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6 de Diciembre de 2015

Los arreglos por más de $114 millones en la casa del comandante en jefe del Ejército

Los cuantiosos arreglos -que equivalen a la compra de una casa o departamento de UF 4465-, se realizan en medio de las críticas a la institución por el escándalo del Milicogate y luego de que se conociera, a fines de octubre, que se adquirió, también para Oviedo, un vehículo Hyundai Equus por $43,5 millones de pesos.

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El 13 de octubre de 2015, el Servicio de Normalización y Fiscalización de Viviendas Fiscales de los Comandantes en Jefe del Ejército abrió una licitación en Mercado Público.

El proceso fue identificado con el código 836575-21-LQ15, lo que implica que se trata de una compra igual o superior a 2.000 UTM e inferior a 5.000 UTM (entre $89.910.000 y $224.775.00) y que no requiere toma de razón de la Contraloría.

El 2 de diciembre, la licitación fue adjudicada a tres empresas por un monto de $114.455.313, compañías que deben en un plazo de 100 días dedicarse, según la información oficial proporcionada por el Ejército a petición de The Clinic Online, “a reemplazar luminarias convencionales por Led; cambio de tableros eléctricos; hacer canalizaciones subterráneas para dicho sistema; todo ello, de acuerdo a la normativa de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC)”.

Es decir, se realizará una millonaria inversión en el inmueble que ocupa Humberto Oviedo, máxima autoridad de la institución castrense. La propiedad en la que se debe trabajar se emplaza en el mismo predio que el lujoso Club Militar en el sector de Lo Curro -que originalmente Pinochet mandó a construir para sí mismo- , aunque se trata de una propiedad independiente del centro de eventos.

Los cuantiosos arreglos -que equivalen a la compra de una casa o departamento de UF 4465-, se realizan en medio de las críticas a la institución por el escándalo del Milicogate y luego de que se conociera, a fines de octubre, que se adquirió, también para Oviedo, un vehículo Hyundai Equus por $43,5 millones de pesos. La explicación en aquella oportunidad fue que la adquisición formaba parte “del proyecto de renovación del parque automotriz del Ejército, que ya se encontraba financiado y que se amortiza también por la enajenación de los vehículos que serán reemplazados”.

El punto es que las adquisiciones coinciden con un periodo de reducción de gastos del Estado que llevó en septiembre al ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés a firmar un protocolo de acuerdo que evita realizar reajustes en los sueldos de parlamentarios y altos ejecutivos del sector público como una “señal de austeridad del Estado en un momento en que hay otras prioridades”.

¿Cómo se explica entonces la costosa “mano de gato” a la casa que ocupa Oviedo? Desde el Ejército se relató que “luego de 17 años de uso, se realiza este proyecto de mantenimiento de la vivienda fiscal que ocupan los Comandantes en Jefe, a fin optimizar el empleo de recursos, racionalizándolos para ser eficiente energéticamente y sustentable”.

LAS OTRAS POLÉMICAS

La millonaria inversión castrense se suma a otras polémicas que han involucrado al Ejército. Además del auto de $43 millones que levantó críticas, está la fallida adquisición en 2011 de una casa de $534 millones para el general (R) del Ejército Cristián Le Dantec, quien fue nombrado en febrero de 2010 como el primer jefe del Estado Mayor Conjunto y que a través del Comando de Ingenieros del Ejército buscaba adquirir un inmueble “acorde con la dignidad del cargo”.

La Contraloría dictaminó en la época que la compra no se ajustaba a derecho y se detuvo la transacción.

El Ejército, además, ha estado en la mira de la opinión pública por el llamado “Milicogate”, que corresponde a cerca de 10 millones de dólares que desaparecieron de los fondos reservados del cobre a través de cientos de operaciones fraudulentas, según antecedentes inéditos que aportó en exclusiva The Clinic en agosto de este año.

En la causa, que investiga la Justicia Militar, ya han declarado diversos involucrados en los ilícitos desde 2011 y, más allá de algunas versiones encontradas, las indagatorias apuntan a las irregularidades habrían empezado años antes de lo sospechado.

La el caso, además, está siendo revisado por una Comisión Investigadora de la Cámara de Diputados.

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