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Opinión

18 de Diciembre de 2015

Sergio Bitar y el problema de la gratuidad: “Todo el diseño del Mineduc desde marzo no fue el adecuado”

Uno de los hombres fuertes de la Concertación y actual miembro del Consejo Asesor del Mineduc, el ex ministro Sergio Bitar, en entrevista con The Clinic Online, analiza las dificultades políticas de la Reforma Educacional y la glosa de gratuidad impugnada por el TC. Sus dardos apuntan a los problemas de gestión que tienen al gobierno avanzando de tropiezo en tropiezo. Plantea la necesidad de rediseñar la segunda etapa del mandato de Bachelet y, también, responde a los cuestionamientos del movimiento estudiantil.

Macarena García Lorca
Macarena García Lorca
Por

Bitar

En medio de la incertidumbre que enfrenta el gobierno hasta conocer en detalle el fallo del Tribunal Constitucional (TC), el ex ministro de educación, Sergio Bitar, un hombre resistido por el movimiento estudiantil, entrega su visión sobre los problemas para implementar la gratuidad y los principales desafíos que tiene el gobierno en la mitad de su mandato. A su juicio, la Nueva Mayoría perdió la capacidad de acompañar el relato de sus políticas públicas con una buena ejecución.

En el estudio de su casa, Bitar también aborda el actual momento político que atraviesa el PPD en sus 28 años de historia y, a propósito del Milicogate, hace un llamado a que de forma urgente el gobierno termine con la ley reservada del cobre. Sostiene, además, que Lagos no quiere ser candidato, pero no eludirá su responsabilidad.

En la NM reclaman que se advirtió al Ejecutivo del riesgo que el TC impugnara la glosa de gratuidad. ¿Esto es resultado de que se han hecho mal las cosas, cómo ve el fallo?
-No me gusta el fallo, pero es el fallo. El que ha peleado por la democracia, si quiere cambiar ese riesgo, hay que cambiar la constitución. No creo que el camino sea emprenderlas contra el TC, aunque hay razones de sobra para hacerlo…pero así están las cosas. En política hay que tener los pies en el suelo. La decisión de partir antes y poner recursos para la gratuidad el 21 mayo fue buena, pero no tuvo la suficiente consulta sobre cómo se hace. En las reformas no basta decir qué, hay que ir detrás con el cómo, sino no vale, no estaba bien hecho, los equipos no respondieron. Después de eso la Presidenta cambió al Ministro. Todo el diseño del Mineduc desde marzo no fue el adecuado. No hubo sincronización ni plan b. La salida que se encontró es la glosa y obviamente no había plan b para salir de esa situación, peor aún en un momento que no hay días disponibles para adecuarse a las demandas del sistema universitario. Es como que uno se tropieza, se para, se vuelve a tropezar. No habla bien de cómo se manejó esto.

Usted sabe que el TC se perdió por la mala gestión del gobierno en la última nominación de candidatos, más aun en un año que se están tratando de llevar adelante reformas. ¿Qué opina de eso?
-(Se agarra la cabeza)En el mundo se discute mucho la necesidad de constituir centros estratégicos de gobiernos, con gente bien preparada, que están al lado del presidente, revisando los riesgos, analizando los problemas, coordinando instituciones, priorizando lo fundamental. Esto acá antes se hacía bien, pero ahora se ha debilitado. Un equipo así aquí habría dado señales potentes en materia de Contralor y el TC. En este gobierno la gente que está en esa tarea es buena, pero muy poquita. La NM tiene que repensar la reorganización del Estado en materia estratégica y táctica. Esa es una forma de responderte sin ser crítico de cada decisión, pero obviamente no es comprensible que vamos a terminar en navidad con un nuevo Contralor, desde marzo se sabía, qué lógica hay en eso.

Honestamente, cómo cree que se debieron hacer las cosas en la reforma educacional.
-Yo lo que me pregunto es cómo se hace para delante, lo anterior lo vemos cuando se termine el gobierno. Ahora nos tiene que ir bien. Tenemos una gran oportunidad de una proyecto de educación superior potente. Tengo la convicción que la tarea número uno es instalar capacidad regulatoria de calidad, sin lo cual, no habrá mejoramiento de la educación superior. Si no se instalan las instituciones y se deja que siga desregulado como está, con esta falsa autonomía, no va funcionar. Ya cumplimos la etapa de la expansión de la cobertura, ahora tenemos que ver cómo aumentamos la calidad.

Hay apuro por enviar el proyecto, debería estar antes de 31 de diciembre.
-No entiendo la prisa, en mi opinión y la he expuesto, no a la prisa. Mire, si en enero y febrero, quién va discutir este tema en el Parlamento, esto no se discutirá antes de abril. Por qué en esos tres meses no se afina mejor, se evita que la derecha tenga tiempo para cuestionarlo íntegramente y entremos con el pie izquierdo. No entiendo porqué se hace de otra manera. Además, por experiencia, enviar proyecto tan macizos no funciona, se traba su tramitación, por qué no explicarlo como un todo y ejecutarlo por partes, pero el gobierno decide y estaremos detrás de ello.

Para sacar adelante la glosa, cree que debe ser vía administrativa o por ley corta. Se especula que podría ser esta última.
-Hay medios y periodistas que inventan noticias y luego tratan de justificarlas. El mecanismo que se utilizará no puede estar cerrado si aún no se conoce el fallo, el gobierno se está poniendo en distintos escenarios.

¿Qué le parece que se financie los planteles privados en vez de fortalecer la educación pública? Usted dice que hay que mirar hacia afuera, en ningún país el Estado financia la educación privada.
-La discusión está instalada desde que existe el Cruch. Lo primero, a mi juicio, es ir hacia un plan de expansión de las universidades del Estado, poner recursos de infraestructura, profesores y expandir la matrícula en 10 años. Eso implica crear un sistema de universidades estatales, creo que va ir en el proyecto, para que tengan todas una misma lógica global. Tampoco se puede aceptar que haya estatales malas, hay que reforzarlas y subirle los estándares. Luego, tenemos que tener un sistema de financiamiento para que haya acceso de los jóvenes de menores ingresos, eso ya está en las privadas, pero con la exigencia que sean sin lucro y acreditadas, eso determina si se financia al estudiante. Más de la mitad de los médicos se forman en planteles privados, tenemos dos caminos: no darles nada o exigirles un nivel que no se les ha exigido antes. Para eso se necesita una capacidad regulatoria mucho más fuerte.

Como uno de los principales personeros de la Concertación, cómo recibe las críticas del movimiento estudiantil. Acusan que en los 20 años que gobernaron se descuidó la educación pública y se fomentó la educación de mercado.
-Estoy totalmente en desacuerdo, es una simplificación. En cada momento histórico se toma la decisión de lo que se puede hacer y luego vamos corriendo el cerco, los cambios no se hacen de la noche a la mañana. Lo que veo en algunos jóvenes es desconocimiento, lo que se pudo hacer entonces, hoy se puede hacer mucho más. No porque no se hizo hace 15 años lo que se puede hacer hoy, lo anterior era malo, peor es que no lo hubiéramos hecho. Nadie se compromete con un instrumento operacional, como si fuera un dogma ideológico. Lo otro es que hay movimientos políticos más radicalizados que cuestionan completamente a la Concertación o la NM pero no por rigor analítico, sino para contraponer lo que proponen ellos. Hay que debatir con todos los actores.

En específico a usted le critican la implementación del CAE, se lo sacan en cara.
-Nadie con dos dedos de frente puede pensar que yo lo inventé y yo lo apliqué, son procesos políticos que se venían gestando, fue aprobado por las dos Cámaras, no hubo oposición, ¿o sea, todos los parlamentarios eran estúpidos? El cobre valía menos de un dólar, no había recursos. En ese momento estaban el crédito Corfo que era carísimo o el papá que iba al banco le sacaban un ojo. Hicimos dos cosas, ampliamos el crédito solidario y luego para los que no eran de las universidades del Estado, como no podíamos dar becas y no había plata para los técnicos, bueno, se instaló este sistema. Los resultados son que la expansión de la matrícula en las carreras técnicas fue enorme. Permitimos que ingresaran un número importantísimo de jóvenes de menores ingresos, para hacer realidad lo que prometió Lagos, que ningún joven teniendo méritos se quede fuera por la cuna. Me ha molestado un poco lo del CAE porque se transformó en una banderita ideológica, pero fue un mecanismo fuerte para la igualdad, se pudo haber hecho mejor, cierto, lo podían haber cambiado antes, cierto, pero descalificarnos por lo que se hizo y no valorarlo, creo que no es correcto. Estoy dispuesto a conversar con todos y explicar, pero no se puede descontextualizar históricamente las decisiones.

Los problemas de gestión de Gobierno

¿Cuáles son los principales problemas que enfrenta el gobierno, que lo tienen con niveles de desaprobación nunca antes visto y con un bajo apoyo a las reformas?
-Políticamente tenemos dos problemas: El primero es que una coalición de gobierno que quiere conducir el futuro, tiene que mirar más allá. La Nueva Mayoría no lo está haciendo, deben reflexionar sobre el país que tenemos y lo que haremos post 2017. No hay una visión de Estado. Hay que mirar a largo plazo y no estar debajo de las polleras del gobierno. En segundo lugar, no hay éxito de una coalición si no defiende su gobierno, tiene que apoyarlo, ser firme y leal, pero eso también implica ser crítico de lo que no se está haciendo bien y con eso ayudar a la Presidenta a que se hagan mejor. El gobierno ya está estabilizándose en una situación regular. El grueso de las reformas principales está hecho, eso es un legado enorme al país aun cuando tengan fallas en su ejecución. En esto es importante cómo las reformas evolucionan a futuro, porque si no se hacen bien pueden dañar, por eso hay que estar atento a cómo se van a implementar.

A la reforma tributaria ya hubo que hacerle cambios.
-Y hay que ver cómo funciona la Reforma Educacional, no está claro, las platas no están disponibles para hacer los traspasos de propiedad e infraestructura, como se pensó. Pero en política lo más importante no es la velocidad, sino el rumbo, eso tiene que garantizar la NM. Ya se despejó el debate constitucional, de enero a marzo vamos a sacar la reforma laboral. La gran discusión del 2016 va a ser la ley de educación superior. Estamos haciendo reformas de probidad importantes que instalaran otros estándares, la Presidenta irá subiendo lentamente, la confianza de la gente en su honestidad se irá recuperando. El gobierno ha hecho los ajustes frente a la crisis económica y a regañadientes ha tomado nota del 25% de apoyo popular, les ha costado darse cuenta, pero está ocurriendo. El 2016 y 2017 habrá estabilidad en un nivel mediano, pero eso no es suficiente para dar el salto que viene.

¿Y cómo se podría mejorar en esta etapa?
-El gobierno debería hacer un alto en este momento, estamos a mitad de periodo, de aquí a marzo podemos hacer una reevaluación de los dos años que vienen. El cuadro cambió, nacional y mundial, tuvimos hechos impredecibles muy fuertes: la cadena de eventos de desastre naturales y, lo otro, es que en mi vida había visto un año tan cargado de cuestionamientos éticos a personas e instituciones.

En todos los ámbitos, hasta el fútbol.
-Desde la iglesia, el Ejército, pasando por los empresarios, los partidos, todo, es un problema mayor. Debemos reflexionar de nuevo y diseñar los próximos dos años en función de recuperar el apoyo popular y afinar las reformas para que puedan seguir funcionando y no correr el riesgo que alguien pretenda echarlas abajo. Hay que mejorar la gestión, ha costado mucho que ocurra, este gobierno tiene problemas gestión. Hay dificultades de coordinación interinstitucional, de anticipación de los problemas, hay falla en la coordinación con las distintas instancias, con las regiones. Todavía hay poca responsabilidad en los mandos medios. Los seremis no obedecen a los intendentes ni siquiera a los ministros. A los ministros les falta coordinación entre ellos. Comunicación concentrada en dos o tres grandes cosas, en eso algo que se podría mejorar, eso nos podría ayudar. Un ejemplo claro de deficiencia es el tema de los hospitales. Digo esto porque quiero que al gobierno le vaya bien, sino no se puede mejorar. Tampoco podemos subestimar a la derecha, están en una crisis muy grande, con su visión del país que no comulga con el Chile de hoy, pero eso no implica que Piñera no pueda ganar.

¿Los conflictos tienen que ver con que el programa fue demasiado ambicioso para un periodo tan corto?
– Pienso que no, las cosas que el gobierno planteó ya estaban muy densas en la sociedad chilena. Por ejemplo: la desigualdad y el sistema tributario, ya estaba bastante agotado el sistema educacional tan privatizado a pesar de las correcciones, el sistema electoral cuánto tiempo llevamos, el tema de la constitución, la probidad y el financiamiento público, cuántas veces lo planteamos y la derecha se oponía. Ahora dicen que todo el sistema político no fue capaz de darse cuenta, sí señor, nos dimos cuenta, mandamos proyectos cien veces, la derecha ciega lo único que quería es que las platas privadas fueran para ellos, ahí está la razón de lo que tenemos ahora. A mi juicio son reformas mínimas, esenciales, para cambiarle el rumbo al país. Yo creo que estuvo bien que la presidenta se lanzara con todo el primer año, si no hubiera hecho un esfuerzo cuando tenía máximo poder, muchas de éstas no las podría haber ni lanzado.

El primer comité político sacó adelante reformas importantes, ¿cómo ve el desempeño del comité político actual?
-Son dos momentos políticos completamente distintos. El 2015 el chorro de problemas relacionados con la probidad fue de tal envergadura, los desajustes de reformas que necesitaban de corrección, la caída de la aprobación y el deterioro de la situación económica constituyeron un cuadro distinto y la Presidenta consideró que este gabinete lo podía hacer mejor. Creo que Burgos y Valdés lo han hecho bien.

¿Y Nicolás Eyzaguirre? Ha recibido bastante críticas.
-A Nicolás no lo veo suficientemente sintonizado en la nueva función, aun cuando tiene mucha experiencia. Hay que juzgar cuando pase más el tiempo, ha resistido momentos duros, hizo una autocrítica, después podríamos ver por qué lo que dijo en El mercurio, no se dio cuenta antes.

¿Está preocupado con los próximos dos años de gobierno?
-Como le dije, se requiere una reflexión de aquí a marzo para ver cómo se conduce el segundo periodo para consolidar las reformas, para elevar la gestión y abrir paso a unas condiciones políticas favorables en material electoral para un próximo mandato, esas tres condiciones tienen que darse. Hay materias que no vamos a poder aprobar pero que dejaremos encaminadas. La NM tiene proyección, pero tenemos que estar sensibilizados ante la DC, subestimar el problema es un error y en el gobierno a veces hace falta un equilibrio más adecuado en la relación con la DC, se quejan en algunas cosas con razón.

LAGOS CANDIDATO

Ricardo Lagos, probablemente sea el candidato de la NM, ¿le parece que podría ser un buen candidato para darle continuidad y profundizar las reformas?
-En lo político yo prefería que no sean los “exs” los que compitan por el futuro. Hay que poner gente nueva en el ruedo, pero las coyunturas política son los que son. Conociendo a Ricardo Lagos, creo que no quiere, pero no elude, aunque es prematuro. Si él decidiera hacerlo, yo lo voy a acompañar.

De los nuevos liderazgos, ¿quién le gusta?
No quiero excluir a nadie, muchos pueden hacerlo bien, los liderazgos no se conocen hasta que se ejercen, ahí revelan su potencial, yo siempre pensé que hasta yo mismo lo pude hacer bien, pero no se dieron las cosas.

Hace poco estuvieron de aniversario ¿cuál es el diagnóstico del PPD y el momento político que atraviesa el partido?
Ningún dirigente político con trayectoria, puede estar tranquilo con la situación que vivimos hoy como país y los partidos como vehículo de transformación. A pesar que por primera vez tenemos mayoría en las dos Cámaras, los riesgos son más altos, de incapacidad de los partidos de interpretar estas transformaciones, que calificaría de tectónicas, de la sociedad chilena. En el PPD hemos perdido el ímpetu inicial y el respeto a la diversidad interna que nos caracteriza. ¿Cuánta gente estamos formando ahora para enfrentar el tema constitucional? La Nueva Constitución debe ser la gran bandera del PPD. Hemos perdido un sentido inicial de capacidad de ejecución, no sólo nuestro partido, todos, incluso el gobierno. Un gran triunfo de la Concertación fue, que junto a los valores que nos inspiraban a todos, había una capacidad de realizar lo que proponíamos en políticas específicas, en programas concretos, que daban resultados. Lo tercero es tener capacidad de gobernar. A veces se pierde la brújula, en ese sentido, sectores de la NM empezaron a desconocer la Concertación, sin darse cuenta que ellos son el desarrollo de la Concertación en una fase más avanzada, eso generó divisiones.

¿Quintana con la figura manoseada de la retroexcavadora no desconoció el trabajo previo de la Concertación ?
-Diría que son problemas del partido que vienen de antes, por ejemplo, hay un tema ético, que viene de bastante tiempo atrás, vimos como empezó a distorsionarse el sentido de la acción política por la ocupación de cargos o por influencia de poder, eso se ha acentuado enormemente.

El tema de los partidos políticos como bolsas de empleo.
-Claro, los partidos como agencias de empleos, o peor aún, se articulan grupos no porque tengan una visión conjunta, sino para ver quién los protege para conseguir una pega o ser candidato a algo. Eso hace que muchos se marginen. Lo mismo al proponer nombres al Ejecutivo, se hace por nudos de influencia. Jaime Quintana nunca usó la palabra retroexcavadora con la interpretación que le dieron los adversarios, se magnificó. Pero hay que tener cuidado con que cuando uno es presidente de un partido tiene que representar la visión del partido en conjunto, no está dando su opinión personal. Tenemos que dialogar con la IA, RD y el PRO. Chile tiene una continuidad, aquí no va a haber rupturas. Con el sistema electoral nuevo, vamos a tener que negociar más, hay que anticiparse y ver como funcionará.

Sobre el próximo presidente del partido, quién cree que va a ser, se menciona a Navarrete ¿a usted le gustaría volver?
-Yo he puesto mucho tiempo en el partido. He sido presidente tres veces. Hay mucha gente que lo podría hacer. Navarrete es un buen nombre, Adriana Muñoz, Marco Antonio Núñez y otros que puedan surgir, espero que se despeje, pero eso no resuelve el problema del partido. Se necesitan equipos más grandes, viene la municipal, el debate constitucional, la parlamentaria, la presidencial que está poco clara, nuevo sistema electoral, conformación de nuevas coaliciones, cuál va ser la estrategia hacia adelante, no tenemos claro que haremos después del 2018.

Milicogate y el fin de la ley reservada

-The Clinic ha tomado un tema que siempre me ha preocupado mucho: la ley reservada del cobre. Este año los recursos de Codelco serán mil millones de dólares, que van casi todos a las Fuerzas Armadas. Por qué nos hemos demorado tanto en hacer una nueva ley para terminar con la ley reservada. Si le preguntas al presidente de Codelco cuenta que los bancos y mercados internacionales consideran que el precio del cobre de Codelco es con un 10% menos, así le calculan su rentabilidad, riesgo y capacidad de inversión. Es urgente que el gobierno y el Ministro de Defensa den un paso más claro en esa dirección-, comenta Bitar.

Hemos preguntado por ese tema, pero no hay novedades del Ejecutivo.
-No pues, si no hay respuesta, está bien que sea un tema multilateral, que tenemos este problema con los vecinos, pero ya tenemos capacidad militar, hay que tener sentido de la realidad, necesitamos FFAA organizadas, eso está fuera de discusión, pero tampoco es posible que todo el excedente del cobre, que es la principal riqueza de Chile, vayan para allá en años difíciles y que encima hay un fondo que no está gastado. El tema de la probidad es muy importante, no estoy satisfecho con la forma que se ha dado conocer el Milicogate a la opinión pública, se ha tratado de minimizar. Hay poca cobertura y además llamar a declarar a los periodistas, me parece que no puede ser. Relacionado con lo mismo, hay que reformar la justicia militar. Félix Avilés trabajó conmigo, Rodrigo cuando era chico jugaba en mi oficina, cuando ocurre todo eso, casi se llevan a Rodrigo a la justicia militar, o sea, llevar ese caso es antidemocrático en todas luces, en tiempo de paz ningún proceso que involucre a un civil pueda terminar en la justicia militar.

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