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13 de Enero de 2016

Nicolás Acuña, ex Director de Programación del canal público: “TVN no puede seguir como está”

Esta es la primera entrevista de Nicolás Acuña luego de su salida de TVN, hace cinco meses. Alcanzó a estar apenas un año como Director de Programación y salió en medio la crisis más larga y severa del canal público de los últimos diez años. Cuarto lugar en rating, despido de trabajadores y pérdidas de más de 17 mil millones de pesos a septiembre, TVN por ahora parece no levantar cabeza. Director de cine y de series como “Los Archivos del Cardenal”, “El Reemplazante” y “Sitiados”, Acuña se enfrentó a un escenario que no pudo revertir. En agosto se fue semanas a Nueva York, estudió inglés y grabó un corto -con una de las actrices de Homeland- para retomar lo que era su proyecto antes de ser ejecutivo de televisión, internacionalizar su carrera. Ahora en Chile está en el proyecto de una película policial, basada en la novela de Roberto Brodsky, “El arte de callar”, inspirada en el caso del tráfico de armas de Chile a Croacia en plena transición. Alejado de la tele, aquí hace sus descargos: “En TVN hay una suerte de soberbia porque durante muchos años lideró la televisión y para la gente del canal ver a TVN cuarto le generaba una angustia y una ansiedad tremenda. Y a lo mejor ahí yo también cometí un error grande, caer en esa ansiedad”.

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-¿Por qué crees que es la crisis de TVN?
La crisis de TVN es antigua y estructural, más que coyuntural. Lleva unos diez años. Históricamente TVN se ha sostenido en tres pilares: el área dramática, el noticiario y el matinal. Pero dos de ellos dependen de uno, que es el área dramática. El resto de los programas, excepto estos tres, generan pérdidas. Y ese modelo fue cayendo lenta y sistemáticamente en estos años. Además, la llegada de los grandes consorcios económicos, hace que los costos aumenten exponencialmente y la competencia se haga más dura. En vez de dos canales grandes y dos pequeños, hay cuatro canales grandes disputándose una torta publicitara que es cada vez más pequeña. El canal además tiene una estructura de costos enorme, que si no está entre el primer y el segundo lugar, sus resultados son negativos. Esto es una bomba perfecta. Cuando se van como ochenta personas del área dramática, el problema no es solo la salida de la Quena Rencoret, que era de donde se alimentaba el canal, sino que eso se va a la competencia.

-¿Cuando llegaste a TVN venias con un proyecto de canal?
Con la Carmen Gloria (López) queríamos hacer un canal público que fuera capaz de convocar grandes audiencia, de conectar a los chilenos. Trabajamos mucho antes haciendo un diseño de lo que era la televisión pública, pero en el año que estuve en TVN básicamente lo que hice fue reducir costos y tratar de generar una programación muy rápida que revirtiera los malos resultados económicos.

-No resultó.
Intentamos marcar una diferencia editorial porque la misión de un canal público no es generar utilidades solamente. Hicimos Zamudio, Qué comes, Y tú qué harías?, cerramos un acuerdo con la BBC, compramos películas como El Club, La Once, pero igual quedé con una sensación de frustración porque los procesos más de fondo y estructurales son más a largo plazo. Los primeros seis meses fue programar lo que encontré y los segundos seis meses, lo que alcancé. Y con el canal cayendo en sus niveles de ingreso y de audiencia eso iba generando un estrés enorme dentro del canal.

-Muchos responsabilizan al ex Director Ejecutivo, Mauro Valdés, de gran parte de la crisis actual de TVN. Durante su gestión se fue la directora del área dramática, Quena Rencoret, el cargo de Director de Programación estuvo vacante ocho meses. ¿Su gestión fue nefasta?
No diría eso. Habría que preguntarle por qué estuvo el cargo ocho meses vacante, pero de lo que sí soy testigo es que la relación de Mauro Valdés y el presidente del Directorio (Mikel Uriarte) era pésima, eso lo sabe todo el mundo. Me cuesta encontrar un culpable o un salvador, las cosas son más complejas. No hay que pensar en salvadores: hay que crear equipo.

-Por lo que dices, la crisis de TVN supera a los ejecutivos, pero se supone que los ejecutivos debieran hacer frente a esa crisis estructural. Esto le ha pasado a todos los canales, Canal 13 por ejemplo…
-Canal 13 es distinto, tiene una espalda económica que TVN no, además Canal 13 tenía desarrollado un pilar, que es la entretención y desde ahí se refugiaron y se armaron. TVN, el único músculo que tenía era el área dramática, que no estaba. Evidente que hay responsabilidad en las decisiones de los ejecutivos. Yo lo que tenía que hacer, y no lo logré, era crear un área dramática competitiva. Mi error fue apurar ese proceso, pero por otro lado necesitas pagar los sueldos a fin de mes y si no tienes algo que puedas vender entras en un callejón sin salida.

-Eres director de ficción, por lo tanto imagino que tu misión cuando entraste a TVN era levantar el área dramática.
-Sí.

-La Directora Ejecutiva, Carmen Gloria López y tú entonces no llegaron a cambiar el modelo de TVN.
-Al revés, la idea era fortalecer el modelo. Mi prioridad uno, dos y tres, era rearmar el área dramática y necesitábamos hacerlo muy rápido porque el área comercial necesitaba tener teleseries para hacer entrar plata al canal.

-Fracasó tu misión de sacar a flote la ficción, algo vital para TVN.
-No hablaría de fracaso. Hicimos tres teleseries, una que le fue muy bien, La Chúcara, y a las otras dos, Matriarcas y La Poseída, bastante regular.

-¿Crees que apostar a la ficción como identidad de TVN es un error?
-No, para nada. Si por ejemplo la teleserie primera no le hubiese ido tan bien pero un programa de entretención hubiese hecho la pega mientras se iba ajustando… Bueno aquí hay un tema también con la experiencia. Quizás los temas que nosotros elegimos no eran los más indicados, pero echamos a andar las teleseries disponibles que teníamos en ese momento. Y busqué alternativas de bajo costo como las teleseries bíblicas que hoy están al aire.

-¿Hay alguna decisión que, a la luz de lo que sabes ahora, no debiste haber tomado?
-Programar “Dueños del Paraíso”. Sabíamos que iba a ser muy difícil que funcionara, por factores narrativos, de elenco, de proximidad del tema, además era muy cara. Partimos estrenando esa teleserie y fue un golpe durísimo. La Poseída no tuvo los resultados esperados, pero no me arrepiento de haberla hecho. Matriarcas fue una teleserie muy de la Vero Saquel, siempre me generó dudas, por lo distinta que era, si iba ser un hit o no, pero en esas dos teleseries yo me saco el sombrero como trabajaron, en un escenario muy competitivo, con poco tiempo, teniendo que improvisar mucho. Las teleseries son muy caras y tienen ese sino. Cuando les va bien, generan utilidades enormes que son capaces de levantar un canal y cuando no, son de alto riesgo.

¿Crees que fue una buena decisión llevarte a Vicente Sabatini a cargo del área dramática?
Fue difícil porque generó una tensión interna. Para los directores que yo llevé, como la Vero Saquel, Rodrigo Sepúlveda y Alejandro Burr fue compleja la incorporación de Vicente. Pero del área dramática salió mucha gente, necesitábamos alguien que tuviera la capacidad y la experiencia de formar nuevamente el área.

– Y ahora qué piensas, ¿fue una buena decisión?
No lo sé, fue una decisión difícil. Él llegó y yo salí. No sé en qué está él ahora ni en qué está él con Eugenio García.

-Tú venias de una parte más creativa de la televisión, ¿qué sentiste al entrar a un mundo del rating y las lucas?
Me era incómodo, porque era una pega más de gestión y no tan creativa. Lo que yo más le podía aportar al canal era más creatividad que gestión.

-Uno tiene la idea que el Director de Programación de un canal es una persona más bien creativa.
Quizás fue también un error mío dejarme influenciar demasiado por la crisis económica, porque yo no iba a ser capaz de revertir el escenario en el corto plazo. Tomé muchas decisiones cortoplacistas, buscando ser el salvador del canal, pero la forma en que yo podía servir al canal era mucho más a largo plazo y no un administrador de una parrilla. Quizás equivoqué el foco o no tuve la fuerza suficiente para poder imponer lo que yo creía que había que hacer.

-¿Por qué renunciaste? ¿O te pidieron la renuncia?
-Renuncié porque veía que cada vez entraba menos dinero, estábamos despidiendo gente, el nivel de presión que tenía el canal en el último mes que yo estuve, era muy fuerte y hablé con la Carmen Gloria y le dije que creía que una manera de bajar la presión era cambiándome a mí. Y dio resultado. Cuando salí, el canal entra en un proceso de menos presión interna. Además, el canal necesita trabajar como un cuerpo, tener un norte claro y eso no es posible cuando hay mucha tensión interna.

-¿Por qué fuiste tú la pieza que saltó?
-El Director de Programación es el puesto más importante del canal, es el entrenador de la selección y en ese sentido hay un acto simbólico. No fue fácil. Cuando presento la renuncia en el directorio no es que me la aceptaron altiro, ellos también creían que era un periodo de tiempo muy corto para generar una evaluación, pero yo sentí que el canal estaba en un momento que necesitaba un nuevo aire.

-¿Crees que si hubiesen estado ejecutivos tradicionales de la televisión como los ex de CHV, Jaime de Aguirre o Pablo Morales, a TVN le estaría pasando lo mismo?
-Lo estas caricaturizando. Las personas sí son importantes porque le dan un sello a su gestión, porque arman equipos, pero en lo que es común a todos es la situación en que está la televisión ahora, que es muy compleja.

-Hace unas semanas se dijo que la Directora Ejecutiva, Carmen Gloria López, se iba y que llegaba el ex Director de Programación de CHV, Pablo Morales a reemplazarla.
-Cuando hay un canal en crisis hay rumores permanentes alrededor de todos los ejecutivos.

-¿Crees que Carmen Gloria López se debiera ir?
– Es una decisión personal. A ella le ha tocado, igual como me tocó a mí, un momento ultra difícil. Ha tenido que lidiar con el momento más duro de TVN.

-Algunos han comentado que el Presidente del Directorio, Ricardo Solari, no le tomó el peso a la crisis en un inicio y que fue lento para reaccionar.
-Ricardo, al igual que todo el directorio, está ultra preocupado. Es un Presidente del directorio muy activo y está tratando de sacar a TVN de esta coyuntura muy compleja.

-¿Y la gestión del actual Director de Programación, Eugenio García?
-No quiero opinar.

-Carmen Gloria López dijo cuando nombró a Eugenio García: “Estoy muy contenta. Ha traído mucho entusiasmo, es un líder con mística y visión. Y a mí me ha traído mucha tranquilidad, como fue ya director de programación necesita menos de mi apoyo de lo que requería Nicolás”.
-Carmen Gloria sabe mucho de televisión. No creo que sea bueno que ella esté lejos de la toma de decisiones, en el caso mío era un aporte y Eugenio no debiera estar lejos de ella.
-Hablas de los factores externos, pero también te podría decir que Mega tuvo un factor externo, como la compra de las turcas, que le dio un piso desde donde levantar su propio proyecto.
-No quiero desligar responsabilidad de los ejecutivos, que sin duda la tuvimos, lo que quiero es contextualizar, porque si a lo mejor nosotros hubiésemos hecho una teleserie como nunca se hizo en la historia de la televisión chilena, esta crisis no estaría. Pero si le hubiésemos disputado cincuenta y cincuenta de la sintonía a Mega, no sé si se revierte la crisis, a eso voy. Es verdad que si tomas malas decisiones, no haces buenas teleseries, no pones buenos ejecutivos, la crisis es más rápida. Pero hoy día con un mercado tan competitivo, tienes un canal con unos niveles altísimos de rating como el Mega, y que tiene unas utilidades por 5 mil millones, ¡que no es nada!

El canal de todos los chilenos

-TVN representó durante años el canal de todos los chilenos y tu gestión coincide en un momento en la cual esa identificación también entra en crisis. La gente está enojada por Caval, SQM, Penta, el confort…
-No me compro el discurso que la crisis del gobierno se ha permeado a la pantalla. Me resulta difícil creer eso. Yo creo que la marca TVN sigue siendo súper fuerte aún y los estudios así lo reflejan.

-¿Pero cómo se explica que prácticamente nada de lo que se ha puesto en las pantallas de TVN mueva la aguja?
-Es que para que eso pase hay que generar programas franjeados, diarios, eso mueve la aguja y las cosas para que sean un fenómeno requieren tiempo.

-¿Por qué la gente no engancha con nada?
-Porque tiene otras ofertas que le gustan más.

-Así de simple. No hay razones sociológicas ni políticas, para ti es la estructura de la industria.
-Yo creo que sí. Y si uno ve, todos los directores de programación tuvieron años complejos. En la televisión hay que armar equipos y dejar que puedan desplegarse. En TVN hay también una suerte de soberbia porque durante muchos años lideró la televisión y para la gente del canal ver a TVN cuarto le generaba una angustia y una ansiedad tremenda. Y a lo mejor ahí yo también cometí un error grande, caer en esa ansiedad. No puedes volver rápidamente al primer lugar, no es así, tienes que ser tercero, segundo e ir de a poco reconvocando a las audiencias. A lo mejor no debimos hacer cuatro teleseries, quizás debimos hacer dos, pero estábamos en eso: había que ganar en todos los horarios. Un canal grande siempre piensa como canal grande.

-El músculo más importante de TVN son las teleseries, pero no se ha anunciado ni un proyecto de ficción importante aún. ¿Crees que el nuevo Director de Programación abandonó la idea que TVN debe tener como pilar la ficción?
-No lo sé bien, pero intuyo que está buscando más tiempo, para no cometer el mismo error de ir muy rápido, de generar un proyecto en el cual tengan más convicción.

-Se ha hablado que TVN no llegaría ni a mitad de año con la situación económica actual y que se está gestionando un préstamo con la banca. ¿Cuando eras Director de Programación, eso se estaba negociando?
-Cuando yo estaba, el canal tenía ahorros, había recursos, por eso pudimos hacer estos proyectos que eran caros, pero sin duda se iban agotando velozmente porque la estructura de costos del canal es muy alta. El canal tiene un presupuesto anual de unos 80 mil millones de pesos.

-¿TVN, por ley, no se puede endeudar?
– El canal funciona como cualquier empresa, pero presta una serie de servicios que no prestan los otros canales y no puede recibir platas del Estado. Por ley se tiene que autofinanciar. A diferencia de, por ejemplo, Canal 13 que cuando tuvo una pérdida de 30 mil millones de pesos, el dueño puso esa plata. Sobre un posible endeudamiento, el canal tiene activos y puede generar préstamos con relación a los activos que tiene y el activo más importante es su edificio.

-Un canal con un presupuesto de 80 mil millones de pesos anual, con 1.500 trabajadores, con su pilar en la ficción, ¿te sigue haciendo sentido?
-Si el canal quiere seguir siendo un canal relevante y con una estructura como la que tiene hoy día, una de las soluciones es que tenga financiamiento mixto. No que solo se autofinancie. Y en ese sentido la señal dos, el canal cultural e infantil que se está diseñando, financiado desde el Estado, es una buena decisión que apunta hacia esta dirección.

-Pero no hay traspaso de dinero entre el canal cultural en el que está trabajando el gobierno y TVN, ¿o sí?
-No, pero de alguna manera tú logras generar una serie de contenidos que son parte de la misión de TVN y que no puedes hacerlo en la señal principal. Y cuando hablamos de televisión cultural, no es algo ajeno a las audiencias ni para las elites, pero hoy día los programas que no son rentables no se pueden hacer. Hay muchos países en que la televisión pública tiene financiamiento, como Corea, Nueva Zelandia, Australia y otros que funcionan en un modelo mixto, que creo es a donde debiera aspirar TVN.

-¿Cuál es el modelo mixto?
-Que TVN pueda recibir aportes del Estado, ya sea en una segunda señal, como canal cultural y que pueda, en su señal principal, tener financiamiento vía auspiciadores.

-Y ese canal principal, ¿seguiría teniendo la misma estructura?
-Hoy día el canal es distinto al que yo llegué. Es verdad que sigue teniendo una tremenda infraestructura que le genera un peso importante, pero la idea es que sea más liviano. Mega tiene entre 850, 900 empleados. TVN tiene que ser un canal más pequeño, no sé en qué etapa está ahora.

-¿Crees que deben continuar los despidos en TVN?
-Es una pregunta incómoda, pero si el canal no es capaz de pagarle a sus empleados entras en una dinámica perversa. Me cuesta dimensionar cuál es el punto de equilibrio, pero sin duda no es de 1.500 trabajadores.

-¿No crees que hay una cultura dentro de TVN que juega en contra del canal? Gente que lleva mucho tiempo, con fórmulas probadas, con sueldos altos desde hace mucho rato…
-Sabes lo que pasa con la televisión, cuando vas a los mercados internacionales, ves que toda la televisión tiene algo de añeja. Vas a las ferias y ves siempre los mismos programas, las mismas fórmulas, por eso ahora internet, Netflix, tiene estresados a todos. Se ve de otra manera, se comercializa de otra manera.

La muerte de TVN

-Mauro Valdés, ex Director Ejecutivo de TVN, dijo en una entrevista el 2014: “Hay ciertos movimientos extraños dentro de la televisión abierta que revelan que en algún minuto se apostó, por parte de algunos nuevos jugadores en la televisión, por la desaparición de TVN, o al menos a hacerle la vida imposible, y de esta manera sacarla de competencia y hacerse de su pedazo en la torta publicitaria”.
-No creo haya una estrategia planificada para sacar a TVN del mercado. Me cuesta creerlo. El mercado es muy competitivo y despiadado y TVN es más lento, es más bueno, porque tiene que atender a otro público que los otros no atienden, tiene centros regionales, en fin. La comoditización de la televisión también es un pecado, donde los franjeados están a la misma hora, los noticiarios se parecen, todo es tan igual, es tan difícil diferenciarse y es ahí donde yo creo que la televisión pública tiene que tener una diferenciación editorial.

-Pero a los otros canales les conviene la salida de TVN.
-No va salir. Va a seguir existiendo siempre.

-Ya, pero dicen que la plata no alcanza ni para cubrir un año.
-Por definición las empresas del Estado no quiebran.

-No es que TVN se va a quedar sin plata para pagar los sueldos.
-Hay fórmulas para solucionar eso, unas más rápidas que otras, con o sin proyecto de ley, con o sin recapitalización, con o sin préstamo. Lo que estamos claros es que TVN no puede seguir como está hoy día. Yo creo que una televisión pública con financiamiento mixto. Cómo llegamos a eso, es difícil.

-¿Y qué pasaría con la independencia de TVN del gobierno de turno?
-TVN ha demostrado independiencia a todo evento durante mucho tiempo. Y quienes critican la intervención del gobierno en TVN podrían también criticar como las empresas generan influencia como avisadores en los medios.

-¿Hay agua en la piscina para entrar al Congreso con la idea que TVN tenga un financiamiento mixto?
-Depende del proyecto, si es bueno por qué no.

-Pero es que TVN ahora ni siquiera convoca a las audiencias, que es lo que debiera hacer un canal.
-Es que yo creo que este afán de autofinanciarse hace que uno tome decisiones equivocadas, porque lo que está mandando no es conectarte con el público sino como llegas a pagar el sueldo a fin de mes a la gente. Hay que abrir TVN a los stakeholders, a las productoras, es interesante el debate de un canal público. No puede ser que TVN funcione igual que uno privado, que su fin último es generar utilidades.

– ¿Por qué empresarios como Luksic y Heller tienen estos negocios poco rentables?
-Tener un canal de televisión es una herramienta de poder súper importante, todos los grandes empresarios en el mundo tienen canales de televisión y en un país chico como el nuestro, es muy fácil hacerse de los medios de producción muy rápido. Tener contacto diario con las audiencias seduce mucho.

-Qué pasa con el gobierno corporativo de TVN, el directorio, ¿es también algo añejo?
-Habría que repensarlo. Las cosas no son aisladas, pero no creo que el problema esencial del canal sea su gobierno corporativo. Yo tuve una muy buena relación con los directores, son muy apoyadores de la gestión. No me encontraba con unos monstruos que dijeran a todo que no. Más allá de las personas hay que replantearse el modelo de canal público.

-Esta crisis podría terminar en la venta de TVN a un privado.
– Lo veo muy difícil.

-Imaginando que por ejemplo, viene un gobierno que no sea de la Nueva Mayoría.
-Tampoco.

-¿El modelo de la televisión como la conocemos está muerto?
-No da para cuatro canales haciendo lo mismo. Y TVN se tiene que desmarcar de esto. TVN no puede ser un canal más.

SUELDAZOS

-¿Te parece bien que haya salido Julián Elfenbein del Matinal?
-No voy a comentar las decisiones que tomaron otras personas.

-¿Cómo ves la salida de rostros como José Miguel Viñuela, Claudia Conserva, Julian Elfenbein?
-Es difícil meterlos a todos en una bolsa. Hay que verlo caso a caso. No me compro mucho el tema de “los rostros”. Si hay personas con proyectos y esos proyectos ya no son, evidentemente no tiene sentido que sigan.

-¿Un sueldo de 20 millones en la tele te parece una locura?
-Absolutamente.
-Pero hay muchos que ganan eso.

-Sobre todo me parece complejo en un canal público. Pero si ese alguien está generando utilidades y ese canal puede contratarlo por veinte millones de pesos y su fin último de ganar plata, está bien. El fin último de TVN no es ganar plata.
-La Tonka debe ganar eso y más…

-Son sueldos muy difíciles de entender, pero son sueldos que también generan ganancias. TVN en un momento podía pagar estos sueldos y entró en esta locura, en esta escalada de sueldos, que tiene que ver con la llegada de los consorcios económicos a la televisión, ahí nacen estos sueldos.

-Se publicó que el sueldo de Eugenio García, Gerente de Programación de TVN, sería de 28 millones de pesos, ¿qué te parece?
– No me queda muy cómodo comentar lo que gana Eugenio. La verdad.

-Ese era tu cargo, ¿ganabas eso?
-Ni la mitad. Cuando con la Carmen Gloria entramos al canal los dos nos bajamos el sueldo de lo que tenían los ejecutivos anteriores porque nos pareció que eran muy altos y después nos bajamos el sueldo cuando se lo bajaron todos los ejecutivos. Pero sin duda el canal no está en crisis por el sueldo de Eugenio.

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