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Opinión

19 de Abril de 2015

Carlos Irarrázabal: “Me ha tocado ayudar a sanar las heridas dejadas por el pecado de Fernando Karadima”

El sacerdote Carlos Irarrázabal, quien ha dirigido la parroquia Sagrado Corazón, más conocida como El Bosque, desde que fue golpeada por los abusos de Fernado Karadima, contó cómo ha hecho para levantar a la comunidad de la congregación cuatro años después de que el párroco fuese condenado por la Iglesia a una vida de penitencia y oración. También se refirió al estreno de la película de Matías Lira sobre el caso. "Sin duda temo que se reabran las heridas, porque solo la gente que lo vivió conoce la profundidad del dorlor", sostuvo.

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Karadima

El sacerdote Carlos Irarrázabal, quien ha dirigido la parroquia Sagrado Corazón, más conocida como El Bosque, desde que fue golpeada por los abusos de Fernado Karadima, contó cómo ha hecho para levantar a la comunidad de la congregación cuatro años después de que el párroco fuese condenado por la Iglesia a una vida de penitencia y oración. También se refirió al estreno de la película de Matías Lira sobre el caso.

En entrevista con El Mercurio, el párroco que se hizo cargo de la hoy disuelta Unión Pía Sacerdotal y tuvo que apoyar a la feligresía de El Bosque tras el escándalo por los abusos sexuales de Karadima, afirmó que cuando llegó “la situación era la de una parroquia donde hay un cura que ha cometido un pecado gravísimo que sale a la luz, es juzgado y condenado por la Iglesia”, donde la confianza de la comunidad se había perdido.

Sobre el camino para reconstruir los lazos, Irarrázabal asegura que lo “primero es dejar claro que un sacerdote, Fernando Karadima, mete las patas a concho y crea un ambiente personalista en torno suyo. La confianza revienta porque se había puesto en un ser humano que cayó”.

“¡Cuánto quisiera que pidiera perdón!”, dijo el párroco del Sagrado Corazón.

A Irarrázabal le ha tocado reunirse con “las víctimas que sufrieron abusos del padre Karadima, las que sufrieron por el derrumbe en su confianza o en su pertenencia a una comunidad asediada por la prensa”.

“Me ha tocado ayudar a sanar las heridas dejadas por el pecado de Fernando Karadima. La Iglesia no ha querido borrar las huellas porque es imposible borrar las cicatrices dolorosas del pecado”, cuenta y advierte que “esta parroquia ya no es “El Bosque de Karadima””.

Asimismo el sacerdote expresó su preocupación por el estreno de la película “El Bosque de Karadima” de Matías Lira, “sin duda temo que se reabran las heridas, porque solo la gente que lo vivió conoce la profundidad del dorlor”, sostuvo, aunque espera que el tema sea tratado de forma que sirva a la comunidad.

“Han dicho que no quieren hacerle daño a la comunidad ni a la iglesia y confío en que así sea. Está basada en hechos reales dolorosísimos de un sacerdote que está vivo, que hizo cosas que son verdaderas y condenadas por la Iglesia. Espero que el pecado de ese sacerdote sea tratado de tal manera que pueda ser educativo”, dijo.

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