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Opinión

26 de Mayo de 2015

Jaime De Aguirre, ex Director de CHV: “Dije, no cuenten conmigo para ningún arreglín. No tengo nada qué ocultar”

El ex Director Ejecutivo de Chilevisión se refiere al capítulo Piñera y las razones por las que hoy está envuelto en el escándalo de las platas políticas. La administración Piñera, cuando era dueño de CHV, le propuso pagar sus “bonos por resultados” con dineros provenientes de empresas que nada tenían que ver con el rubro: SQM, Aguas Andinas, Pampa Calichera e Inversiones Ilihue. Él reconoce como una estupidez haber accedido, “pero así ocurre en las relaciones de confianza”, argumenta, y ahora no son pocas las pistas que invitan a pensar que le pagaron con donaciones de campaña. “Yo no voté por Piñera”, aclara, de manera que no termina de convencerse cómo fue que terminó mezclado en este entuerto.

Patricio Fernández y Andrea Moletto
Patricio Fernández y Andrea Moletto
Por

DEAGUIRRE

Jaime de Aguirre estudiaba Derecho en la Universidad de Chile y militaba en el MAPU cuando vino el golpe y tuvo que abandonar la facultad. Entonces partió a trabajar en una minera arriba de un cerro. Después se dedicó a la música, al jazz y a los jingle. “No te aflijas mi negro, es llegar y llevar, donde tú ya lo sabes, La Polar, La Polar” fue uno de sus más famosos. El himno del NO también lo compuso él. Fue director de programación de TVN recién recuperada la democracia y cuando René Cortázar abandonó su dirección, todo indicaba que lo reemplazaría él, pero se opuso a su nombramiento la izquierda auto flagelante. Ahí aceptó la oferta de Claxon para encabezar Chilevisión cuando todavía ese canal no jugaba en las grandes ligas. Sebastián Piñera compró CHV en U$16.000.000.- el año 2006 con Jaime De Aguirre adentro, y lo vendió en U$160.000.000.- cuatro años más tarde, con él como uno de sus activos más valiosos, cuando el empresario se convirtió en candidato a la Presidencia de la República y era el chileno que más dinero había ganado con la televisión en este país. Para algunos, Jaime De Aguirre conquistó el rating recurriendo a los bajos instintos humanos – farándula, crónica roja-, aunque para los 40 años del Golpe escogió como caballo de batalla, a punta de series y documentales, historias no contadas de ese período indeseable. Quienes lo admiran y quienes lo detestan coinciden en que conoce la televisión como nadie por estos lados. Hubiera querido dejar Chilevisión de otro modo, pero a la crisis que tiene sumida a la industria en pérdidas económicas significativas, se sumó el escándalo de las platas políticas, que por rebote lo alcanzó. La administración Piñera le propuso pagar sus “bonos por resultados” con dineros provenientes de empresas que nada tenían que ver con el rubro: SQM, Aguas Andinas, Pampa Calichera e Inversiones Ilihue. Él reconoce como una estupidez haber accedido, “pero así ocurre en las relaciones de confianza”, argumenta, y ahora no son pocas las pistas que invitan a pensar que le pagaron con donaciones de campaña. “Yo no voté por Piñera”, aclara, de manera que no termina de convencerse cómo fue que terminó mezclado en este entuerto. Más aún, muchos daban por hecho que sería director de TVN con Bachelet, y aún no está claro por qué no sucedió. Al parecer, fue la derecha quien lo vetó esta vez. De Aguirre evita disparar contra el ex presidente, pero no hay que ser mentalista para adivinar que se muerde la lengua. Si de razones expresas se trata, no fue por este lío que lo echaron –“porque me echaron, yo no renuncié”- sino por incumplir las expectativas de Time Warner, la empresa norteamericana hoy dueña de la estación. Lo cierto es que hace poco más de un mes le mejoraron el mismo contrato que a fines de la semana pasada, en las oficinas de Atlanta, se dio por terminado. Mientras por los pasillos de CHV se vive un ambiente de funeral, habla su ex director. Como quien dice: Palabras al Cierre.

-¿Estás triste?
-Lo que más pena me da es tener la sensación sorpresiva de no poder terminar lo que comenzamos. Es cierto que nadie termina nunca nada, hay un hito que siento mucho dejar inconcluso, eso me da pena, no haber podido ver a Chilevisión en Machasa. Cuando llegamos se trataba de sacar la carreta del barro, peleábamos el quinto lugar y ahora estamos en un lugar digno. Habría sido un bonito momento para irse habiendo puesto este canal en el lugar donde le correspondía desde el punto de vista físico también.

-¿Es verdad que por Machasa comenzaron los problemas con los gringos?
-Puede ser un hito. Tuvimos un desacuerdo muy importante en cómo seguir una obra que se trancó con la primera constructora que se contrató, ahí perdimos el proyecto y comenzaron algunas tensiones.

-El domingo en Tolerancia Cero, Fernando Paulsen aclaró que tu partida no fue una renuncia, ¿por qué tanto hincapié en el despido?
-Me interesaba que se supiera que yo no había abandonado el barco porque me aburrí ni porque me siento culpable ni porque crea que lo estamos haciendo mal. No siento nada de eso. A mí me echaron.

-¿Por qué te echaron?
-La razón que se me dio fue que no estaban conformes con el desempeño económico del canal, con la contribución en utilidades que nosotros hacíamos a la compañía, con la manera de enfrentar la crisis de la industria de la televisión chilena, que esperaban una cosa radical de parte mía y que por lo tanto habían tomado la decisión de hacer cambios. Cuestión que por lo demás están en su pleno y legítimo derecho de hacer. Es natural cambiar la plana mayor… bueno, en este caso no sería la plana, sería a mí.

-Esa es la razón formal.
-Si esto tiene que ver con las boletas, se me dijo expresamente que no.

-Pero no le saquemos el poto a la boleta…
-No le saquemos el poto a la boleta.

-¿A propósito de las boletas es que se te convocó a dialogar a Estados Unidos?
-No. No se me dijo que fuera a dar explicaciones por el tema de las boletas ni me dijeron cosas del tipo, cómo es posible o si andaba haciendo leseras, nada de eso. Se me llamó para profundizar una conversación acerca del desempeño económico que estaba teniendo Chilevisión. No se mencionó las boletas, no se me ha hecho ver que el tema es inadecuado ni que es bueno ni que es malo, simplemente no se ha tocado el tema. Sólo se habló en términos personales, preguntándome cómo estaba yo con este asunto, pero nada más.

-Pero echémosle una pasada a ese episodio. En un momento se te paga un bono por trabajos realizados en Chilevisión…
-Bono, trabajo, asesoría, son palabras complicadas, porque tienen acepciones distintas para efectos de servicios de impuestos internos, eso es una discusión más técnica, pero digamos que se me hacen pagos…

-En tiempos en que el canal era de Sebastián Piñera, tu sociedad La Música factura $146 millones a Bancard, para luego, a petición de esta misma empresa, devolver los fondos al family office y facturar por el mismo monto a Soquimich, Aguas Andinas, Pampa Calichera e Inversiones Ilihue. ¿Por qué hiciste eso?
-No sé, no tengo una respuesta lógica. Los tiempos eran otros, el dueño de Bancard estaba asumiendo la presidencia de la República…

-Ya estaba electo Sebastián Piñera ¿no?
-Sí, a lo menos estaba en primera vuelta. Yo no tengo porqué desconfiar de una persona y de una institución con la cual he trabajado cinco años y con quienes hemos tenido altos grados de confianza.

-Luego de lo sucedido, ¿no has tenido noticias de Sebastián Piñera?
-Noticias sí, porque leo el diario, pero no he estado con él.

-¿No se ha comunicado contigo?
-No.

-¿Consideras que has caído en una trampa y que el verdadero responsable no se ha hecho cargo?
-No. Sé que puede parecer ridículo, pero no pienso que esto fue una conspiración anti Jaime De Aguirre. Esto fue una desprolijidad gigante hecha por Bancard…

-…para ahorrar plata…
-Probablemente, pero no me consta. Me imagino que sí, sino nadie hace leseras. Se me paga por una vía que a mí no me pareció, pero soy tan despistado, que hasta pensé que podía ser un canje, alguna cuenta que se estaban pagando entre Bancard y las otras empresas que me hicieron facturar. No me pareció sospechoso porque yo trabajé en base a la confianza con Bancard durante cinco años y no tuve ningún problema.

-¿Nunca pensaste que podían ser platas políticas?
-¡Jamás! Es más, yo no vote por Piñera, por qué entonces habría de participar en el financiamiento de su campaña, no tenía ninguna lógica.

DEAGUIRRE 01

-¿Y qué te sucede al verte metido en este guiso?
-Es una mezcla de sensaciones. Básicamente de vergüenza conmigo mismo por no haber sido más perspicaz. Uno que se cree tan choro para todas las cosas y de repente te ves metido en una idiotez como ésta. Para serte franco, eso me da un poquito de vergüenza. Un poquito de rabia…no, rabia no es la palabra, pero un poquito sí. Rabia poca, no es como para levantar una roca y tirarla para adelante, pero me da lata que en esta obvia asimetría de información, con respecto a estos temas, yo no haya sido informado con mayor profundidad de lo que se estaba haciendo. Porque si a mí me dicen, ‘mira queremos hacer un cruce de plata porque necesitamos plata para la campaña de Piñera’, para empezar a conversar, habría dicho, ‘un momentito, yo no participo en ésta’. Y bueno, con una mirada más calmada, viendo la cosa desde lejos, parece que así eran las cosas antes, parece que este país tiene razón para estar enojado.

-¿Como así?
-Porque las cosas como se han hecho hasta esta fecha, o se hacían antes, eran bastante impunes, bastante al lote, beneficiando a un lado y a un grupo de personas que manejan estas cosas.

-Se ha dicho que estas prácticas con las boletas son una forma de “financiar la política”, pero al parecer en este caso puntual, esos dineros no eran para campañas políticas, sino para financiar un negocio privado de Piñera.
-No me consta. No me atrevería ni siquiera a especular.

-Pero se puede deducir.
-No me consta.

-Estuviste a la cabeza de Chilevisión durante todo el periodo de Piñera, ¿qué tan buen negocio hizo con el canal, a cuánto lo compró y en cuánto lo vendió?
-No me constan ninguno de los dos números, pero lo compró por unos 20 millones de dólares, y lo vendió en alrededor de 150 millones de dólares.

-Hace unas semanas, Matías del Río en Tolerancia Cero, dijo que según una fuente de Bancard, los dineros con los que te pagaron eran aportes de campañas políticas.
-Es que no me interesa, no es mi tema. Y menos estando metido en la mitad de la cueca. Lo que me interesa, y así lo dije en Impuestos Internos y al fiscal Gajardo, es que se establezca cuál es el alcance de esto y cuál es la verdad, pero no quiero escudriñar, eso es trabajo de periodistas.

-Todo esto te cae a ti en medio de un muy enrarecido ambiente nacional.
-Esto es un choque por alcance. Me veo involucrado en un tema del cual no tengo nada que ver.

-Hubo tiempo en que no nos preocupábamos mucho de las boletas, los documentos, al parecer esto se trataba con soltura, sin tanto rigor.
-Sin ninguna duda y esto representa un avance. En mi vida he tenido costumbre de andar dando boleta ni haciendo cosas raras, básicamente y aunque sea difícil de creer, porque no es la plata el único resorte que me mueve a mí para hacer las cosas. Y en segundo lugar, porque yo creo en el pago de impuestos y no quiero decir con esto que es gran cosa que pague mis impuestos, sino que no sólo creo en que hay que pagar impuestos sino que en este país se pagan o se pagaban pocos impuestos. Y ahora esto se ha puesto más exigente y me parece bien. Así como este país ha ido evolucionando en temas como la salud con el plan Auge, el divorcio o la legítima discusión del tema del aborto, en estos otros ámbitos también ha ido evolucionando. La sociedad se está haciendo cada vez más exigente al respecto porque siente que por esa vía se le ha esquilmado mucho recurso social al país.

-Tú, además de ser un hombre de televisión, eres un personaje de la transición democrática, hiciste la música a la campaña del NO, en fin, te resulta por lo mismo incómodo verte en este trajín.
-Obvio. Resulta incómodo. Además yo creo en un país distinto del cual se me ve involucrado ahora.

-Y qué te ha pasado con esto de verte como acusado.
– Hace cuarenta años esto hubiese pasado piola, pero hoy se exagera todo y en Twitter me sacan la chucha cada vez que pueden.

-¿Cuál es la cosa menos agradable que te han escrito en Twitter?
-No sé, no lo leo con tanto detalle, pero es desagradable estar envuelto en algo que uno tiene un sólo gran delito, que es haber sido inmensamente huevón, y no haber tenido la profundidad de haber investigado porqué me estaban pidiendo esta mierda, y yo lo tomé livianamente.

-¿Te dan ganas de preguntárselo a Piñera?
-No. Hay un grupo social en Chile que está criado para hacer que las empresas tengan las utilidades que le corresponden y ojalá un poquito más, y para eso se estudia ingeniería civil industrial, ingeniería comercial, se hacen MBA en Estados Unidos, entonces para qué voy a preguntar, si sé.

-La pillería…
-…(mueve las manos como asintiendo)

-¿Te sientes traicionado?
-Son palabras muy grandes.

-Tú te estas responsabilizando de no haber sido lo suficientemente cuidadoso, pero por otro lado hay gente que te pidió esto casi como un trámite.
-Exactamente, como si fuese un trámite normal. Y eso sí me tiene un poco picado, porque es indudable -y pese a que no fue el motivo por el cual me pidieron la renuncia- que esto es un arañazo al prestigio profesional y eso a mí me importa. No me da lo mismo.

-Desde el principio fuiste abierto y transparente con este tema de las facturas.
-En ningún minuto, en ningún minuto pensé mentir ni armar un cuento ni decir ‘mire yo iba a comprar papas y volví con plátanos’, nada.

-¿Te plantearon alguna vez alguna posibilidad de armar un arreglo distinto?
-Sí, se me sugirió.

-¿Que tipo de cosas se te sugirió?
-No se alcanzaron a implementar, porque dije, no cuenten conmigo para ningún arreglín. No tengo nada qué ocultar y si la he cagado tendré que asumir la responsabilidad. No estoy en ánimo ni en disposición, ni disponible frente a nadie para ir a mentirle al fiscal ni a Impuestos Internos. No lo hecho nunca y no lo voy hacer por primera vez. Me parece que es una mala idea además, y paso el recado, porque en general los fiscales e Impuestos Internos tienen una visión mucho más detallada de lo que uno pudiera pensar. Además me parece una tontera.

-Haber armado una versión sobre el tema de las boletas…
-Sí claro, para qué, si es tan fácil demostrar lo contrario. Pero además porque no lo he hecho nunca. Y afortunadamente tengo un abogado más amigo de la verdad que de la mentira y en ningún minuto ni siquiera especulamos sobre la posibilidad de andar engañando a nadie.
-Pero otros pensaron en la posibilidad.
-Se me sugirió.

LA CRISIS DE LA TV ABIERTA

-Eres de los personajes más relevante de la televisión chilena, qué has aprendido de la televisión.
-Una de las cosas más importantes que hay que decir de la televisión, es que es un mirador privilegiado para ver los cambios sociales. Con todas sus críticas, es una manera increíble de darse cuenta de lo que está pasando y cómo está evolucionando la sociedad en sus gustos, tendencias, política, cultura, lo que sea. En la televisión uno se da cuenta de cuál es la temperatura ambiente.

-¿Cuál es la temperatura social ahora?
-Un enojo profundo. Un desapego total, nadie está dispuesto tragarse nada, nadie le cree a nadie. No hay instituciones respetables que orienten con la necesaria transversalidad y masividad. La iglesia no lo hace, el establishment político tampoco. No hay una sensación de paz, de protección. La única cosa que todavía, curiosamente, persevera es el nacionalismo. Están todos enojados con este país, pero nadie quiere ceder ni un pedazo de tierra y son capaces de ponerse el mismo uniforme del huevón que se los caga para pelear contra no sé quién, es una cosa muy rara.

-Dada la compleja situación de la industria de la televisión, tus conversaciones con los gringos vienen desde hace un tiempo.
-Ellos estaban preocupados, igual que todos los dueños de canal supongo, aquí el que menos puja, caga un piano en términos de pérdida. Incluido el que gana, que es Mega, que para mí no tiene las suficientes utilidades para el rating que tiene. Hay una crisis de precios, avisaje, hay una competencia feroz, encarnizada diría, y eso ha hecho las cosas muy complejas para la sobrevivencia económica de nuestra industria. Pero Chilevisión es un canal sano, que ha tenido dificultades los últimos dos años y ya está.

-Crees que es posible mantener todos estos canales abiertos con los costos actuales.
-No como se está haciendo ahora. Hay un par de canales que están siendo financiados con la “culata rebajada”, con plata que no es de la industria. Canal 13 perdió 23 mil millones de pesos este año, eso no es sustentable.

-En la práctica Canal 13 y Mega son dos canales protegidos.
-Sí. Es como meter goles con la mano.

-¿Qué pasa en la industria?
-Hay una crisis importante, ha aparecido competencia muy heavy con las nuevas plataformas, las redes sociales -desde Netflix hasta el teléfono- que se han ido comercializando y esa plata sale de la inversión de televisión. Lo segundo es que este país cambió, se vive mejor que hace 20 años y la televisión ya no es el único lugar donde fluye la entretención y la información. Se duplicó la ofertas de televisión abierta y también que hay un grado de autocomplacencia, que se advierte de pronto al ser sorprendidos con las teleseries turcas, de no haber sabido mirar estas cosas antes.

-¿Cuál es el chiste de las teleseries turcas?
-Nunca es una razón, son varias… la novedad, que vuelven a la antigua teleserie romántica, los actores, producciones increíbles, porque las producciones son a toda chala, está lleno de razones de por qué sucedió.

-¿Se hace buena televisión en Chile?
-Yo creo que sí. Hay gran capacidad para desarrollar buenos programas, pero la competencia nos ha obligado a ser pragmáticos y poco dados a la innovación y a los cambios.

DEAGUIRRE 02

-¿Te parece buena idea el anuncio del 21 de mayo de un canal cultural?
-Qué difícil pregunta. Uno puede contar muchos cuentos, de la necesidad que este país tiene de un canal cultural que le de salida a la tremenda creatividad y a la necesidad de muchos artistas de demostrar lo que se hace… pero encuentro que eso es pura paja. Los programas se convierten en culturales o no en cuanto son capaces de movilizar socialmente al país por la vía de la entretención o por lo que sea. Además, qué es un canal cultural. ¿El resumidero de cosas fomes?, ¿el resumidero de cosas que no se pueden financiar por el mercado? Lo encuentro complejo. Hay muchas preguntas que hacerse sobre televisión cultural.

-¿Crees en un canal público financiado por el Estado?
-Para ser franco, a mí no me gustan mucho las cosas protegidas, tienden achancharse, ya sea por el Estado o por obsesiones de dueños privados con hartos recursos.

-Para ti, el reto del rating no es menor.
-Predicar en una iglesia vacía da frío.

-¿La televisión por Internet es una amenaza?
-La televisión como la conocemos es un animal en extinción. Esto va devenir en grandes productores de contenido que transitamos por distintas plataformas. Sé que es algo que se ha escuchado mucho y que la gente parece que no se lo cree, pero así va a ser, vamos a ver en tablets, en el reloj, en el teléfono, a distintas horas, video on demand, por Internet, lo que nadie aún es capaz de remplazar, es la capacidad de contar cuentos. La necesidad de la gente de leer cuentos sigue existiendo y diría que más que antes. El arte de contar historias prevalecerá.

EL FUTURO

-Tu nombre sonó mucho en un momento para ser Director Ejecutivo de TVN.
-Ha sonado como quince veces, cada vez que cambia una autoridad, dicen Jaime De Aguirre.

-Me refiero ahora con Michelle Bachelet, ¿te hubiera entusiasmado TVN?. Eres libre ahora, lo puedes decir.
-Tal como te dije, a mí lo que me gusta de la televisión es que es el medio más influyente en las conductas sociales, las tendencias, es un observatorio social privilegiado, tiene capacidad de establecer diálogos y a mí todo esto me parece increíble y desde dónde esto se pueda hacer de manera digna, a mí me parece que vale.

-Tú eres un joven de cuántos años.
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-Te interesa seguir a la televisión, o piensas en la música tal vez.
-No sé, no lo he pensado. Sé que tengo que trabajar, ¿qué otra cosa hace uno en el día? Tendré que acomodarme. En general he sido reactivo. Estudiaba derecho, llegó el golpe, me echaron de la escuela y me puse vivir de la música. Terminó la música y me invitaron a venir a la televisión y aquí estoy, no he sido muy planificado.

-Cuándo dejas esta oficina en la que estamos.
-Supongo que esta semana, jueves por ahí. Tengo que venir a firmar unos papeles.

– Dicen que se vive ambiente de funeral…
-No hay que ponerle tanto, el cementerio está lleno de indispensables. El shock inicial es grande para todos, nos hemos aprendido a querer y eso genera una perturbación, pero tampoco hay que ponerle tanto.

-¿Cuál es tu sensación de final de ciclo?
-Tengo que poner bien los pies en la tierra, porque no he logrado tener la tranquilidad para pensarlo. Dolido conmigo mismo por no haber logrado terminar el ciclo de Chilevisión con el canal instalado en Machasa, pero eso son penas tontas porque uno no tiene por qué hacerlas todas. Sí me voy con muchas interrogantes. No tengo idea lo que voy hacer, esa es la principal sensación con la cual me voy y la tristeza natural del adiós.

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