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Poder

15 de Mayo de 2015

Penta: Ex subsecretario Pablo Wagner cuenta toda su verdad tras 52 días en prisión preventiva

La ex autoridad del gobierno de Piñera, formalizado por cohecho, lavado de activos y delito tributario en el marco de la investigación del caso Penta, admite que los pagos que recibió por parte del holding mientras ejercía su labor debieron haberse hecho de otra manera, que visto con la perspectiva del tiempo las boletas de terceros por supuesto que son una irregularidad, pero insiste en que no cometió ni cohecho, ni lavado de activos. Agrega que su relación con los Carlos no se quebró y que un futuro espera volver a ejercer su profesión y que no volvería al sector público.

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Pablo Wagner A1

“No pensé que ese finiquito voluntario comercial que habíamos desarrollado (con Penta) se iba a tomar de mala forma. Creo que Hugo Bravo lo diseñó desprolijamente y que yo cometí el error de aceptar ese diseño, cosa que no debí haber hecho nunca”.

Con esas palabras, el ex subsecretario de Minería del gobierno de Piñera, Pablo Wagner, explica en entrevista con la revista Qué Pasa, cómo comenzó la historia que terminó con él, al igual que otras nueve personas- formalizado por la investigación que desarrolla la Fiscalía por delitos tributarios y presuntos pagos irregulares a campañas políticas relacionado con el holding de Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio, ambos con arresto domiciliario total al igual que la ex autoridad.

Wagner, ingeniero de la Universidad Católica, y a quien se le acusa por haber recibido pagos por parte de Penta mientras ejercía su labor en la actual administración, dice que se enteró del caso “por llamados de periodistas, probablemente a raíz de la filtración de una declaración de Bravo donde me involucraba. En ese minuto se me vino el mundo encima”.

Respecto del finiquito en cuestión, pago que se parceló en cuotas bimensuales, admite que “viéndolo hacia atrás, es evidente que debió hacerse de una vez. En el momento no pensé mucho en eso, porque cuando esto se empieza a ejecutar, que fue a partir de junio, yo ya estaba en el gobierno e involucrado en la tarea ministerial. No lo pensé mucho. Podría haber sido mucho más precavido, pero fue un diseño que establece Bravo y que, obviamente, como había relaciones de confianza desde hace muchos años, uno no lo duda”.

Al ex subsecretario, hechos que arrojó la investigación y que durante la audiencia de formalización el fiscal Carlos Gajardo puso sobre la mesa, se le apunta por haber hecho lobby para que Carlos Lavín entrara al directorio de Codelco, por haber advertido al holding sobre “nubarrones que venían para las isapres” (Penta tiene presencia en el mercado a través de Banmédica y Vida Tres) y por haber participado en reuniones sobre el proyecto minero Dominga, vinculado a Délano, todo mientras recibió los pagos y ejercía su cargo.

Sobre esos puntos, responde que “más que la incompatibilidad, este era un pago de un finiquito comercial, un pago porque yo tuve relación comercial con ellos hasta marzo de 2010 y quedaban recursos pendientes. La forma debió haber sido distinta, pero el pago debió existir siempre como término de un finiquito voluntario comercial”.

Las boletas de su cuñada

Como es sabido, los pagos que recibió Wagner llegaron a través de boletas emitidas por su cuñada María Carolina de la Cerda, algo que también quedó establecido tras la investigación.

“Él (Bravo) propone el diseño y yo lo acepto. La conversación duró tres minutos. Propuso que se hiciera con boletas de un tercero y a tres sociedades relacionadas con Penta”, cuenta, y aclara que ese momento no pensó que era irregular, pero que “visto desde hoy día, por supuesto que es irregular”.

El impacto de la cárcel

“Cuando nos confirmaron que la fiscalía iba a pedir prisión prisión preventiva fue muy duro. Tuve que explicar eso a mis cinco hijos, de entre 9 y 17 años. Unos lloraban de rabia; los más chicos de pena y se abrazaban a mí. Uno de mis hijos me dijo: “Papá. Esto es inentendible. Hay papás que se mueren, papás que tienen enfermedades, papás que pierden el trabajo, pero no que se van presos, ¿por qué?” Eso impacta mucho. Es muy duro que un hijo te pregunte eso”, cuenta Wagner, en relación con el proceso de formalización que terminó con la medida cautelar de prisión preventiva por 52 días en el anexo cárcel Capitán Yáber.

Confiesa además que ante estos hechos, “uno siempre siente vergüenza por el daño que le pueda causar a otros o por cómo pueden sentirse los demás”

Pese a que insiste en que no cometió ni cohecho, ni lavado de activos e insiste en que ni hubo nada irregular en su participación en las reuniones sobre el proyecto Dominga, Wagner asegura que se hace cargo del error de la facilitación de boletas. “Es un error que no se debería haber producido. Lo hemos reconocido siempre. Pero no reconocemos haber tratado de conseguir alguna ventaja desde el punto de vista de devolución de impuestos”.

“Ni antes, cuando yo estaba en Penta, ni antes de que empezaran los pagos, ni cuando asumo como subsecretario supe que había ni el más mínimo interés de la familia Délano de tener participación en la minería. Nunca tuvo participación en el negocio minero, por lo tanto, no se me podía pasar ni por la cabeza. De hecho, yo asumo en Minería con muchas ganas, pero también descarto otras áreas en las que había participado, como la financiera, salud o pensiones, justamente para no generar ningún posible conflicto de interés. Nunca tuve una intervención, porque era un proyecto en prospección. Es absurdo ser cohechado o aceptar un soborno a través de boletas”, subraya.

Sobre la definición de los delitos “hay que dejárselo al proceso. No me voy a pronunciar sobre esos temas”, agrega el ex subsecretario, quien además asegura que nunca se quebró la relación con los Carlos y que para adelante… “espero poder desarrollarme profesionalmente en lo que siempre he hecho: he sido ejecutivo, emprendedor y profesor universitario. Hoy para mí el éxito está mucho más focalizado en mi familia, en que a mis hijos les vaya bien, en sembrar cariño para que después uno coseche amor”, además de asegurar que no volvería al sector público.

“Ya tuve mi etapa, ya pagué mis costos y ya involucré a otros. El costo familiar ha sido fuerte. Uno puede ayudar a su país de múltiples maneras”, cierra.

 

 

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