos a personas particulares, abundan en la red.

Según Wakefield, las mujeres suelen ser proclives a esta actividad.

“Un estudio realizado por la empresa de los cosméticos Dove y Twitter reveló que en 2014 se compartieron más de 5 millones de tuits negativos acerca de la belleza y la imagen corporal.

De esos tuits, cuatro de cinco fueron elaborados, aparentemente, por mujeres”.

Danah Boyd, una de las principales integrantes del departamento de Investigación de Microsoft y experta en el uso de redes sociales, se refirió al tema recientemente en un blog.

“A lo largo de los últimos años, cuando internet pasó de ser un nicho para fanáticos de la tecnología y se convirtió en algo masivo, empecé a ver a mujeres usando la tecnología para degradarse mutuamente”.

“Me ha roto el corazón una y otra vez –agregó- tenemos que reflexionar acerca de lo que estamos compartiendo en público”.

Experiencia personal

Wakefield da testimonio de la interacción digital que pueden tener las mujeres.

Hasta hace poco tiempo fue parte de Maidenhead Gossip Girl, un grupo en Facebook integrado por aproximadamente 8.000 mujeres establecidas en los alrededores del condado de Berkshire, localizado aproximadamente a 20 km al oeste de Londres.

“En un principio no había muchos chismes. Eran sobretodo preguntas acerca de comercios locales, buenos restaurantes y actividades para hacer con los niños en un día feriado y lluvioso”, señala.

Wakefield cuenta que muchos de los comentarios eran positivos, pero que empezaron a surgir discusiones entre las integrantes del grupo.

“Conversaciones inocentes con comentarios sobre una clarividente local, las proezas de un niño de dos años aprendiendo a leer, cuál es el mejor tratamiento para una infección vaginal o dónde comprar una lámpara, terminaron siendo acaloradas discusiones”, recuerda Wakefield.

Y añade: “En algunos de los tópicos había cientos de comentarios, cada uno más malicioso que el anterior”.

“A raíz de esta situación, se formó un subgrupo satírico con un lado oscuro que se burlaba de los comentarios que se hacían en el grupo original y ridiculizaba a sus miembros”.

Wakefield señala que es difícil determinar cuál es la mejor manera de contrarrestar estos ataques en la red, pero quizás pueda servir de referencia la recomendación de Monica Lewinsky, conocida por la relación que tuvo con el expresidente estadounidense Bill Clinton en la década de los 90.

“Compartan comentarios positivos”, dijo Lewinsky en la conferencia de Tecnología, Entretenimiento y Diseño (TED, por sus siglas en inglés) realizada la semana pasada en Canadá, donde participó como una de las ponentes.

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