Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Nacional

7 de Enero de 2016

Transantiago: Ampliación de querella acusa millonaria “pasada” en la quiebra de Buses Gran Santiago

En una ampliación de la querella que desembocó en el procesamiento de siete exdirigentes microbuseros y actuales directores de las empresas operadoras del transporte capitalino, la jueza del 34 Juzgado del Crimen incluyó como actos constitutivos de estafa y apropiación indebida una "venta de flujos futuros" que significó para los involucrados ganancias anómalas por más de $11 mil millones y que condujo a la insolvencia de Buses Gran Santiago.

Por

Jorge Gómez Pérez Pantallazo 24 Horas
*Foto de Jorge Gómez Pérez, gerente general de STP Santiago. Fuente: 24 Horas

El 30 de agosto de 2008, la empresa Buses Gran Santiago S.A. (BGS) firmó un contrato con STP Santiago S.A. que fue determinante en su posterior quiebra.

Así lo establece la resolución del 27 de noviembre de 2015 la jueza del 34 Juzgado del Crimen de Santiago, Claudia Salgado, quien al someter a proceso a siete ex dirigentes ligados la Asociación Gremial Metropolitana de Transporte de Pasajeros (AGMTP) por estafa y apropiación indebida relató que en este pacto se establecía una venta por el concepto de flujo futuro de recaudación entre agosto y diciembre de 2010 por alrededor de $1.250 millones.

Pero la realidad era otra: los ingresos en ese periodo eran  superiores a los $12 mil millones y accionistas que eran parte de ambas compañías -como el ex dirigente microbusero Jorge Gómez Pérez- habrían tenido conocimiento de esta situación que fue clave en que aumentara la deuda de BGS y esta entidad finalmente fuera insolvente. De paso, los involucrados habrían obtenido, en esta “pasada” ganancias por $11 mil millones.

La serie de documentos entregados por la actual administración de AGMTP  en contra de sus exintegrantes a la jueza Salgado son parte de la ampliación de la querella revelada por The Clinic Online este martes. Ahí se detalla la venta de “flujos futuros” de BGS por casi 1.250 millones de pesos, cuando el promedio mensual recibido por ello superaba con creces los 4 mil millones de pesos.

Es decir, los dirigentes que tenían el mismo cargo en ambas empresas vendieron a un precio menor la recaudación que iban a recibir en Buses Gran Santiago, lo que a la larga acrecentó la deuda en esa empresa y que seis meses después devino en su quiebra. En paralelo, la operación les permitió recibir el ingreso completo a través de STP Santiago, de la cual también eran dueños. Una operación que, según los querellantes, superaría los 11 mil millones de pesos.

LA VENTA DE FLUJOS FUTUROS

Según señala la demanda a la que pudo acceder este medio, con fecha 30 de agosto de 2008 y en modificaciones realizadas el 8 de septiembre y el 4 de noviembre de 2010, respectivamente, la quebrada Buses Gran Santiago S.A. celebró un contrato aleatorio de Compraventa de Flujos Futuros con las empresas STP Santiago S.A., de la cual es principal accionista Jorge Gómez Pérez; y Brasil Buses S.A., propiedad de Zvonimir Matijevic Tomlienovich.

Ese documento estipulaba la venta de la totalidad de los ingresos derivados del contrato de concesión de la unidad alimentadora nº 8, correspondiente a los recorridos de buses con letra B (micros de color rojo que operan en las comunas de Independencia, Huechuraba, Quilicura, Recoleta, Conchalí y Renca), desde la segunda quincena del agosto de 2010 hasta la segunda quincena de diciembre de 2010 por un total de $1.247.458.470.

La venta deriva del Contrato de Mandato Mercantil de Recaudación, Administración y Custodia que tenía Buses Gran Santiago S.A. con el Administrador Financiero de Transantiago S.A. que le correspondían como proveedora de servicios.

Sin embargo, según los querellantes, el ingreso promedio mensual de esos contratos superaba los $4.151 millones . En la operación se dieron por pagados más de $979 millones y se estipuló un pago de los más de $277 millones restantes en tres cuotas en partes iguales.

El contrato, eso sí, habría sido celebrado entre los mismos accionistas de la empresa. Así lo dice el abogado que representa a la AGMTP, Héctor Concha Humeres, quien en su escrito señala que las empresas que realizaron la compra eran los principales accionistas de la empresa fallida: Brasil Buses S.A., que contaba con un 40,25% de las acciones de Gran Santiago en esa época; y STP Santiago, quien contaba con el 38,62% de las acciones.

“De esta forma, la empresa Buses Gran Santiago S.A. cedió sus flujos futuros a sus propios dueños, evidenciando con el ocultamiento de su patrimonio o favorecimiento en los pagos a determinadas personas, evitando el cumplimiento de sus obligaciones con los demás acreedores”, dice la querella.

Según Concha y el empresario Luis Vargas, actual presidente de la AGMTP, esto revela el ánimo fraudulento de ese acto, dado que Jorge Gómez Pérez y Miguel Ángel Gómez Videla (hijo de Gómez Pérez) actúan como representantes de STP Santiago siendo presidente y director de Buses Gran Santiago S.A. en la misma fecha. De la misma forma, Zvonimir Matijevic Tomlienovich era el representante legal de Brasil Buses S.A. y director de Buses Gran Santiago S.A. al mismo tiempo.

EL TRASPASO A STP SANTIAGO

Según fundamenta el texto legal presentado por el abogado Concha, la Asociación Gremial Metropolitana de Transportes de Pasajeros (AGMTP) creó Buses Gran Santiago S.A. en el año 2004 -junto a las otras tres sociedades que participaron en el primer concurso de licitación del Transantiago-, y se adjudicó la concesión el troncal Nº3 y las unidades alimentadoras nº5 y nº8.

La empresa, dicen los querellantes, fue traspasada en abril de 2008 por Manuel Navarrete Muñoz, a esa fecha presidente de la AGMTP y de Buses Gran Santiago S.A., a los empresarios Jorge Gómez Pérez, Aliro Letelier Cancino, Miguel Gómez Videla, Tomislav Juray Matijevic Von Der Weth y Zvonimir Matijevic Tomlienovich.

En esa oportunidad fue designado Luis Barahona Moraga como gerente general de Buses Gran Santiago S.A., quien al mismo tiempo se desempeñaba como gerente general de STP Santiago S.A., del mismo grupo de empresarios, que operaban en ese momento las Zonas D (Peñalolén, La Reina, Macul y Ñuñoa) y F (Puente Alto) del Transantiago.

En una carta con el logo de STP Santiago S.A. enviada el 1º de abril de 2008 a la Superintendencia de Valores y Seguros, Barahona informó su designación como gerente general, de Miguel Ángel Gómez Videla como nuevo gerente de finanzas y de Jorge Gómez Pérez como presidente del directorio. Todos ellos con los mismos cargos en STP Santiago S.A.

Carta STP Barahona

Una semana después, el 8 de abril de 2008, Barahona comunicó a la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) que la sociedad Servicios de Transportes de Personas Santiago S.A. había adquirido 40.981 acciones acciones de Gran Santiago S.A., las que correspondían al 77,12% del capital.

De esa forma STP pasó a tener el control administrativo, operacional y de negocios de la sociedad Buses Gran Santiago S.A.

A fines de ese mismo mes, específicamente el 29 de abril de 2008, Barahona comunicó que STP Santiago S.A. había vendido a la empresa Brasil Buses S.A. (propiedad de Matijevic) 20.490 acciones pagadas, de las cuales era propietaria la sociedad Buses Gran Santiago S.A., las que representaban un 35,8% del actual capital.

De esta forma, ambas empresas, con Gómez y Matijevic a la cabeza, se quedaron con la operación de la concesionaria que en 2004 habían formado más de 2.800 microempresarios de buses para mantenerse en el sistema de transportes que debutaría en febrero de 2007.

Buses Gran Santiago A1

LA QUIEBRA

Según los querellantes, el primer hecho desencadenante de la quiebra fueron los gastos excesivos de administración, tras la llegada de los dirigentes de STP Santiago. Entre los hechos relatados existen pérdidas de dineros, compras a empresas proveedoras que pertenecían a los mismos miembros del directorio y pérdidas de recorridos.

A eso se suma que en diciembre de 2009 el gerente de operaciones de Buses Gran Santiago S.A. Bernardo Araos instruyó traspasar los buses inscritos en el Troncal 3 a los alimentadores D y F, que eran recorridos de STP Santiago.

Según la querella, ese traspaso debe ser inscrito en la Seremi Metropolitana del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones (MTT). En este proceso, los querellantes dicen que se falsificaron las firmas y que se desconoce si por esta situación STP pagó algún monto a Buses Gran Santiago.

Además, entre octubre y noviembre de 2010, el gerente de personal de Buses Gran Santiago Raúl Vásquez detectó mediante un catastro que aproximádamente 100 operadores que recibían pagos de esa empresa con cargo a su patrimonio prestaban en verdad servicios a STP Santiago S.A., propiedad del presidente del directorio de ambas empresas, Jorge Gómez Pérez.

En definitiva, el 23 de marzo de 2011 Barahona y Branimir Matijevic Von Der Weth presentaron la solicitud de quiebra. En abril de 2011 el 18º Juzgado Civil de Santiago nombró como síndico de quiebras a Enrique Ortiz D’amico y como síndico suplente a Tomás Andrews Hamilton.

El 31 de mayo de 2011 se realizó una junta de acreedores donde se informó que los créditos laborales ascendían aproximádamente a 7 mil millones de pesos, que se habían incautado 17 bienes raíces que en su conjunto sumaban un valor comercial cercano a los 4 mil millones de pesos y que se contaba con 288 buses propios de la empresa operativos y otros 46 buses no propios también operativos.

Según los querellantes, de esta forma “resulta innegable que la administración de la sociedad Buses Gran Santiago S.A. se llevó a efecto con el sólo propósito de beneficiarse sus administradores y socios, pero llevándola en definitiva a la quiebra, pues se usó toda su infraestructura, unidades de negocios y bienes como un medio para lograr beneficios para sus socios luego del cambio societario ocurrido el año 2008, pero sin que existiera la intención de levantar la empresa con una buena administración, como lo hacían ellos mismos con la otra sociedad (STP) en la cual desarrollaban la misma actividad comercial de transporte y la cual mantiene en forma exitosa hasta la actualidad”.

En agosto de 2011, el abogado de un grupo de acreedores de Buses Gran Santiago, Rodrigo Albornoz, fue el primero en levantar sospechas sobre la quiebra, tras revelarse que a pesar de que en 2010 la empresa tuvo pérdidas por 346 millones de pesos, entre abril y junio de ese año, durante la administración del síndico de quiebras Enrique Ortiz, la empresa tuvo continuidad de giro e incluso logró utilidades por 503 millones de pesos, según informó entonces el Diario Financiero.

Posteriormente, en octubre de 2010, las empresas Redbus y Buses Vulé -donde es accionista mayoritario el empresario Juan Pinto Zamorano, también accionista de Metbus- se hicieron cargo de los recorridos.

PIDEN AMPLIAR PROCESAMIENTO

Actualmente, STP Santiago opera 32 recorridos correspondientes a la Zona F de Transantiago con una flota de 457 buses, pasando por las comunas de Puente Alto, La Pintana, San Bernardo, La Cisterna, El Bosque, San Ramón, La Granja y La Florida.

Entre los recorridos se encuentra la línea 213e, que era controlada por la empresa “extranjera” Subus y que en noviembre pasado el Ministerio de Transportes decidió quitar y asignarle a STP Santiago por la mala calidad del servicio.

En esa oportunidad, el ministro Andrés Gómez Lobo señaló que “los contratos permiten esa reasignación y hemos utilizado las cláusulas del contrato con el fin de mejorar los servicios y le permite a la empresa que cede el servicio concentrarse en los que le quedan para mejorar su operación”. El anuncio fue realizado un día antes que la jueza Salgado dictara el procesamiento.

Cabe destacar que en el procesamiento de noviembre pasado, la jueza Salgado dejó fuera de la lista de procesados al empresario Zvonimir Matijevic Tomlienovich. Por este motivo, el abogado que representa a la AGMTP pidió a la jueza Salgado ampliar el procesamiento el 24 de diciembre pasado para incluir a Zvonimir Matijevic Tomlienovich, representante legal de Brasil Buses S.A.; Branimir Matijevic Von Der Werth, hijo de Zvonimir Matijevic; y de Miguel Ángel Gómez Videla, hijo de Jorge Gómez Pérez.

The Clinic Online intentó comunicarse tanto con los involucrados de STP Santiago S.A., pero éstos declinaron referirse al tema. Por otra parte, los representantes de Buses Brasil S.A. no pudieron ser ubicados hasta el cierre de esta edición.

Notas relacionadas