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Cultura

16 de Octubre de 2015

Planta Carnívora, la rapera del momento: “Deberíamos hacer un humor vaginista pichulero”

Fabiola Alarcón es deslenguada y malhablada. Sus temas tratan de vaginas asesinas, de penes atados con alambres de púas y peos churretes. La artista visual lleva un buen tiempo haciendo música, pero acaba de hacerse famosa porque alguien viralizó su rap “Vagina Dentada”. Aquí, la nueva voz del rap chorizo.

Macarena Gallo
Macarena Gallo
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Planta-Carnívora-foto-alejandro-olivares

La artista visual Fabiola Alarcón tiene 27 años, es de Peñalolén y pese a su apariencia dulce y tímida, es la persona detrás del rap más bizarro y cochino del último tiempo y que ya suma casi un millón de visitas entre Facebook y YouTube: “Vagina Dentada”, una oda la choreza y al mal gusto.
Sus letras sin filtro, irónicas y absurdas, escapan como vómito y hablan de una mina “entera vía”, cuya vagina es tan poderosa que podría infectar a cualquier pene que intente pasarse de listo. Una planta carnívora asesina: “Qué te pasa no me mirís las tetas, te piso, te aplasto con mi maceta, afila tu punzón, toma un buen tenedor, planta carnívora sale del callejón, te daré el ni que manso tarascón, mi vagina dentada te infectará, mis dientes de piraña no son normal, ya lo verás, te dolerá, te comeré y te chanto tu pene en tu recto anal, candado chino, aaah”.

El trasfondo de “Vagina Dentada”, dice Planta Carnívora, no es el insulto por el insulto. Es apropiarse de un antiguo mito que se usaba para prevenir a los hombres de tener sexo con desconocidas. Una mujer con vagina dentada era lo peor: la enfermedad venérea con patas. El sexismo en su máxima expresión de ignorancia, dice Fabiola: “Mi idea es devolver la mano cuando te tiran ese ‘perra culiá, maraca, ven pa acá’. Hacerla a la inversa: ‘soy planta carnívora, vengo con mi vagina dentada y te voy a arrollar la tula’. En Chile es tabú hablar de la vagina. En la tele muestran una teta y nadie dice nada, pero si hablan de vagina o peo, es incómodo y de mal gusto. Somos ignorantes y muy conservadores”.

Fabiola nunca pensó que sus insolentes rimas la harían famosa. Mucho menos que la invitarían a la tele. Pero hace un año la llamaron del late de Nicolás Larraín en VTR para que cantara junto a Diego Adrián (Adrianigual), con quien tiene un proyecto reggeatonero. Por supuesto, ella dejó la cagada cuando abrió la boca y se puso a tocar su teclado ochentero Casiotone. El conductor se tomaba la cabeza y el set terminó en un ataque colectivo de risa. Su interpretación de “Vagina dentada” fue subida a la web por el mismo programa, pero por esos misterios del mundo virtual, pasó piola. Recién hace un par de semanas alguien la viralizó en el sitio Jaidefinichon y Planta Carnívora saltó a la fama. “Cuando empecé el proyecto no me importaba la gente, tampoco quería darme a conocer y menos esperaba que a la gente le gustara. Ni siquiera a mí”, dice Fabiola.
Como Planta Carnívora, tiene dos discos a su haber: “Planta Dentata” (2012), producido por Marcelo Miopec (MKRNI), y “Puedo escribir los versos más cochinos esta noche” (2014) que incluye hits como “Peo Trasher”, “Los abuelos son bkns” y “Mujer metralleta”. Ahora viene llegando de Atlanta, Estados Unidos, donde estuvo invitada por Converse Rubber Tracks para grabar su nuevo disco, que piensa lanzar el próximo año, en el estudio Stankonia, propiedad de Outkast, uno de los grupos estelares del rap mundial.

APAGAR LA MENTE

Desde los nueve años que Fabiola le pega al rap. Empezó escuchando los casetes de su hermana que escandalizaban a sus papás por el contenido explícito de sus letras que hablaban de sexo, drogas, sida y todas esas cosas. “A mí me gustaba el ritmo, lo encontraba choro, pero cantaba las canciones sin saber mucho qué decían. Desde ahí siempre tuve la inquietud de balbucear el rap. Entonces me puse a escribir poesía muy naif, de amor, de los amigos, de la familia, temas de los que uno habla a los 9 años. Pero claro, las encontraba demasiado románticas para ser rap”.

Recién cuando estudiaba Artes Visuales en la Universidad Católica se lanzó a rapear más en serio. Se inventó muchos apodos para tocar en carretes de amigos, pero ninguno le gustó. Ya era conocida por sus letras puntudas. “Mi lírica era súper dura y violenta. Un día un amigo me dijo “rapeas como si tuvieras la vagina dentada”. Y sí, mi rima es muy asesina, es como una vagina dentada”. Ahí se le prendió la ampolleta. Pensó en bautizarse como Vagina Dentada, pero rápidamente lo descartó: le daba lata que en los conciertos la pudieran llamar como “ahí viene la rapera vagina”. “Un día pensando llegué al eufemismo de la ‘planta carnívora’, que visualmente es parecida a la vagina dentada. Que te digan la rapera planta es más bacán que lo otro. Aparte que planta carnívora igual se contrapone entre sí: ser planta y ser carnívoro. A veces me han invitado a fondas vegetarianas y les digo ‘pero ¡si soy carnívora, qué falta de respeto para los vegetarianos!’. Es chistoso. No podría apoyar el movimiento vegano, si no me nace”.

Planta Carnívora entiende que lo suyo no es hacer rap tradicional. A su estilo lo bautizó como “rapón”, un rap energético y experimental: “Lo que hice fue un giro al freestyle, más fluido y único. Para rapear hay que apagar la mente. Y decir lo que te sale de los pies, de la guata, y no de la cabeza. Hay que pensar menos y decir más, balbucear ideas como lo hacían los dadaístas, juntar extractos y hacer un todo”. Tampoco estudió música. Ni piensa hacerlo en el futuro. “La mayoría de la gente lleva la música en la sangre, pero muchos no se atreven a hacerla porque tienen miedo, porque no tienen talento o desconocen la técnica. A mí me interesa explotar eso de no saber nada, ser autodidacta, porque ya estudié Artes y encuentro que esa es la base para lo que hago”, cuenta Fabiola.

Las letras de Planta Carnívora son chistosas, pero no pretenden ser solo hueveo: “Acá, como todo es tan grave y súper denso, ser ‘profesional’ significa ser serio, fome, pero eso no corre para mí. Hay que tomarse la vida con humor y disfrutar lo que uno hace. Quiero ir mucho más allá, apropiarme de la ironía para darle un sello propio. Reflejando también el contexto latinoamericano, que tiene aspectos como la picardía y las soluciones parches, como las ampliaciones de casas o el uso de la huincha de embalaje para reparar cosas, o esas gráficas estilo altiplánico, medio panfletarias, que dicen como ‘papito no corra, lo esperamos en casa’, ‘la mujer sabia edifica su casa’, ‘hoy no se fía mañana sí’”.

¿Qué piensas del humor pichulero? ¿Debería haber un humor más vaginista?
-Si alguien hace humor pichulero está bien, libertad de expresión, cada cual con su tema. Pero deberíamos hacer un humor vaginista pichulero, sería mejor aún. Hay que neutralizar el tema. El género no importa.

En todo caso, Planta Carnívora no le canta solamente a penes devorados por vaginas asesinas. Tiene una versión cochina de “Puedo escribir los versos más tristes esta noche” de Pablo Neruda y musicalizó “El hombre imaginario” de Nicanor Parra: “Los admiro mucho. Nicanor sabe jugar con el humor, ambos usan muy bien la cabeza porque saben dónde tienen los pies”.

También sus temas rapones apelan a la contingencia, a la Copa América, a los perros vagos, a los ciclistas prohibidos (“Hey, Virginia Reyenato, te gastai la plata en hacerte el moño de carne atrás, no cachai que con photoshop y cirugías las arrugas no se te van a borrar, mejor pon buenas ciclovías”), a los ancianos bacanes (“Oiga tatita deje las pastillitas, ya pos tatita salga de la camita, oiga tatita le traje una yerbita, ya pos tatita tráigase una amiguita”). Otro tema, quizás el menos decoroso, es “Peo Trasher”. Una mandada a la cresta a los creadores de un fanzine que la hicieron trabajar como china: “Peo churrete, sexo anal, protocolar, con tu dialéctica inconclusa hueles peor que animal, cómete tus sesos, exprímelos, eres gonorrea de elefante, tus extremidades parachoque, mejor las froto con un Porshe y qué tanto mejor me caso con un mutante más elegante, menos atorrante. Pesco tu pene, lo ato con alambre de púa, los perros ya vienen a chuparte las heridas, idiotez asesina, no te metas con mi prima, por tu ano entra metralleta y granadina…”.

¿Qué te dicen los hombres cuando escuchan tus letras?
-No se sienten ofendidos, pero de repente te dicen que lo que hago es feo y no es arte. Y no necesariamente el arte tiene que ser bonito. Toda mi honestidad a la gente le choca mucho. Y no la entienden por ser tan cerrados. Es muy absurdo. Pero no pesco los comentarios. No estoy ni ahí. Si me interesaran, nunca hubiera hecho Planta Carnívora. Hay que deshacerse de todos esos miedos.

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