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Opinión

19 de Noviembre de 2015

Columna: Jaime hay que hacer algo esta situación en la Ponti es intolerable

Querido Jaime, supongo que no estás descansando en paz con las últimas elecciones de la FEUC. Ha ganado la ultraizquierda y de manera contundente y debo decirte y creo que compartimos el diagnóstico: lo ocurrido en la amada Pontificia es alarmante y muy sensible para los altos intereses de la Patria. No cabe en la […]

Bruno Vidal
Bruno Vidal
Por

jaime guzmán

Querido Jaime, supongo que no estás descansando en paz con las últimas elecciones de la FEUC. Ha ganado la ultraizquierda y de manera contundente y debo decirte y creo que compartimos el diagnóstico: lo ocurrido en la amada Pontificia es alarmante y muy sensible para los altos intereses de la Patria. No cabe en la cabeza que la FEUC haya caído en manos de jóvenes mal inspirados que denigran los valores permanentes de la propiedad privada, de Dios y de la familia. Fíjate tú que estos chiquillos de Crecer son anarquistas, marxistas, leninistas y aman al Che y a Evo y consideran que en Cuba no hay dictadura. ¿Te fijas? Lo desastroso se está imponiendo, es jodido, el marxismo ateo no tiene nada que hacer en los reinos de este mundo y viene un 53% del estudiantado a decirnos que siguen creyendo en la misma fregatina artera.

Jaime la situación es francamente delicada, se está llegando a límites intolerables; esto me recuerda tus mejores tiempos, en que la Ponti fue asediada por el marxismo sesentero y donde a ti te correspondió un papel decisivo en neutralizar los ataques de la aplanadora canalla que quería esclavizar a la Universidad y a los chilenos. Jaime se nos ha puesto pesada la pista, otra vez el demonio ha logrado penetrar las mejores mentes de la juventud republicana y de buena familia dando la pasada a la irresponsabilidad y a la depravación aviesa. Jaime mi preocupación es total, cómo salir del paso, cómo enfrentar a estas gentes, te lo digo de corazón estoy alarmado, y para mayor legitimidad de estos movimientos que buscan dar una seguidilla de golpes a lo más sublime de nuestras instituciones, nuestro sector no ha estado a la altura de las circunstancias, se cometen errores no forzados de una magnitud tal que ya no es solo el set sino el match lo que está en juego; Jaime en el capítulo espiritual de nuestras filas cunde el pánico, no hay facilidad en las entendederas del gremialismo y se nos viene por delante una marea incontrolable dispuesta a lo peor, estas gentes quieren reformarlo todo, echar abajo la Obra y en último término vejar a la patria, desalentarla, hacerla desfallecer en el caos y en la patraña de la inclusión y la no discriminación.

Jaime querido y admirado estas ignominias nos ponen en serias dificultades, no se observa un horizonte repleto de buenas expectativas y de buena fe. La patria está dejándose carcomer en la trascendencia de sus quehaceres, repitiendo los yerros del pasado y que tanto sufrimiento costaron a Chile y a sus viejos amores. Jaime el marxismo desgraciadamente no fue extirpado de raíz, se está apropiando de Chile con la misma estrategia solapada de siempre: buenas intenciones por doquier pero la garra del odio y del resentimiento dejando caer su maldad sobre el cuerpo social; la vieja costumbre de lobos con piel de oveja.

Jaime, pienso que lo primero es rezar a la Virgen del Carmen y enseguida adoptar medidas urgentes, recuperar a los incautos, a los desilusionados y dar la pelea en todos los frentes. Una romería a tu tumba no estaría mal; invocar tu sabiduría y tu doctrina implacable. Jaime lo que ocurre es doliente y perverso, una vez más se harán sentir las llagas del Cristo en la aulas, en las fábricas, en los campos, en las poblaciones y en los regimientos y cuarteles. Una vez más tendremos que salir a la calle a vitorear esa consigna tan imperecedera: ¡Chile es y será un país de libertad!

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