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Humor

8 de Agosto de 2015

El “Manual de supervivencia para el estudiante gay en problemas” realizado por Vice

Muchas personas se dan cuenta de su homosexualidad en plena etapa escolar, una era difícil para bastantes que han tenido que enfrentarse al régimen de los estereotipos de género impuestos por el sistema. Para lograr atravesar esta etapa, el sitio Vice desarrolló el "Manual de supervivencia para el estudiante gay en problemas" -y en apuros-.

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En primer lugar, el manual hace la distinción entre “género” e “identidad de género”: “El género está en la biología, en las matemáticas, en la gramática y hasta en el cine. Es una etiqueta para intentar ubicar algo en un lugar. Sea por nuestra tendencia a la miopía o a los dualismos, nos hemos ceñido a dos categorías simples: hombre/mujer”.

La identidad, en cambio, “depende de cada quién, de si se siente bien como hombre, mujer o cualquier otro invento”.

El artículo 1 es “sobre el derecho a la libre locomoción (de la lengua en la boca del otro)” y asegura que “un beso jamás podrá ser comparado con un objeto corto punzante o como un “acto obsceno” que atenta contra la “norma moral”, por lo que “no se harán consideraciones que limiten el libre desarrollo del goce y la personalidad”.

Por su parte, el artículo 2, “para protegerse del fetiche fascista de los uniformes y los atentados al buen gusto y la dignidad de unas y unos”. Éste explica que “puede que el notario te haya puesto una F o una M en tu registro civil de nacimiento, basado apenas en el pedazo de carne que te colgaba (o no) entre las piernas”, pero finalmente el género no va sólo en el genital.

El manual invita a no apabullarse con la idea de querer usar falda, el pelo largo y maquillaje en vez del “horroroso” uniforme establecido, porque “Dios nos trajo al mundo desnudos y el resto es puro travestismo (sobre todo los uniformes)”.

Finalmente, el artículo 3, “que vela por el establecimiento de zonas de distención que permitan el diálogo abierto entre las instituciones, padres de familia y los menores”, establece que si bien siempre se nos ha dicho que no estamos listo para tomar decisiones por sí solo hasta cumplir los 18 años, aunque no se tenga una capacidad jurídica absoluta antes de esa edad, “hay decisiones que comenzarás a tomar desde antes de que tus padres o las instituciones educativas entren a cuestionarlas, porque esto entorpecería tu libre desarrollo de la personalidad”.

Por último, Vice entrega un consejo para defenderse sin usar las armas. “Si sientes que te están jodiendo alguno de los derechos anteriores, lo primero es acudir ante el comité de convivencia escolar” que debiese existir en toda institución educativa. Pero “si definitivamente te encuentras con una pandilla de homófobos intransigentes, corre por tu vida e instaura una tutela”, finaliza.

Puedes leer el manual completo AQUÍ.

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