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Cultura

5 de Julio de 2015

La columna que fue un rato Y DESPUÉS NO FUE

Foto Referencial Dicen que cuando uno choca un auto hay que subirse inmediatamente a otro para no quedarse sin manejar toda la vida / cuando yo tenía 14 años le saqué el Chevrolet gris blanco 52 a mi tata que así le decíamos a mi papá nunca he sabido por qué y que murió hace […]

Claudio Bertoni
Claudio Bertoni
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chevrolet

Foto Referencial

Dicen que cuando uno choca un auto hay que subirse inmediatamente a otro para no quedarse sin manejar toda la vida / cuando yo tenía 14 años le saqué el Chevrolet gris blanco 52 a mi tata que así le decíamos a mi papá nunca he sabido por qué y que murió hace un par de meses no más un mes antes de cumplir los cien años pero como decía le sacamos el auto con el Werner y el Nano que se creía Frank Sinatra / yo tenía no sé por qué una llave livianita como de lata que no parecía capaz de abrir o hacer partir nada sin embargo le hacía justo al auto y no había nadie en la casa y sin pensarlo dos veces (y hasta el día de hoy no llego a comprender la inconsciencia que pude llegar a tener a esos 14 años) lo hice partir / retrocedimos por Cirujano Videla y después avanzamos por Cirujano Videla y pasamos Guillermo Franke y doblamos en la segunda bocacalle Miguel Claro felices y muertos de la risa llegamos hasta Sucre doblamos a la derecha de nuevo y después a la derecha de nuevo por Guillermo Franke que ahora me doy cuenta es una calle angostita (¡ojalá entonces me hubiera dado cuenta lo angostita que era!) y aceleré / todavía me acuerdo el sonido del motor al rugir y llegar a la esquina de Cirujano Videla de nuevo pasadito la casa de Ricardo Plaza justo frente a la casa de la Julietita y don Julio Auger / primero le aforré un charchazo al auto de la mamá de la Anita un pencazo tan oblicuo al sesgo que casi le abrí la puerta inmediatamente doblé hacia el otro lado y ahí me esperaba la guinda de la torta un poste del alumbrado público / yo no entendía muy bien lo que pasaba se abrieron las puertas el Nano y el Werner pusieron pies en polvorosa yo me bajé ilusoriamente a ver si había algún daño el auto estaba partido al centro del radiador el poste quebrado me acuerdo la cara del Raúl no sé cuánto llegó el primero corriendo y otros y habladurías y exclamaciones yo traté de hacerlo partir como soñando que nada había pasado y todo era como antes de introducir esa maldita llave pichiruche pero las buenas peras / horas después llegó mi tío Mario a defenderme de mi papá supongo y mi tata como ya les dije que le decíamos no me habló como en seis meses o 6 días o nunca más y me miraba no más a las horas de comida en la mesa no volaba una mosca y todo esto a raíz de una columna acerca de las boletas ideológicamente falsas y el ex ministro Peñailillo la hipotética precandidatura de nuestra presidenta en Nueva York la honorable renuncia del honorable subsecretario Impuestos Internos Penta Caval SQM Nagarjuna Séneca Issa toma de establecimientos educacionales marcha de pescadores anti Longueira marcha de profesores marcha de apoderados marcha de universitarios marcha de secundarios marcha de primarios marcha de jardines infantiles marcha de salas cuna y barricadas en Macul esquina de Pedro Valdivia esquina de Salvador esquina de avda Bernardo O’Higgins esquina de Coquimbo y Temuco y Valparaíso y playas del litoral y cordilleras de la Costa y de los Andes lluvia de bombas molotov heridos carabineros querellas encapuchados Gope y Torquemadas con así un colmillo acusando a todo el mundo hasta de no usar el hilo dental como se debe y rasgadores de vestiduras y opinadores parlamentarios y no parlamentarios con más techo de vidrio que la puta que los parió / todo esto y mucho más había sido sibilinamente resumido by myself en una elegante diatriba diseñada para encaminar sin encaminar y desencaminar sin desencaminar además de llamar a la cordura y la mesura sin ofender a nadie en particular y a todos en general / y de repente no sé cómo apreté una tecla envenenada y todo se hizo humo la columna se fue al diablo y yo me subí al relato del choque al poste y seguí altirito manejando.

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