Lindo historial: El vertedero Santa Marta ha sido penalizado 45 veces en los últimos 14 años

Luego de la nube de humo que se expandió en las calles santiaguinas el martes a la mañana, muchos afectados se preguntaban de dónde provenía el incendio. A pesar de que es un vertedero con más de una década en el mercado, pocos conocen el negro historial que esconde el relleno Santa Marta de Talagante. Éste fue sancionado en múltiples ocasiones por no cumplir con la ley vigente en relación al medioambiente y al no respetar los permisos que obtuvo para poder operar legalmente.

De acuerdo a los datos que entrega el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), el vertedero infractor tiene al menos ocho procesos penalizados, con registros de multas que van desde las 100 UTM hasta las 500 UTM ($ 22 millones 477 mil), la máxima sentencia conforme a las leyes ambientales antiguas.

Entre los motivos por que fue castigado son deficiencias en las obras de estabilización, contaminación de caminos, mal manejo de líquidos lixiviados y otros relacionados con incumplimiento de Resolución de Calificación Ambiental (RCA). Este documento reúne un listado de exigencias y requisitos que las empresas deben cumplir, de forma permanente, para certificar que operan en forma segura en relación al cuidado del medio ambiente, según consigna La Tercera.

En los últimos años, la empresa tuvo que cancelar multas que suman los 3.000 UTM ($134 millones). También se le suman las multas que la Seremi de Salud realizó a través de 33 sumarios entre 2002 y 2011. A lo anterior, se le agregan las cuatro penalizaciones por parte de la Superintendencia del Medio Ambiente, institución que a partir del 2012 se sumó a la fiscalización del funcionamiento técnico de los vertederos.

“Si bien la fiscalización le corresponde a la Superintendencia por ser proyectos con una evaluación mayor y con muchas exigencias, cuando hay riesgo para la salud, como en este caso de Santa Marta, nosotros intervenimos”, afirmó el jefe de la División de Políticas Públicas Saludables del Ministerio de Salud, Tito Pizarro, al diario mencionado.

Debido a que la Superintendencia del Medio Ambiente no tiene los inspectores suficientes para hacer el trabajo de manera independiente, el que se encarga de controlar el buen funcionamiento de los rellenos es la red de fiscalizadores de los servicios públicos. “Nos piden ayudarles porque tenemos mayor conocimientos en los temas que afectan la salud. Pero creemos que esto (derrumbe) no debió haber sucedido. Las causas no las conocemos aún y son materia de investigación, pero al parecer sería un exceso de lodos que pudo haber desestabilizado el terreno”, explicó Pizarro.

Cabe recordar que desde el 2005 está vigente el reglamento que exige características sanitarias y de seguridad primordiales de los rellenos sanitarios, creado por el Ministerio de Salud. Sin embargo, con esto no existiría más vertederos -lugares donde se arrojaba la basura sin ningún tipo de cuidado- pero muchas municipalidades no estaban al día respecto a este asunto.