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Nacional

26 de Octubre de 2015

Siete de cada diez chilenas han sido acosadas sexualmente en la calle

Según la investigación, lo más frecuente son los comentarios con connotación sexual, miradas lascivas y silbidos, mientras que el acoso con implicancias físicas, como roces y tocaciones, llega al 45% de los casos. Por el lado de los hombres, uno de cada cuatro admite haber sido intimidado sexualmente.

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El 68% de las chilenas; es decir, siete de cada diez mujeres, admite haber sido acosada sexualmente en la calle.

Esa una de las conclusiones que arrojó el estudio “Jóvenes y Acoso sexual Callejero” elaborado por el Ministerio de Desarrollo Social a través del INJUV, en colaboración con el Observatorio Contra el Acoso Callejero (OCAC Chile) y Cadem.

En total, la muestra recogió información de 1.114 jóvenes, entre 15 y 29 años, de las 15 regiones que hay en el país.

En el caso de las mujeres, el acoso más común es el que no implica contacto físico, y que tiene ver con comentarios de índole sexual, miradas y silbidos. Respecto del acoso físico, vale decir, tocaciones y roces, alcanza el 45% de los casos.

Esta última forma de acoso, según el estudio, es más frecuente en jóvenes de sectores socioeconómicos bajos. En este segmento, un 9% afirma que le ocurre de manera recurrente, en contraste con el 2% de los sectores medios y el 1% de los sectores altos.

¿Qué pasa con los hombres?

Si bien la cifra que afecta a los hombres es notoriamente menor a la de las mujeres, el 25 de éstos reconoce haberse visto envuelto en una situación de acoso.

De ese universo, el 51% señala haber sufrido acercamientos intimidantes.

Respecto de los lugares donde más frecuentemente ocurren los acosos, para las mujeres es en la calle y para los hombres en el transporte público.

“Esta cifra revela que el espacio público se vive de forma diferente de acuerdo al sexo de la persona, es decir, que la sensación de inseguridad de la mujer en lugares públicos, crece porque percibe la posibilidad de ser acosada o violada como algo real. Asimismo, cuando un hombre es violentado sexualmente por una mujer, es presionado a reaccionar como si fuera una situación normal y agradable”, señala el informe.

 

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