Dávalos declara ante la fiscalía que se enteró por la prensa de los negocios que hizo Caval

El hijo de la Presidenta Michelle Bachelet, Sebastián Dávalos, llegó el día 14 de agosto hasta la fiscalía regional de O’Higgins para prestar declaración ante el fiscal Luis Toledo, todo esto con el fin de aclarar algunas interrogantes que quedaron abiertas tras su primer testimonio otorgado al Ministerio Público el 13 de abril.

Según consigna “El Líbero”, Dávalos aseguró ante el persecutor que jamás tuvo conocimiento de todos los detalles del negocio de compra y venta de los terrenos en Machalí que adquirió Caval, empresa de su esposa Natalia Compagnon y su socio Mauricio Valero.

Así, en su declaración por la investigación que se lleva a cabo por supuesto cohecho, trafico de influencias, negociación incompatible y violación de secreto, el ex director sociocultural de la Presidencia juró de guata que tras enterarse por la prensa y por las declaraciones de los terceros que salían por medios de comunicación “puedo afirmar que se me ha involucrado en un negocio en el que yo jamás tuve participación alguna ni tampoco interés. Tal involucramiento se hace de manera intencionada con la única finalidad de denostar mi honra e involucrar políticamente a la Presidenta de la República. Lamento profundamente que se insista en ese tipo de argumentaciones que carecen de todo fundamento”.

En esa línea la ex autoridad de La Moneda enfatizó que desconocía todo lo que respecta al negocio de los paños de Machalí que posteriormente fueron vendidos a Silca, firma del empresario Hugo Silva, y de toda “la problemática generada en esa negociación”. Además aseguró que “mi única participación en aquello, lamentablemente, fue haber asistido a una reunión con Andrónico Luksic, a quien no conocía personalmente”.

En su segundo testimonio entregado a Toledo, el hijo de Bachelet reiteró que en la reunión con Luksic sólo acompañó a su señora, Natalia Compagnon y que no tuvo participación en ella. En ese sentido dijo que ignoraba “cuál fue la ganancia efectiva para Caval y para mi cónyuge. Yo no administro su patrimonio. Ella es muy reservada en sus relaciones comerciales y en sus propios negocios y yo no le pregunto y tampoco me interesa”.

Al ser consultado por su rol en la empresa Caval, Dávalos comentó que en primer lugar el conocimiento que tenía sobre los negocios de la firma de su esposa siempre fue “muy escaso y restringido”, mientras que en segundo lugar señaló que “se me asignó una función de consultor sin que mantuviera personal a mi cargo o ejerciera labores de dirección”. Según consigna El Líbero, por este trabajo el hijo de la Presidenta se metía al bolsillo 2,8 millones de pesos mensuales.

Volviendo a poner sobre la mesa los negocios de Caval, el cientista político precisó que “generalmente” las decisiones las tomaba Mauricio Valero, y que con respecto a eso “muchos de ellos me he enterado por lo publicado en prensa durante este año 2015, por ejemplo los negocios que lideró Valero con Saydex o la decisión de adquirir los predios en Machalí”.

Dávalos también reiteró ante la fiscalía que durante los primeros meses de 2012 mientras estaba en la Direcon realizó asesorías para el empresario Gonzalo Vial Concha, sin embargo precisó que aunque colaboró en proyectos dentr de un museo y una fundación de hipoterapia “ambos fueron desechados por el cliente, no se verificaron en definitiva y por cada uno de ellos emití la respectiva boleta de honorarios a la empresa Caval”.

“En ninguno de esos trabajos yo tenía impedimento legal ni reglamentario para realizarlos conforme al artículo 68 de la Ley de Probidad, la que me permitía ejercer labores anexas a la función pública que desarrollaba en la medida en que no ocupe recursos públicos, no se refieran a las propias labores del servicio en que me desempeñaba”.

Dávalos Bachelet también fue consultado por una reunión realizada durante el segundo semestre de 2012 con el empresario Gonzalo Vial Concha. El hijo de la Mandataria respondió que asistió a petición de su señora para servir de intérprete de inglés, ya que la cita contemplaba la presencia de tres personas asiáticas. De esa peguita afirmó no recibir lucas en ningún momento.

“No conocía a Gonzalo Vial sino hasta esa oportunidad. No lo he vuelto a ver tampoco, por lo que niego tajantemente haber desarrollado prestaciones de servicios remunerados para ese empresario en toda mi historia profesional”, sentenció.

Cabe precisar que esta segunda declaración de Dávalos no incluyó la arista por el formateo al computador que ocupó mientras se desempeñaba como director sociocultural de la Presidencia.