Columnista de The Guardian le da con todo a Sábados Gigantes y Don Francisco

“Sábado Gigante y su conductor son representantes de algunas de las peores formas de la cultura latina, y ambos deberían haber sido rechazados hace años” fue la ácida crítica que vertió sobre el programa que conduce Mario Kreutzberger la columnista del medio británico The Guardian, Aura Bogado.

El comentario de Bogado justo después de que la cadena Univisión anunciara el fin del clásico programa televisivo tras 53 años al aire.

Entre sus argumentos para fustigar el programa, Bogado apuntó al uso de las mujeres como “objetos para el deleite suyo (de Don Francisco) y de la audiencia. Así, por décadas hizo popular el concurso Miss Colita, donde las concursantes deben competir por quién tiene el mejor trasero, espacio en el cual el conductor suele hacer referencia inapropiadas sobre las mujeres”.

La columnista del medio británico también se refirió al trato del animador hacia las mujeres del público, señalando que las agarra de las manos, muñecas, codos o de la cintura, “para hacer comentarios de sus cuerpos”.

“No sé si alguna vez alguna mujer se ha quejado al aire de la insistencia física de Don Francisco, pero él fue demandado por acoso sexual por una ex modelo del show”, agregó.

Discriminación

Bogado no sólo se quedó ahí en sus latigazos hacia Kreuztberger y el programa, también le dio duro por -a su juicio- tratos discriminatorios, citando casos en los que personas enanas, gordas, homosexuales y hasta indígenas, eran víctimas de bromas.

“Uno de los personajes más recurrentes de Sábado Gigante es la Cuatro Dientes, una referencia al estatus social del personaje donde se asume que la gente pobre no puede acceder a la salud dental. Aunque la actriz que personifica a La Cuatro es delgada y rubia, usualmente se dice que es una mujer loca y bruta”, señala.

“Sábado Gigante simboliza una forma anticuada de ver a los latinos y un tipo de comedia que se basa en ridiculizar a la gente por ganar ratings (…) El programa unió a los latinos a través de continentes y generaciones, pero su misoginia y racismo se transformaron en su sello mientras quienes veían el programa superaban esa forma de ver el mundo”, concluyó.