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Nacional

7 de Noviembre de 2015

Marta Larraechea habla de sus ganas de fumarse un pito: “A esta edad me lo merezco”

La ex Primera Dama en el Gobierno de su marido el ex Presidente Eduardo Frei, habló de todo con la revista "Sábado" de El Mercurio: Sus ganas por probar la marihuana, la crisis de fe que está viviendo con los curas por culpa de los abusos sexuales al interior de la Iglesia. Advierte que el Papa Francisco "mejor que ni venga" a Chile tras tratar a Osorno de tonta y por último no le quitó el poto a la jeringa al perdón de Matte ni a la investigación por un posible financiamiento irregular de la campaña de Frei en 2009.

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Martita-Larraechea_Alejandro-Olivares

Sin filtro. Así fue la entrevista que la ex Primera Dama en el Gobierno del ex Presidente Eduardo Frei, Marta Larraechea, otorgó a la revista “Sábado” del diario El Mercurio.

En ella habló de todo: de sus deseos de fumar su primer pito, los abusos sexuales al interior de la Iglesia, la colusión en el papel confort, el alejamiento de Frei de la primera línea política y un posible financiamiento irregular de la campaña del ex Mandatario en 2009 por parte de Soquimich.

Sobre esto último Larraechea sostuvo que “no hay afortunadamente ni un cargo, gracias a Dios, a la santísima Virgen. Si hubiera, ya estaría en la justicia”. Añadió a la pasada que “lo único que quiero es que todas las cosas se sepan. Y todo esto se puede saber porque mi marido, en su gobierno creó la Fiscalía Nacional Económica. Si no existiera, todo lo que está pasando estaría bajo tierra”.

La ex Primera Dama precisó que “si se juntó plata mal habida por personas que no sabemos quiénes son, a nosotros no nos entró esa plata. Todavía estamos pagando la campaña, a diferencia de gente que recibía plata y con eso les pagaban a los empleados que tenía en sus empresas. Eso es otra cosa”.

De hecho recordó a todo el mundo que “a Eduardo no lo han formalizado por nada, no lo han acusado por nada. Solo hay una persona que dijo que le habían pedido una boleta para la campaña de Frei, es lo único que hay. Que dijo que le habían pedido plata que no entró nunca al comando. Eso sé”.

Sobre el alejamiento de Frei de la primera línea política, su esposa explicó que “Eduardo está desde el año 85, son 30 años… ¿Te das cuenta los años que llevamos en esto? Como decía mi mamá, uno tiene que saber llegar y saber irse; lo demás es ser pegote”.

Abusos en la Iglesia

La “Martita” asegura que se encuentra viviendo una crisis de fe por los curas, ya que además de los bullados casos de abusos sexuales al interior de la Iglesia, un hecho que la emputeció fue el nombramiento de Juan Barros como obispo de Osorno, el religioso cercano y acusado de posible encubrimiento a favor del ex párroco de El Bosque, Fernando Karadima.

“Tengo mucho dolor por ese tema. La gente de Osorno no se merece lo que le han hecho”. dice la ex concejala, a su vez que rechaza los dichos del Papa en cuanto a que la gente de Osorno es tonta y que todo es culpa de los zurdos. Para la entrevistada Barros si es cristiano y humilde debiera dar un paso al costado.

Por otra parte avisó al Papa Francisco “que mejor ni venga, él no nos quiere, habla peyorativamente de la gente de Osorno, va a Bolivia y aunque se comprometió con la Presidenta habla el tema limítrofe igual”.

Al ser consultada por el bullado caso de colusión en el papel higiénico por parte de CMPC Tissue del grupo Matte y de SCA Chile, ex Pisa del ex ministro Gabriel Ruiz-Tagle, Martita Larraechea tiene una opinión clarísima.

“Tengo mucho desprecio por la gente que es ambiciosa. Cuando uno tiene para vivir bien, para comer, una casa calentita, una familia unida y puedes darte tus lujos, viajar (…) pero tienen esa desesperación por tener más”.

Añadió que “hay muchos de ellos, como está probado, que lo único que quieren es tener más plata. Y no son unos muertos de hambre”.

Sobre el perdón de Eliodoro Matte, la ex Primera Dama pone sus dudas sobre la mesa, ya que “pienso que si los dueños de la empresa ven que se está ganando 100 y al otro mes 1.000, tú preguntarás por qué estamos ganando más. Hay algo que uno huele”.

Otro punto que también se dio el tiempo de abordar fue el hecho de que cuando cumplió 70 le avisó a toda su familia que quería fumarse tranquilamente un buen pito. “Fue como si hubiera tirado la bomba atómica. A mis hijas casi les dio un infarto. Decían que cómo se me ocurría. Al final un nieto me dijo ‘yo te voy a regalar uno'”.

“Ya me lo voy a fumar, si a esta edad ya me lo merezco ¿o no?”, cerró.

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