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Nacional

26 de Abril de 2015

Con este documental buscan proteger Caleta Tortel del avance de las salmoneras

Se trata de un trabajo de la organización Oceana en Chile, que se dedica a proteger los océanos del mundo. En 2008 comenzaron a ir a Tortel para realizar expediciones e investigar el fondo submarino. Ahí encontraron una zona “extraordinariamente rica, intacta y muy frágil”, como dice el director ejecutivo de Oceana en nuestro país. Con este documental esperan reforzar la petición que ya realizaron en 2009 de declarar el lugar como Área Marina Costera Protegida de Múltiples Usos, y así evitar que la zona y sus especies sean afectadas por las consecuencias de las salmoneras que buscan instalarse en el sector.

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El año 2008 el equipo de Oceana en Chile comenzó a ir a Tortel para estudiar sus fiordos. Llegaron con buzos y un robot submarino que bajaba a gran profundidad. Lograron realizar cinco expediciones “cubriendo una muy buena parte de los mares de Tortel, desde el pueblo de Caleta de Tortel hasta el Golfo de Penas”, cuenta Alex Muñoz, director ejecutivo de Oceana en nuestro país. Se trata de una organización internacional que busca proteger y restaurar los océanos del mundo. Se encuentran en Europa, Estados Unidos, Canadá, Brasil, Belice y Filipinas, además de Chile, donde pusieron sus ojos en Tortel por ser una “zona extraordinariamente rica, intacta y muy frágil”, dice Muñoz.

Por eso se coordinaron inmediatamente con la Municipalidad de Tortel para realizar una petición para que se declarara la zona como Área Marina Costera Protegida de Múltiples Usos, lo que hicieron en 2009 sin haber recibido respuesta favorable. Por eso estrenaron este documental llamado El Secreto de Caleta Tortel que recalca que el sector “es de los pocos lugares prístinos que se ha mantenido ajeno a la intervención de las grandes industrias”. Su principal amenaza son hoy las salmoneras.

Con apenas un poco más de 500 habitantes y ubicada en la desembocadura del Río Baker, al sur de Aysén, Tortel “es uno de los últimos grandes lugares de la Patagonia que está libre de la salmonicultura”, cuenta Muñoz. Agrega que gracias a las expediciones que hicieron con Oceana pudieron identificar “más de 150 especies y un ecosistema que es único por la influencia que tiene por los campos de hielo y por los ríos. Es un ecosistema que está prácticamente intacto, pero que lamentablemente está amenazado por la intención de empresas salmoneras de instalarse en los fiordos de Tortel”.

Estas aspiraciones, sin embargo, podrían verse afectadas por el proyecto de ley que el Senado respaldó en general y en particular en marzo de este año en primer trámite constitucional y que “amplía de cinco a diez años la suspensión en el ingreso de nuevas solicitudes y el otorgamiento de nuevas concesiones de acuicultura cuyo proyecto técnico considere peces, en las Regiones Décima, de Los Lagos y la Undécima, de Aysén del General Carlos Ibáñez del Campo”, como señaló el Senado. De todas formas, el proyecto no convenció a todos los parlamentarios. El senador Alejandro Navarro, quien se abstuvo, señaló que “ésta es una prórroga de concesión camuflada. Este Senado está al servicio de las salmoneras y me pregunto cuáles son las condiciones que las salmoneras les dan al país y las relaciones de respeto a la reglamentación laboral”.

Para Alex Muñoz es precisamente el trabajo de esta industria la que le preocupa. Después de estudiar el efecto que han producido en la Patagonia chilena, han visto que “ecosistemas muy importantes prácticamente han desaparecido y están muy contaminados por los desechos de las salmoneras, y por el abuso de los químicos, especialmente antibióticos y anti parasitarios”. Muñoz señala que han podido corroborar cómo el paso de las salmoneras va dejando “verdaderas zonas muertas, carentes de oxígeno, llenas de enfermedades. Lo que explica por qué van buscando otros territorios donde puedan seguir realizando su actividad. Pero lo que se puede esperar es que esas zonas vuelvan a sufrir la misma suerte, como Los Lagos, por ejemplo”. Agrega además que los daños producidos por esta industria “demoran años en recuperarse. En la Patagonia hemos visto corales de agua fría muy importantes, pero a la vez muy frágiles, los que quedan completamente cubiertos por una capa de sedimentos de desechos y químicos que vienen de los centros de cultivo”.

Otra de sus preocupaciones tiene que ver con los niveles de antibióticos y antiparasitarios que utilizan y cómo éstos pueden afectar a las personas: “Los antiparasitarios que se usan en Chile son muy tóxicos y dañan algunas especies marinas, a lo que se añade los miles de kilos de antibióticos que se usan en Chile”. El 2013 el Servicio Nacional de Pesca entregó la cifra oficial de antibióticos que se usan anualmente en nuestro país, el segundo productor de salmones en el mundo: 450.700 kilos. En Noruega, primer productor mundial, se usan menos de mil kilos: “La diferencia se explica por las malas condiciones sanitarias en que se realiza esta actividad en Chile”, explica Muñoz. Señala que si bien los estándares internacionales son cada vez más exigentes, el producto exportado de nuestro país logra aprobarlos porque “si bien Chile abusa de los antibióticos, en los últimos meses de vida del salmón deja de suministrarle el antibiótico para que sea eliminado. El problema de eso es que si bien el salmón sale del país sin restos de antibióticos, las bacterias que están en el salmón ya son resistentes y eso puede transmitirse a las personas que lo consumen”.

De hecho durante este mes Oceana sufrió un revés en el tema cuando el Consejo para la Transparencia declinó entregar información acerca de la cantidad de antibióticos que se utiliza por empresa. “Lamentablemente el Consejo no resguardó nuestro derecho al acceso a la información pública y le dio la razón a las empresas para que puedan resguardar su competitividad y no estén obligadas a revelar cuántos antibióticos usan”. Por esa razón Oceana ha recurrido a la Corte de Apelaciones “para que revierta esta decisión y podamos obtener la transparencia que los ciudadanos merecen para saber qué se está comiendo y cómo se está produciendo el salmón en Chile y si es que esto afecta a la salud de las personas y el medioambiente”.

Ya en 2009 Oceana se coordinó con la Municipalidad de Tortel para presentar una propuesta para que la zona sea declarada Área Marina Costera Protegida de Múltiples Usos, “que ayude a desarrollar esta zona en bases a actividades como el turismo y la pesca artesanal y no a actividades destructivas como la salmonicultura”, explica Muñoz. Se la enviaron al Ministerio del Medioambiente ese año y “hasta ahora no hemos tenido respuesta positiva, lamentablemente. Sin embargo esperamos que en los próximos meses se pueda reactivar esta propuesta que cuenta con todo el respaldo de la Municipalidad de Tortel”.

Mientras tanto esperan que este documental, que ya fue estrenado en Caleta Tortel, ayude a convencer al menos a la opinión pública.

El Secreto de Caleta Tortel from OceanaChile on Vimeo.

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