Las acusaciones cruzadas entre los ex directores de Junaeb por escándalo de licitaciones

Hace cinco meses José Miguel Serrano (DC) dejó su cargo como director de la Junaeb en medio de la crisis que atraviesa la institución por las irregularidades en las licitaciones para alimentación de los colegios públicos del país, específicamente en las regiones de Aysçen y Biobío con las empresas Hendaya y Verfrutti, tal como reveló The Clinic Online.

“La Contraloría emitió un informe final, que dice que los actos administrativos que me tocó ver a mí están ajustados a derecho”, se defiende Serrano. Sin embargo, la Fiscalía está investigando las irregularidades y el Consejo de Defensa del Estado presentó una denuncia.

Serrano afirma que él también trató de llevar adelante un proceso de modernización de la institución, pero, sostiene, encontró trabas en la Dirección de Presupuestos. “Mi demanda fue por más recursos institucionales. A mí no se me permitió hacer esta reforma, ojalá que al nuevo director (Cristóbal Acevedo) sí lo dejen”, afirma.

Según Serrano observó “intereses cruzados” entre funcionarios y empresas: “No tenía facultades investigativas. Si las hubiese tenido, me habría dado cuenta de aquellos personajes que facturaban a los consorcios que licitaban y que eran miembros, por ejemplo, de la fiscalía, como el señor (Sebastián) Pérez”, aseguró a El Mercurio.

Serrano acusa que también quiso cambiar el modelo para asignar las concesiones, el que según él estaba vinculado al Centro de Investigación, Desarrollo y Promoción de la Alimentación Escolar (Cidpae), cuyo director es Cristián Martínez, quien fue director de la institución.”Él fue funcionario de Junaeb, fue su director (2005 a 2007) y después fue subsecretario de Educación (2008 a 2010), y tiene todas sus empresas vinculadas a Junaeb”.

Por su parte, Martínez se defiende y argumenta que no mantiene contratos con el cuestionado servicio y que “hace mucho tiempo que no tengo ninguna inhabilidad para ejercer ninguna labor empresarial”.

Martínez también hizo sus descargos y comentó que la última vez que participó en un concurso fue cuando la misma Junaeb convocó a Outfood, la empresa de alimentos que dirige, a la licitación por trato directo que está siendo pesquisada por la fiscalía. “Hicimos una oferta, que era la más barata, pero el señor Serrano le adjudicó (la licitación) a Verfrutti, la oferta más cara”, afirma.

Esto generó un sobreprecio de $5 mil millones, lo que a juicio de Martínez es “corrupción” dentro de la institución. Por lo mismo, “nos querellamos por fraude al fisco”, dice el ex director, quien acusa a Serrano de “beneficiar a la empresa más cara de todas las que él invitó”.