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Cultura

4 de Agosto de 2015

Margot Loyola, la gran recopiladora de Chile

A los 96 años falleció Margot Loyola, folclorista, investigadora y recopiladora que desarrolló una extensa carrera ligada al folclore y a la música popular chilena. Loyola, se destacó por el rescate de la música profunda del país a través de la publicación de textos de investigación. La artista, además, tuvo una cercana relación a Violeta Parra, con quien compartió durante años la pasión por las raíces populares de la música.

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Margot Loyola A1

La conocida folclorista Margot Loyola, ligada a la tradición popular de la música chilena, murió este lunes a eso de las 20:45 horas a los 96 años.

La artista no falleció producto de una enfermedad en específico. Según Roberto Cadiz, vocero de la familia Loyola, venía hace un buen tiempo muy decaída y con bajas energías, producto de su avanzada edad.

Según indicó el coordinador general del Grupo Palomar y quien preside la Comisión Honras de Margot Loyola, Richard Faúndez, a Cooperativa, la presidenta Michelle Bachelet “pidió que su velorio fuera en el Centro Cultural Palacio La Moneda”, a realizarse este martes.

La gran recopiladora de Chile

Loyola, dejó plasmada su presencia en la cultura chilena gracias, principalmente, a su investigación sobre el folclor y la recopilación de piezas musicales populares, además de una extensa carrera como intérprete y compositora.

La artista publicó cerca de quince discos y escribió varios libros de investigación sobre el folclore. El último, editado el año 2014, fue titulado “50 danzas tradicionales y populares de Chile” y sería su última obra antes de su muerte.

Ya en 1930, Margot y su hermana Estela formaron un dúo de canto tradicional que posteriormente la llevaría a pisar sus primeros escenarios. Juntas, cantaban canciones tradicionales como ‘El imposible’’, además de ‘‘Peritas de agua’’, el villancico ‘‘Yo vengo del Colliguay’’ y la refalosa ‘‘Diablito de Talamí’’, detalla el sitio especializado Música Popular.

En 1936, hizo sus primeros viajes para recopilar música popular. Viajó a pueblos cercanos a Santiago como Alhué, Pomaire, Colliguay, Quinchamalí y Caleu, donde conoció a cantoras como Anita Cantillana, Purísima Marínez, las hermanas Bermúdez. Tal como haría Violeta Parra décadas después, sus viajes y recopilaciones la motivaron a mostrar este arte en distintos escenarios chilenos.

A partir de 1950, comenzó a elaborar presentaciones en los escenarios nacionales de cuadros y montajes basados en las culturas mapuche, pampina, aymara, huilliche, pascuense y chilota, que entonces no eran usualmente difundidas. Su labor por la música nacional fue reconocida en 1994, cuando le otorgaron el Premio Nacional de Arte. Margot, es la única folclorista en recibir dicho reconocimiento.

En la segunda mitad del siglo XX, dejaría su huella en las Escuelas anuales de Temporada en la Universidad de Chile, clases que mantuvo hasta 1963 y desde donde nacieron grupos como Cuncumén y Millaray, según apunta Música Popular.

Durante sus viajes, desarrolló investigaciones que hoy difunde el Fondo de Investigación y Documentación de Música Tradicional Chilena Margot Loyola Palacios. Entre ellas, se cuentan importantes estudios sobre Isla de Pascua, entre 1950 y 1970, Pica y pueblos del extremo norte de Chile, entre los años 60 y los 80, y sobre el área rural de la Zona Central, Chiloé y la Patagonia entre 1950 y 1990. Entre sus publicaciones se pueden mencionar los libros Bailes de tierra (1980), El cachimbo (1994) y La tonada. Testimonios para el futuro (2006); además de los videos Danzas tradicionales de Chile (1994), La zamacueca (1999) y Los del Estribo, cantos y danzas populares de Chile (2001).

Desde el año 1972, es académica de la Universidad Católica de Valparaíso, donde impartió la cátedra de folclor y etnomúsica. En 1998 la nombraron Profesora Emérita, cuenta Memoria Chilena.

Comadre de Violeta

Margot conoció a Violeta Parra desde 1950 y desde ese momento las unió el amor por la música profunda del país. Al igual que Margot, Violeta también emprendería viajes recopilando música de cultores y cultoras populares que influirían fuertemente en sus composiciones.

El mote de “comadres” no era sólo un decir. Margot Loyola fue efectivamente madrina de Rosita Clara Arce, hija de Violeta que muere durante el viaje a Europa de la cantautora. Margot, en un diálogo con el investigador Augstín Ruiz Zamora, contó que se unían “mucho en lo humano, porque al igual que yo, era una mujer llena de dudas y angustias. ¡Nos unieron cosas tan dolorosas!”.

El vocero de la familia Loyola, consultado por CNN Chile, recordó que “con Violeta se conocieron hace muchos años. Violeta fue vista por Margot y a ella le impresionó mucho la forma en que cantaba. Y le preguntó dónde recogió esa canción y ella (Violeta) le contestó, fiel a su estilo: señora, esa composición es mía. De ahí partió una amistad hasta que Violeta fallece. Siempre fueron muy amigas”, dijo Roberto Cadiz, vocero de la familia Loyola.

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