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Nacional

15 de Mayo de 2015

Profunda condena al asesinato de estudiantes en Valparaíso tras marcha estudiantil

La muerte de dos estudiantes, asesinados por un civil en las inmediaciones de la Plaza Victoria, en Valparaíso, provocó un repudio generalizado y movilizó a miles de estudiantes en velatones simultáneas. El más joven, Exequiel Borvarán, cursaba primer año de Psicología, y el otro, Diego Guzmán, era un conocido militante comunista en Quillota y había terminado este miércoles su práctica profesional. Esta mañana el principal sospechoso pasaría a control de detención.

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Exequiel Borvarán y Diego Guzmán

Un impacto en el cuello de una de las víctimas y dos impactos -uno en el tórax y otro en el abdómen- en la segunda, una jornada de movilización estudiantil que no tenía mayores incidentes terminó con dos jóvenes asesinados en las inmediaciones de la Plaza Victoria de Valparaíso.

Exequiel Borvarán Salinas, de 18 años, y Diego Guzmán Farías, de 24, fueron las dos víctimas baleadas tras un confuso incidente en el que, según testigos, ambos estudiantes rayaban la fachada de un inmueble de tres pisos ubicado la calle Molina y habrían discutido, junto a otros estudiantes asistentes a la movilización en el puerto, con el supuesto autor de los disparos.

La muerte de ambos, confirmada por el director del Hospital Van Buren pasadas las 16 horas, generó el inmediato repudio por todos los representantes de la Confech, Cones y Aces y, durante la misma tarde, de representantes de diversos sectores políticos. En especial, por las ex dirigentes estudiantiles hoy en el Congreso Camila Vallejo y Karol Cariola, quienes además confirmaron que uno de ellos, Guzmán, era militante de sus filas.

Tras la confirmación del asesinato de ambos, el ministro del Interior, Jorge Burgos, rechazó el hecho mediante la lectura de un comunicado en la casa de Gobierno, anunció una querella para buscar al o los responsables del doble homicidio con fiscal preferente y convocó a una reunión de emergencia con las instituciones policiales en Palacio para coordinar medidas al respecto.

“Condenamos todo tipo de violencia. Junto con expresar nuestro más sentido pesar por este hecho delictual de violencia injustificada. Conforme a las primeras diligencias, el presunto autor de estas muertes no tiene vinculo alguno con las fuerzas policiales que se encontraban cerca de la marcha estudiantil en nuestro puerto”, señaló el secretario de Estado.

A esa altura, la aclaración valía la pena, ya que en otros sectores se habían registrado algunos pequeños incidentes con la Universidad de Santiago y otras ciudades donde se llevaron a cabo las manifestaciones.

Exequiel y Diego

Las dos víctimas eran estudiantes. Borvarán, el más pequeño de ambos, estudiaba Psicología en la sede de Viña del Mar de la Universidad Santo Tomás. Era oriundo de Quilpué y fanático de Colo Colo. Uno de sus amigos, que lo acompañaba en la marcha, escribió en su muro de Facebook -poco antes de conocer su deceso- desde el Hospital Van Buren, buscando a familiares para informar la herida de su amigo.

Poco después se confirmó que, tras entrar a pabellón con paro cardiorrespiratorio provocado por la herida de bala, falleció producto de una anemia aguda.

Guzmán, en cambio, falleció poco más de una hora después tras sufrir dos heridas de bala que le provocaron inundamiento completo de la región cardiaca. Habitante de Quillota, era conocido militante comunista. De hecho, había asumido hace pocas semanas la secretaría de las Juventudes Comunistas. Egresado de Técnico en Prevención de Riesgos en el Centro de Formación Técnico Santo Tomás, pocas horas después de su fallecimiento, el rector de ese plantel confirmó a radio Cooperativa que había terminado un día antes su práctica profesional.

Tras la confirmación de sus muertes, en Santiago, en el punto de prensa de evaluación de la convocatoria estudiantil, el vocero de la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (Cones) Ricardo Paredes dio sus “condolencias a la familia de parte del movimiento estudiantil y el movimiento social por la educación”.

“Estamos muy consternados por lo que ha sucedido hoy día en Valparaíso y queremos ser enfáticos. ¿Hasta cuándo los estudiantes de Chile van a tener que seguir exponiéndose a este tipo de situaciones? No existen argucias legales, esto es violencia deliberada en contra de compañeros que estaban dentro de una acción política”, dijo Paredes.

Las hipótesis

Tras el hecho, personal policial se presentó en el lugar y tomó detenido al principal sospechoso, de 22 años, sindicado por los mismos testigos como autor de los disparos. La fiscal preferente del caso, Mónica Arancibia, señaló durante la jornada que permanecería bajo control policial hasta la audiencia de control de detención, prevista para hoy.

“Hablé con él, pero no se le ha tomado declaración; sólo reforcé la lectura de derechos y algunas diligencias menores a las que accedió él personalmente. En este momento está con su defensor”, señaló la fiscal.

Ayer, tras la reunión del comité de emergencia en La Moneda, el general director de Carabineros, Gustavo González, señaló que aún no se encontraba el arma homicida y que el personal barajaba dos hipótesis sobre los hechos.

“Una es la del rayado, por supuesto, o una rencilla personal con personas que pasaban por el lugar. Eso tiene que corroborarse y tenemos que tener evidencia real”, dijo González. Durante la jornada incluso se rebeló un video de una discusión previa a la balacera, donde habría participado el detenido, reclamando por los rayados en su propiedad.

El uniformado agregó que el presunto autor estaba detenido en la Segunda Comisaría de Valparaíso y confirmando que tenía antecedentes por lesiones graves “y algunas detenciones reiteradas”.

A las 20 horas, miles de personas se congregaron simultáneamente en la misma Plaza Victoria, en Valparaíso, y en Plaza Italia en Santiago, en una velatón en memoria de los jóvenes asesinados convocada por los voceros de la Confech, Cones, Colegio de Profesores y los diputados ex dirigentes estudiantiles.

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