El lado B del acérrimo pinochetista Gonzalo Rojas: Su extremo fanatismo por la “U”

Parece ser que no todo es política y defensa a ultranza del conservadurismo y del pinochestismo duro por parte del abogado y profesor de derecho de la UC, Gonzalo Rojas, quien más de alguna vez ha hecho proyecciones apocalíticas de la derecha actual, desmarcada en su mayoría de la figura del dictador.

Resulta que según contó a La Segunda, Rojas, es un fanático hincha de Universidad de Chile, y producto del fervor que le despierta el club laico ha llegado a los golpes.

“Hace mucho que dejé de ir al estadio porque me pegaron dos veces”, relató el confeso ultra conservador.

Rojas revela que en una oportunidad le pegó una diputada socialista.

“Doña Carmen Lazo en los años 70. Yo tenía una entrada que me prestaba mi compañero de curso Máximo Pacheco, actual ministro de Energía. Máximo me prestaba la entrada de su padre que era ministro de Educación. Claro que era muy malo Máximo porque me la quitaba para los clásicos. Yo iba todos los fines de semana a tribuna oficial que quedaba justo arriba de Lazo”, narró Rojas, quien detalló que el incidente se produjo en un clásico con los “indios”.

“Yo no traté muye bien al árbitro y ella estaba un poco hinchada conmigo y me pegó una cachetada”.

“Me decía, ya poh cabro quédate callando, ya poh cabro déjate de decir garabatos, ya poh cabro, y yo dele con el árbitro. Entonces en un momento me dijo ‘te la tení merecida’, y me pegó una cachetada”. Dijo que se quedó callado porque tenía 15 años.

El segundo episodio llegó a través de la agresión de un azul, dijo, pues “yo soy muy crítico de mis jugadores”. Fue un pape fuerte, recuerda.

Después de esas dos oportunidades, contó que estuvo a punto de ponerse a pelear con un grupo de colocolinos en medio de un partido de Chile en el Mundial.

“Entró Pepe Rojas, que para mí es mi capitán y los gallos de al lado eran todos indios. Y lo comenzaron a criticar y en un momento les dije que dejaran tranquilo al capitán del mejor equipo”.

“Me tenían inflado, yo estaba con mi cervecita viendo jugar a Chile (…) Yo les dije que no iba a aceptar que a mi capitán lo maltraran. Y estuvimos ahí. Los mozos tuvieron que intervenir”.

“Como bueno indígenas que eran, eran incapaces de reconocer la capacidad futbolística”, insistió.