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Poder

22 de Mayo de 2015

La indefinición que “lleva al alargue” a la Nueva Mayoría para elegir el mecanismo de una nueva Constitución

En un discurso sin grandes anuncios y limitándose a revisar los logros y el apego al programa “con la palabra empeñada”, la Presidenta evitó una definición sobre el mecanismo para la nueva Constitución pero señaló que será un proceso equilibrado entre la incidencia real de la ciudadanía y un “Acuerdo Político Amplio”. La ausencia de un anuncio, a cuatro meses de comenzar el proceso, dejó a los sectores más moderados de la Nueva Mayoría más contentos y a los parlamentarios que buscan una Asamblea Constituyente y Plebiscito vinculante con gusto a poco.

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Sin precisar claramente el mecanismo por el que se llevará a cabo, el “Proceso Constituyente” anunciado en cadena nacional hace más de tres semanas por la Presidenta Bachelet fue quizás el tema que se robó más la atención del segundo discurso del 21 de mayo de su segundo período presidencial.

En una cuenta pública que comenzó y terminó con referencias a la dura crisis institucional de las instituciones políticas tras los casos Penta y SQM, y que no tuvo grandes anuncios para reencantar a la ciudadanía, la presentación de la Presidenta dio luces sobre una nueva carta fundamental refrendada ante la ciudadanía, pero sin especificar si éste se hará mediante una Asamblea Constituyente, una comisión de expertos o una comisión bicameral del Congreso.

De esa forma, y aún cuando la Mandataria señaló que el proceso se debe llevar adelante con un “un equilibrio adecuado entre una participación ciudadana realmente incidente y un momento institucional legítimo y confiable”, y que además debe ocurrir “en el contexto de un Acuerdo Político Amplio, transparente y de cara al país”, la indefinición dejó a la mayoría de los parlamentarios que abogan por una Asamblea se declararon escépticos y a los menos convencidos de un cambio constitucional más contentos.

Ante el recuerdo de que faltan cuatro meses para que se inicie, con otro plazo autoimpuesto por la Presidenta, los partidos reaccionaron con lo que pudieron y entendieron que, mucho antes de sacar conclusiones, los próximos meses serán claves para imponer los términos en que se escribirá la nueva Carta Fundamental.

Los matices de la Nueva Mayoría

De hecho, poco sirvió citar a Camilo Henríquez con frases como “el pueblo siempre tiene derecho de rever y reformar su constitución” y “una generación no puede sujetar irrevocablemente a sus leyes a las generaciones futuras”, ya que justamente los parlamentarios que integran la bancada constituyente se quedaron en destacar el carácter “incidente” y otros sencillamente criticaron la vaguedad de los términos.

“Creo que la Presidenta ha sido tremendamente clara y contundente en la cuenta”, dijo la ministra de Justicia, Javiera Blanco, destacando que el proceso tendrá una combinación de un proceso participativo e institucional.

“Más que quedarse en la crítica, superemos eso, porque lo que ha hecho la Presidenta es invitarnos a participar en ese espacio para poder discutir sobre la nueva Constitución”, dijo la secretaria de Estado.

Por su parte, el presidente del PPD, el senador Jaime Quintana, valoró los conceptos, pero advirtió que el llamado “acuerdo político amplio” no debe obstaculizar la creación de una nueva Constitución sino que, por el contrario, tiene que ser para avanzar.

“Aquí va a haber un proceso constituyente que ella espera sea con el máximo acuerdo y lo más importante es que va a ser participativo y donde la gente va a tener un papel incidente”, dijo Quintana, agregando aún no se puede descartar la Asamblea Constituyente porque a su juicio “creemos que es lo que mejor permite reconectar y recuperar la confianza hoy en Chile, pero al mismo tiempo trazar un camino donde los chilenos se sientan más integrados, incorporados, y no este clima donde los abusos son los que muchas veces predominan”.

En esa misma línea, el presidente Jorge Pizarro dijo que la Presidenta “hizo lo correcto y lo que tenía comprometido, que es lisa y llanamente decir que vamos a abrir un debate y una discusión ciudadana dentro de la institucionalidad y eso es lo que corresponde”.

“Para eso se requiere un gran acuerdo político y yo espero que nadie se reste. A mí lo que me gusta es un cambio a la Constitución, pero ese cambio tiene que ser producto de un gran acuerdo. El método o la forma, no importa mucho”, señaló el senador por Coquimbo. Su antecesor, el también senador Ignacio Walker, fue uno de los más contentos con el discurso y declaró que había sido esperanzador y que pone al Gobierno “en un nuevo y buen pie”.

Por otra parte, la nueva presidenta del PS, Isabel Allende, lamentó que la Mantaria siguiera hablando del tema en términos generales y “no especifica el mecanismo”, porque, según ella, la ciudadanía no lo tiene muy claro.

“Para nosotros, lo más importante son los contenidos que tenga esta nueva Constitución y que tiene que ser muy amplia y participativa. Ya veremos en septiembre de qué manera vamos a aterrizar ese proceso constitucional que estamos esperando”, acotó.

Finalmente, el presidente del PC, Guillermo Teillier, se declaró “conforme” con lo expresado por la Presidenta, y resaltó que “ella dice que habrá un proceso institucional y participativo social con real incidencia, un vocablo nuevo que emplea en estas cosas. Eso me deja muy tranquilo, así que al fin vamos a tener una nueva Constitución discutida, con participación ciudadana, lo que nunca había habido en nuestra historia”.

¿Plebiscito?

Sin embargo, desde esa misma tienda se reforzaron las precisiones para que, tal como lo señaló Bachelet, en cuatro meses más el mecanismo definido incluya un plebiscito.

“Esperábamos que pudiera mencionar el plebiscito, pero todavía tiene la oportunidad de apoyar y mostrar voluntad política respecto a este proyecto”, señaló la diputada y ex dirigenta estudiantil, Camila Vallejo.

Su par y en la cámara, el diputado Giorgio Jackson, señaló que este era uno de los puntos bajos del discurso fue la indefinición con respecto al proceso Constituyente.

“Acá no se dijo nada nuevo. Se mantiene la incertidumbre, se mantiene la indefinición y yo creo que deja la puerta abierta a cualquier interpretación”, dijo el representante de Santiago.

Finalmente, uno de los más duros fue, una vez más, el senador Alejandro Navarro, quien si bien defendió y destacó que no hizo populismo y optó por mayor pragmatismo, aunque a él le hubiera “fijado responsabilidad política en un ministro y puesto una plazo para saber si vamos a poder realizar este proceso”.

De esa forma, el parlamentario señaló que la opción de Asamblea Constituyente “se diluía” y que será la elección presidencial de 2017 se transforme en el gran plebiscito por una nueva Constitución.

“Y si es negociado va a ser una mierda de Constitución. Yo ya prometí votar ni una reforma. Voté diez reformas y hoy me arrepiento, creo que fue un error. Votamos con la promesa de una reforma mayor, por cada uno de los gobiernos de la Concertación. El grueso de la ex Concertación, dentro de la Nueva Mayoría, no quiere una nueva Constitución. Al PS y la DC les asusta una nueva Constitución”.

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