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Opinión

5 de Junio de 2015

Iván Fuentes y las platas de Corpesca a Orpis: “El cohecho y el financiamiento irregular van de la mano”

El emblemático dirigente de la movilización social de Aysén del año 2012, hoy parlamentario y miembro de la comisión de pesca de la Cámara baja, es partidario de revisar en profundidad la ley de Pesca y si hay más parlamentarios involucrados con Corpesca, asegura, deberán inhabilitarse. “Para que el país funcione, no puede haber impunidad”.

Claudio Pizarro
Claudio Pizarro
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¿Eres partidario de derogar la ley de Pesca?
Si derogamos estamos en un grave conflicto, porque tendrías que indemnizar. Y el Estado no se puede dar el gusto de haberle otorgado un bien económico a alguien por ley y, más encima, después premiarlo dándole un turrón así de grande por derogar la ley.

¿Y anularla?
Anularla va a tener sus complicaciones, porque si lo haces vuelves a la ley que estaba antes. Creo que la ley de pesca amerita una revisión profunda en todas sus partes y sobretodo en el tema de la licitación.

¿Qué piensas de las platas entregadas por Corpesca al senador Orpis?
Bueno, él mismo reconoce que fue así y eso no lo hace más loable…

Pero él reconoce financiamiento irregular y no cohecho. ¿Le crees?
Es que esa línea es muy delgada y creo que las dos cosas van juntas. Tengo que ser muy sincero en decirlo: “El cohecho y el financiamiento irregular van de la mano”.

Cuesta creer que si alguien recibió dinero, y además votó a favor de un proyecto que involucra a quien lo financió, esté libre de polvo y paja…
Claramente ahí hay una intencionalidad de buscar un objetivo hasta cumplirlo. O sea, para que el país funcione, no puede haber impunidad.

De hecho, Orpis luchó por bajarle la talla al jurel, manteniendo la misma postura solicitada por el grupo Angelini.
Lo que pasa es que si le bajamos la talla al jurel, como también se la bajamos al erizo, no permite abrir la posibilidad de que exista una mayor biomasa en el océano para las futuras generaciones. Ese grado de irresponsabilidad es lo que tiene a Chile con los recursos en crisis.
Los jureles eran los pescados de los pobres y hoy día no quedan.

Hernán Machuca, vocero del Consejo Nacional de Defensa de la Pesca, solicitó que se indaguen a las organizaciones de pescadores que estuvieran a favor de la ley de pesca. ¿Crees que alguna recibió dinero por parte de los grandes empresarios pesqueros?
No sé, no podría decir si recibieron o no recibieron.

Pero se sabe que ciertos sindicatos son financiados por grupos económicos…
Si quieren que se investigue, que se investigue. Las dudas siempre van a estar.

Si hay más parlamentarios involucrados, ¿eso no invalida la ley?
Si hay más parlamentarios tendrán que inhabilitarse, porque si les comprueban algo no creo que tengan la soltura de cuerpo para estar votando.

Golpe a la credibilidad

En pleno movimiento social de Aysén, te preguntamos si pensabas dedicarte a la política. Nos dijiste que temías que el sistema te absorbiera y terminaras convertido en un patán. ¿Qué piensas ahora que estás adentro?
Le di muchas vueltas a eso. Sentía temor de que el ser humano, una vez que tiene un grado de poder, se transforme en un felino feroz. Pero también sentí el impulso de las comunidades que me decían que había comenzado algo y que lo tenía que terminar. Tiene que ver con los valores que te enseñan en la casa. Lo que está afuera es una vestimenta, un atuendo. No importa de qué marca es tu parca o calzado, soy el mismo en cualquier parte del mundo. Si ves a un viejo en “pana” en el mar, aunque hayas estado disgustado con él, lo remolcas igual. Ese es un valor humano que no se te despega. Aunque igual tuve temores que me atajaron harto. Pero al final terminé asumiendo el desafío.

¿Qué es lo que más te ha costado digerir de la política tradicional?
Cuando salimos en campaña con la Presidenta Michelle Bachelet, estuvimos con Álvaro Elizalde, Javiera Blanco, Guillier. Anduvimos con los independientes por Chile y teníamos una sensación general de reformas estructurales profundas. Y que eso se lograría con un gran equipo. La fuerza de la juventud de Giorgio, Camila, Gabriel y conjugar un grupo con gente que quería lo mismo. Pero en mi región ha costado mucho. Lo que más me agobia y me entristece es no poder conformar un equipo, el no poder sentir que somos un pelotón de trabajo que va detrás de estas reformas. Eso me hace gris la mañana.

¿Echas de menos al ciudadano Fuentes?
Lo que pasa es que el tiempo te pasa como una aplanadora por encima. Antes tenía tiempo para jugar en el Cerro Porteño, mi club de Aysén, donde pichangueba en la categoría sénior, pero ahora no tengo ni espacio para eso. Ya casi no escucho música, tienes que escuchar noticias, estar sintonizado con la vida cotidiana, ya no me quedo pegado en Marco Antonio Solís. Lo que más extraño es estar con la familia y poder disfrutar con los hijos. Igual los chicos han resentido la ausencia del papá y eso pasa la cuenta.

A propósito de cuentas… ¿Crees que la gente les va a pasar la boleta a los políticos?
La gente está enfadada con la política, pero más que rabia yo creo que la comunidad tiene tristeza por lo que ha pasado. Nos ha golpeado en la credibilidad que tenían en este conglomerado para producir los grandes cambios que el país necesitaba.

¿Crees que la clase política pecó de autocomplaciente?
Sí, en la década del 80 luchamos por recuperar la democracia y pusimos un tremendo empuje para que eso sucediera, pero después como que nos relajamos, llegamos a la meta, nos entregamos a esa confianza y esa confianza fue muy larga.

Antes se especulaba sobre la relación entre política y negocios. Ahora hay pruebas irrefutables.
Los hechos le han dado razón a la especulación. “Aquí hay un arreglín, algo parece que no está bien”, pensaba la gente. Bueno, definitivamente hay cosas que pasaron, no podemos borrarlas, pero no deberían seguir sucediendo. Tenemos que sancionar lo que pasó y establecer reglas claras para caminar distinto. Si no pasa eso, van a seguir habiendo manifestaciones, descontento y los últimos hechos lamentables que hemos visto.

Jóvenes muertos en las marchas y estudiantes que agonizan en los hospitales…
Los movimientos se van haciendo más violentos, cuando no se los escucha a tiempo. Porque a las marchas acuden 100 mil personas y, no sé, 50 provocan violencia y normalmente no se llevan presos a los encapuchados. Y muchas veces pagan los chicos que andan protestando con una sensación reivindicativa. Todo Chile ha podido ver que estaban trabajando para su comunidad y uno siente con mucho dolor lo que vivieron sus familias.

¿Eres partidario de sancionar con penas más duras a los políticos involucrados en caso de corrupción?
Bueno, las penas están establecidas por la ley.

Pero endurecerlas aún más….
Claro que se pueden endurecer. O sea, las normas nuevas que vienen incorporan el endurecimiento de las penas. Si el castigo no es ejemplar, no es castigo. Cuando te ponen una tarjeta amarilla y sigues jugando, te cuidas un poco, pero sigues jugando brusco. Pero si te ponen la roja, dejas de jugar. Entonces tiene que haber amarilla y roja. No puede haber solo amarilla.

Ravinet dijo que una candidatura a senador por Santiago gasta tres mil millones de pesos. ¿No te parece una cifra exorbitante?
Tres mil millones de pesos, pucha, cuántos puentes mecanos haríamos en la región. Hay tanta gente que está aislada. La verdad es que yo encuentro que es una extravagancia.

¿Cómo se soluciona esta crisis?
Con reglas claras y sanciones ejemplares. Porque no todo es malo. Hay situaciones de corrupción, pero Chile no es un país de corruptos. La política no es mala, somos los políticos los que hacemos que sea mala. Pero tampoco podemos mandar a borrar el parlamento. La tarea es cómo arreglamos esto y esa es una tarea de todo Chile.

Hace unos meses nadie se atrevía a hablar sobre transparentar las platas políticas y ahora la gran mayoría reconoce los mismos métodos. ¿Por qué les ha costado tanto decir la verdad a los políticos?
No sé por qué. Las lucas las ponen los que tienen y nosotros, la gente más modesta, solo va a votar. Nunca un pobre va a financiar una campaña política. Toda la vida lo han hecho los que tienen lucas y, cuando lo hacen, es porque tienen un interés de fondo y ese interés el Estado lo dejó correr. Por eso ahora debe asumir y decir que queremos una política sana, robusta y creíble. Esa falta de reconocimiento es la que nos atrasa. Es como cuando vas al médico. Si tú aceptas que estás enfermo, el médico te puede ayudar a sanar, pero si no aceptas tu enfermedad, no hay nada que pueda hacer contigo.

¿Cómo has visto el manejo de la crisis por parte de Bachelet?
Se la ha criticado. Para la Presidenta Bachelet no ha sido fácil, y no es que yo la esté justificando, pero no hay ninguna reforma que se haya hecho y que todos estén felices, porque es un tranco nuevo y todo lo desconocido da temor y genera dudas. Y las bajas en las encuestas tienen que ver con estos cambios y las cosas que han pasado.

¿Crees que la presidenta no sabía que sus cercanos estaban haciendo precampaña en Chile?
Yo creo que ella siempre asumió que contaba con la adhesión. Ustedes mismos me preguntaron si quería que ella volviera y les dije, sin temor a equivocarme, que esperaba que sí. Todos nosotros teníamos ese afán. Pero no creo que ella tuviera medidos los pasos que dábamos acá por su candidatura. Siento que no podía tener todo el control.

¿Y el viaje de Peñailillo con financiamiento de Martelli a Nueva York?
No puedo calificar la situación profesional de Peñailillo. No si en ese momento figuraba como ministro y tenía plena libertad de trabajar con quien quisiera. Ahora, a ojos de la opinión pública, fue muy mal visto. Como fue mal visto que gente de la Nueva Mayoría haya recibido beneficios de los grandes empresarios que tanto criticamos. Eso la comunidad no lo perdona, lo repudia.

¿Quién te financió Iván?
Lo primero que pregunté fue cómo se financiaba legalmente la campaña. Me dijeron que había dos formas: los fondos reservados y aquellos donde pasan la plata directamente. Y utilicé la forma legal. Si me hubieran propuesto otra forma en la cual uno pudiera verse involucrado, no voy y sigo en lo que estaba.

¿No te pidieron ni una boleta? ¿Algún informe?
No, ninguna cosa que se parezca. Y eso permite tener la libertad que tengo.

¿Por qué crees que la Comisión de Ética del Senado no se ha pronunciado sobre sus colegas?
Creo que es necesario que se pronuncien, son enteramente autónomos y deben opinar al respecto.

¿Crees que es hora de sincerar las cosas?
Todo el rato, los diputados no somos seres inmaculados…

¿Dónde está tu famosa chaqueta azul?
La tengo guardada en casa. Se la había prestado al Kramer para su película pero ya me la devolvió. A veces me la pongo. Capaz que piensen que ando protestando.

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