El protocolo de los carros Lanza Aguas de Carabineros que ordena “nunca acorralar a una masa humana”

Con especificaciones sobre el actuar frente a manifestaciones “laborales, gremiales, estudiantiles y sociales”, el instructivo secreto de Carabineros para el actuar de Fuerzas Especiales revela cómo el sargento Manuel Noya, pitonero del carro lanza aguas que botó a Rodrigo Avilés el 21 de mayo pasado en Valparaíso, incumplió con el llamado “protocolo” de los efectivos policiales ante estas situaciones.

El documento, de carácter reservado y que cuenta con fecha de 16 de julio de 2012, señala que ya desde 1955 usan este “vehículo táctico imprescindible” para “contingencias y se detalla que su uso sólo es dirigido por oficiales de de Fuerzas Especiales.

El camión cuenta con características especiales de chasis, motor, con uno o dos contenedores de agua, contenedores de líquidos CS, una o dos motobombas, sistema de protección de cabina y de carro. Los estanques montados tienen una capacidad que fluctúa entre los 2.500 y 6.500 litros. Su uso y empleo queda supeditado específicamente a oficiales de la especialidad.

En cuanto a las obligaciones del jefe de patrulla (del grado Sargento 2º a Suboficial), éste deberá fiscalizar al personal a cargo, informar sobre sus desplazamientos a Cenco (Central de Comunicaciones), controlar la cantidad de agua, líquido CS y volumen expulsado por los pitones o toberas. Además se evaluará anualmente de manera teórica y táctica.

El operador de las motobombas, en tanto, se trata de personal entrenado para tal misión y será el responsable de todo el sistema expulsor de agua del vehículo, como asimismo, durante las Operaciones Tácticas, es el responsable del uso del pitón de agua, debiendo ajustar su actuación a las instrucciones y entrenamientos recibidos, evitando las actuaciones individuales.

Sobre las aplicaciones tácticas de los carros lanza agua, el documento detalla las formaciones del Ariete Simple de Carabineros, que está formado por un Jeep Blindado Táctico de Reacción Policial (Tango Romeo), un Carro Lanza Agua (Tango Lima) y un bus (Alfa Bravo). Estos pueden ser reforzados con un Carro de Transporte de Imputados.

También señala, con ilustraciones, dichas aplicaciones tácticas, las que ven desde columnas, líneas, escalones, zig-zag y copamiento de calle. Sobre las tácticas específicas de los Carros Lanza Aguas, el informe señala que éste vehículo debe efectuar movimientos controlados, certeros y eficientes, obteniendo la máxima capacidad operativa, táctica y de seguridad.

De tales formaciones “evolucionan” movimientos tácticos circulares y en “T” o “Cruz”. Estos tienen como misión “despejar o disolver manifestantes y apagar fogatas si es que las hubiera” y se explica, al menos en el documento, que en ellas debe procurar no originar condiciones inseguras para terceros y causar el menor impacto posible, para lo cual hay que cumplir la norma básica de seguridad de no ocupar por completo una arteria, manteniendo siempre un carril despejado para el desplazamiento de otro Ariete, otros vehículos policiales o de emergencia.

NUNCA ACORRALAR A UNA MASA HUMANA

En relación específica a la responsabilidad del pitonero, como en el caso de Rodrigo Avilés, el documento señala que los “Chorros Cortos”, son capaces “de causar estragos en el personal de Carabineros” que opera de infantería.

Pero se destaca como instrucción que “NUNCA SE PUEDE ACORRALAR A UNA MASA HUMANA” a la que se le debe dejar “VÍAS DE ESCAPE O EVACUACIÓN”, en mayúscula.

Esto significa que se debe advertir por “medios sonoros” del lanzamiento de agua, además de determinar si se usará contra ambientalistas, animalistas, grupos intermedios, etcétera.

En el caso específico de Rodrigo Avilés, el texto señala sobre el “lanzamiento directo” que sólo cabe en manifestación “absolutamente beligerante o agresiva”, dirigida siempre a extremidades inferiores o con rebote en el pavimento “para no causar lesiones con el chorro ni caídas” y como requisitos para su uso es que sujetos porten molotov o armas, para manifestaciones muy agresivas, nunca usar si hay menores y evitarlas cuando hay mujeres.

En el caso del estudiante UC, que lleva ya 11 días internado en el Hospital Van Buren, el video que generó el reconocimiento del actuar de Carabineros mostró que se impidió un vía de escape, al haber dos lanza aguas atenazando a los manifestantes, lo que estaban contra la pared y sin poder cruzar entre los vehículos policiales, que iban en sentido contrario y dirección de colisión, ya que existía el riesgo de ser atropellados u otro; si había mujeres en el lugar, por lo que no correspondía el uso; y, ciertamente in situ la manifestación no era violenta ni Rodrigo u otro de los manifestantes portaba armas.

Por último, el documento explica como en ocasiones se puede dejar a los manifestantes entre los gases lacrimógenos y el carro lanza aguas, facilitando su detención.

Finalmente, sobre el contenido del agua que lanza el guanaco, su mezcla es de responsabilidad del pitonero y queda de manifiesto el riesgo que genera, ya que el mismo documento entrega instrucción sobre su manipulación, la que deben realizar con máscaras antigases, guantes hasta el codo y con protección a los ojos.

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