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Opinión

9 de Diciembre de 2015

Douglas Tompkins, ecologista: “La democracia, igual que el capitalismo, no funciona”

Nació en plena Segunda Guerra Mundial en una familia estadounidense acomodada. Aunque no fue a la universidad, transitó la ruta de un gringo exitoso de su tiempo. Fue esquiador y escalador, realizó películas y fue empresario millonario con marcas que hicieron historia, como The North Face, donde en los 60, dice el mito, él y un colega inventaron las carpas tipo iglú. Luego creó una transnacional de ropa que se expandió a 60 países. Pero a fines de los 80 vendió sus empresas y se volcó a la ecología y la conservación. Se instaló en la patagonia chilena y desde entonces, junto a su segunda mujer Kristine McDivitt, han adquirido unas 800 mil hectáreas con fines de conservación. Algunas tierras están en recuperación y otras han sido donadas como parques nacionales en Argentina y Chile. Desde el fin del mundo, el activista Tompkins predica que estamos aferrados a un modelo de sociedad que está liquidado.

Andrea Moletto
Andrea Moletto
Por

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-¿Tienes una relación personal con Piñera?
-Lo conozco, porque lo ayudamos cuando compró las tierras en Chiloé donde ha creado un parque parecido a Pumalín. Él es el único presidente en el mundo que ha hecho un proyecto de este tipo, comprar tierras para su conservación y abrirlo con acceso al público.

-¿Qué te parece el uso de la conservación como una plataforma política?
-Bueno, es difícil separar todo, pero pienso que él hace esto por convicción. La conservación es un acto político de facto y si un político como Piñera está haciendo un proyecto de conservación, él también está en la misma canasta de hacer un acto político.

-¿Has donado a alguna campaña política?
-Nunca.

-Te han pedido mucho, imagino.
-Sí, pero saben que no soy contribuyente.

-¿Por qué no?
-Porque no creo en el sistema.

-¿Has donado dinero para causas políticas?
-No. Bueno, si consideramos que ambientalismo y conservación es un acto político, en este caso sí.
-Los grupos ambientalistas son anticapitalistas, ¿no?
En todos los movimientos hay un círculo de pensadores, que son la punta de lanza, y que hace un buen rato han definido que la tecnología económica llamada capitalismo es la raíz dela crisis ecosocial,y es un sistema imposible de reformar porque tiene características que obligan a una sociedad a comportarse de cierto modo. Pero estas ideas toman tiempo para infiltrarse en el cuerpo político. Aquí hablo del capitalismo global que está destruyendo el ecosistema por su arquitectura tecnológica,y hay que usar el mismo análisis que usamos con esto(toma mi iPhone), que es un arma de destrucción masiva…

-¿El iPhone es un arma de destrucción masiva?
-Sí. ¿Qué hace esto?

-Nos conecta.
-Si haces un análisis de este aparato, que es un computador portátil muy chiquitito, estoy seguro que estás pensando: ‘Esto me ayuda en mi trabajo’, pero esa es la Tragedia de los Comunes.

-¿Qué es eso?
– Tragedy of the Commons, es una parábola. En el tiempo de los pastizales comunes en Inglaterra hace unos 300 años, los campesinos tenían el derecho de pastorear un número de ovejas, supongamos que en un pastizal había espacio para cien ovejas, diez campesinos tenían derecho a llevar diez ovejas a pastar, porque esa era la capacidad de carga de ese pastizal. Pero un día un campesino llegó con once ovejas y esta oveja extra a la larga destruyó los potreros. Su interés por tener un 10% más para él, provocó una tragedia para todos.

-Ya, pero cómo llegamos al iPhone
-Esto es una máquina de aceleración. Más que cualquier otro atributo, está acelerando la actividad económica, el consumo y eso está poniendo presión en los ecosistemas. Estamos sacando más biomasa del mar, cortando más árboles, destruyendo más suelos, contaminando más agua y más partículas del aire, por eso es un arma de destrucción masiva. Este es nuestro problema como especie, no tenemos la capacidad de analizar esto en su totalidad. Estamos mirando el iPhone igual que el campesino con su oveja.

-¿Hacia dónde debiera mutar y cambiar el mundo? Porque hay un consenso del daño en el mundo ambientalista…
-No hay un ‘mundo ambientalista’, ¿dónde vives tú? Todos vivimos en el mismo mundo y a todos nos afecta el cambio climático. Me parece irrisorio cuando la gente habla,‘ bueno, tú que eres ambientalista’.Pero antes me gustaría dejar todas las estrategias a un lado, hasta hacer un análisis profundo del escenario en que nos encontramos. Cuando entendamos esto, la estrategia para revertir la crisis va aparecer prácticamente sola. Hay una metáfora que sirve para desarmar la idea de progreso y crecimiento sin fin –ideas inherentes al capitalismo- y es la siguiente.Si vamos caminando hacia un abismo y llegamos al borde, vemos que con un paso más nos vamos a caer, ¿qué haces? Ya no das un paso adelante. Y es importante esta palabra, “adelante”, porque para nuestra cultura ir hacia adelante es bueno e ir hacia atrás es negativo. Abajo es malo y arriba es bueno; si el mercado bursátil sube, todos felices, si baja, todos deprimidos. Eso está metido en nuestra epistemología, por eso tenemos una barrera que no nos permite volver atrás. Pero en esta pequeña metáfora, si giramos y damos un paso hacia atrás, nos salvamos. Tenemos que superar esa barrera que está bloqueando nuestra imaginación, soltar nuestra mente fijada en que no podemos volver atrás, porque probablemente necesitamos volver atrás. Necesitamos reducir los números de seres humanos en el planeta.

-¿Hablas del control de la natalidad?
-No. Planificación familiar. Es totalmente distinto de control.

-¿Debiera haber leyes para restringir la cantidad de hijos?
-El Estado debe estimular la responsabilidad social en forma de leyes. El Estado está restringiendo tu “derecho” de andar a cualquier velocidad. Tenemos muchas restricciones, toda la sociedad es así, no es nada nuevo. Pienso que cada persona, si toma su responsabilidad social, va a tener un hijo. No más. Porque estamos sobrepasados en la capacidad de carga en todas partes del mundo. Cada individuo debe ser responsable de su reproducción, es algo razonable y con sentido común.

-Dices que cuando la gente tome conciencia va a llegar a la solución, pero eso es individual. ¿Cómo se logra el cambio de manera colectiva?
-Siempre buscando consenso. Y si partimos con el concepto de responsabilidad social, es fácil llegar al consenso de que es una buena idea la de tener un solo hijo por familia hasta que la capacidad de carga esté equilibrada con la habilidad de la naturaleza de renovar los sistemas. Si no, no hay futuro. Y si no hay futuro es para mí ilógico y absurdo seguir como estamos.

-Eso coarta la libertad individual.
-Yo creo en lo que dijo Solzhenitsyn, que la libertad es la restricción de nuestros deseos personales. Hay que restringirse. Yo estoy restringiendo mi comportamiento cada día y tu también.

-¿Pero cuán relevante es la planificación familiar para los cambios que se necesitan?
-Sabemos que el consumismo, especialmente para el norte global, y la explosión demográfica del sur global, son los dos elementos más importantes que están empujando la crisis ecosocial. El norte tiene que bajar su consumo y en el sur, bajar la población. Y no es nada radical, es sentido común y es un verdadero aporte hacia la solución de la crisis en que estamos.

-¿Esto no trae aparejado un sistema político que restrinja las libertades individuales?
-Estas medidas son personales y no impuestas por el Estado. Eso es más poderoso.

-¿La política no cumple ningún rol?
-Explicar bien y sistémicamente cuáles son las raíces de la crisis en la que estamos todos entrampados. Es un rol del Estado, pero también de la sociedad civil. Entre todos la solución va a salir por sí sola.

-El filósofo y antropólogo francés Bruno Latour dice que las Constituciones debieran incorporar la relación con la naturaleza porque lo social y la naturaleza ya no puede ir por separado.
-¡Por supuesto! Esa es una visión ecocéntrica. Muchas culturas por miles de años han seguido esto, solo en la época de las luces se cambió el paradigma. Es recién que el mundo cambió su cosmología a un antropocentrismo donde el hombre con su arrogancia piensa que él es el ser supremo dominando todo el resto de la naturaleza, lo que es un enorme error de percepción.

-En el diagnóstico,¿dónde queda el mundo político?
-Generalmente está muy atrasado. Los políticos van atrás, obligados por el sistema, por la democracia, que igual que el capitalismo, no funciona.

-¿Por qué no funciona la democracia?
-Cualquier sistema que con un 51% tiene mayoría, es un fracaso de antemano, conceptualmente.

-¿Cómo debiera ser? ¿Un 100%?
– 95…I don´t know…pero un 51% y 49%, jajajaja…

-Te da risa.
-Es que es un chiste.

-Pero uno cree en la democracia.
-Pero eso no significa que funcione. La democracia está funcionando por default, por falta de otro sistema, pero hubo otros sistemas.

-La tribu.
-Sí, algunas tribus, pero hay miles de ejemplos en la historia, donde los pueblos llegaban a consensos y si no había consenso, hablaban hasta que tomaban colectivamente una decisión. Hoy se creeque la democracia es el único sistema posible, y a veces la proporción es 49,5% y 50,5%, cómo puedes tomar en serio la democracia. Pero no hay otras ideas y para mí eso es falta de imaginación.

-Tampoco está muy claro cómo incorporar movimientos sociales que empujan cambios como los que tú dices.
-Pero tú estas hablando dentro del propio sistema, de pequeños ajustes, y yo estoy hablando del sistema en sí, de su estructura. La democracia es una tecnología política, es como el capitalismo y tiene las mismas características, ni en un millón de años va a cerrar esta brecha entre el 49 y el 51, porque es inherente al sistema. Ninguna decisión puede ser tomada hasta que haya al menos un 90% de consenso. El 100% es una utopía, hay que descartarlo, nada es perfecto, pero 90% es factible. Yo vengo de El Amarillo, una pequeña aldea del sur de Chile donde hay 200 personas y una junta de vecinos, donde no hay votos, tenemos consenso. Es muy por encima de la democracia porque es de verdad, ves cómo la comunidad está operando y cómo opinan.

-¡Pero somos 7 mil millones de habitantes en este mundo!
-Bueno, requiere una descentralización masiva. La globalización es la tecnología más centralizadora en la historia del mundo, las decisiones están cada vez en menos manos.

-Pero hay más participación, las redes sociales son un ejemplo.
-Las redes sociales son un chiste. Un chiste. No están moviendo nada. Ni una decisión contundente está tomada por las redes. La revolución de Egipto y eso fueron fracasos y el 98% del tráfico de comunicaciones en las redes sociales es trivia.

-¿Puras tonteras?
-Puuu… Hay puras tonteras en redes sociales y millones y millones de selfies. Esa es la red social. Es el vehículo para ampliar el proceso de estupidización de la sociedad. Más estúpidos cada día, más tontos cada día.

-Chuta, pero la tontera, así como la inteligencia o la codicia son parte de la naturaleza humana…
-Pero hay otros modos de vivir en vez de una sociedad tecno industrial. Los amish, por ejemplo. Para mí un niño amish es un placer, ayuda a sus hermanos a hacer sus tareas en casa, tiene una alegría que otros niños no tienen, no son consumistas ni materialistas y su acercamiento a la tecnología es cauteloso, entonces su cultura para mí está funcionando bien.

EL COLAPSO

-¿Te sorprende la relación entre el dinero y la política que se está destapando ahora con los casos de corrupción?
-Sabemos que el sistema es bastante corrupto. Estamos viendo esto en Chile a escala menor, aunque no estoy muy al tanto de los detalles, pero es una gota de agua en comparación con Estados Unidos,donde el sistema está comprado por los grandes intereses y esto para mí es un precursor de la caída de la civilización occidental.

-¿La corrupción?
-Sí. Pero de nuevo, nadie está cuestionando la democracia. Un sistema que con el que no es posible mantener una coherencia, porque se polariza la sociedad y la polarización es el último paso a la alienación y ese es el comienzo del fin de la sociedad.

-¿Vamos a colapsar?
-Con esta polarización no veo cómo una sociedad puede avanzar, especialmente con relación a la naturaleza, que es algo cada vez más crítico. La democracia es disfuncional, su lógica no permite un consenso, entonces hay que inventar otro sistema.

-¿Habrá tiempo para cambiar algo antes del colapso que vaticinas?
-Los efectos del cambio climático son tales que van a provocar una enorme revuelta de toda la civilización.Toda la historia es así, pero somos tan arrogantes con nuestro optimismo tecnológico que pensamos que esto es una línea recta al futuro. Pero la civilización tecno industrial va a colapsar. El colapso del Imperio Romano tomó 250 o 300 años.

-No vas a ver el colapso entonces.
-Me gustaría vivir 200 años más para ver cómo evoluciona esto, tengo mucha curiosidad.

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