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Cultura

10 de Febrero de 2016

Natalia Valdebenito ad portas de Viña: “Quiero un festival donde hayan cuatro comediantes mujeres y un hombre que sea gay”

Con una amplia y exitosa trayectoria en el humor, Natalia Valdebenito se presentará el 24 de febrero en una nueva versión del Festival de Viña. Para este año tiene como proyecto continuar con su programa "Café con Nata" en súbela.cl y tiene la intención de realizar un gira por Chile con "Gritona", su exitoso show de stand up que presentó durante el 2015. "El otro día escuché que el éxito era la posibilidad de elegir qué hacer, yo me siento exitosa porque puedo elegir qué hacer y a qué hora trabajar", dice.

Por

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¿Cómo nació tu interés para dedicarte al humor?
– Creo que nació en el “Cabra chica gritona”. Ahí me dí cuenta que tenía una sensibilidad al respecto y que más encima el género me gustaba, lo pasaba bien. Luego cuando conocí el stand up pude estar más segura. Ahí como que me enamoré y pensé: “Me entretengo y más encima puedo opinar”.

¿Cómo llegaste al “Cabra chica gritona”?
– He llegado a todas partes por casting. No fui a un colegio influyente y, como todos quienes salieron de ese colegio y de muchos otros comunes de este país, llegué por casting y supongo que por un poco de talento, suerte e intuición.

¿Crees que hubo una especie de antes y después tras hacer “Cabra chica gritona”?
– Puede ser, pero no soy tan romántica para ver la vida. Fluyo no más. Después del “Cabra chica gritona” pasaron unos meses y recibí el llamado de José Miguel Villouta diciéndome que yo tenía que aprender a hacer stand up. Me dijo que le daba la sensación de que yo podía hacerlo bien. Nos juntamos y me acuerdo que improvisé frente a una cámara…él debe tener eso y debe ser horrible. Después me llamaron para un casting de “El club de la comedia”.

Antes de la invitación de Villouta ¿Tenías algún acercamiento con el stand up?
– No, nada. Esto es culpa de José Miguel Villouta. Para mí el José, en muchos términos, es muy inspirador. Él va como diez años más adelantado que todos nosotros en hartas cosas. Cuando me hizo esa invitación, empecé paralelamente a hacer “El club de la comedia”, entonces me tenía que apurar. Me acuerdo que las primeras veces que me presenté en vivo fue con él y lo teloneaba como cinco minutos para foguearme. Yo no tenía experiencia y eso me servía para llegar un poquito más preparada a grabar los monólogos del Club.

¿Cómo calificarías la experiencia de haber estado en “El club de la comedia”?
– Fue maravilloso porque pude trabajar y descubrir el stand up, y fue atroz por todo lo que ya se sabe. Tuvo esas dos cosas, como cualquier experiencia en la vida, sobre todo relacionada con pega, donde la gente está aprendiendo a vivir y a sobrevivir.

Se habló mucho del machismo que existía dentro de “El club de la comedia ¿En qué situaciones se daba más?
– En todo. La gente que es machista lo es en todo tipo de cosas y en todo su actuar. Lo llena todo.

¿Crees que el programa no valoró a las mujeres que hacían humor?
– No sé cómo habrá sido la experiencia de las que vinieron, pero a nosotras (con Nathalie Nicloux) nunca valoraron lo que hacíamos, aunque nos fuera bien.

¿Hubo oportunidad para hablar del tema con tus compañeros?
– Después de un rato ya no daban ni ganas de hablar.

FESTIVAL DE VIÑA

natalia - valdebenito a1 2

A lo largo de tu carrera ¿Tuviste alguna vez como meta ir al Festival de Viña?
– Se dio absolutamente en el camino. Nunca pensé en el Festival de Viña, nunca estuvo en mis planes ni sueños. La idea se tuvo que apoderar de mí. Conozco el festival como todos, crecí con la cuestión al lado pero no como artista. Había ido como invitada y ahora voy a trabajar. No soy muy romántica entonces no tenía esa hueá de “ay, qué emoción”. En lo absoluto.

¿Y cómo fue el momento en que te propusieron ir a Viña?
– Fue hace ene rato, iniciando el 2015. Tuve todo el año para pensarlo. Depende de muchos factores decir que sí a una propuesta como esta, hay que negociar primero. También hay que pensar el tiempo que implica y si tienes o no ese tiempo.

Para mí era súper importante que esto no empañara los planes que tenía para el año. Como me lo propusieron tan adelantado les pregunté si esto me iba a impedir seguir trabajando. Me daba susto que tuviera que trabajar todo el año para esto porque ya tenía muchos planes en mi cabeza para hacer.

¿Por qué decidiste aceptar finalmente?
– Por las ganas de pasarlo bien. Lo veo como una oportunidad entretenida.

¿No te asusta lo que podría pasar en Viña? Ese “todo o nada” que se juegan los humoristas a veces…
– No, yo creo que uno todo el día se juega el todo o nada. Tengo que seguir comiendo, seguir trabajando y si llega a pasar algo malo me lo bancaré como cualquier persona en este planeta. Por supuesto que es importante, pero no le veo gravedad. Mucho morbo. Yo me lo tomo más relajada, a mí me gusta trabajar. Pienso en la pega, no en toda la cochiná que hay alrededor.

¿Cómo te estás preparando para la rutina que harás en el festival?
En solitario como siempre, yo trabajo sola. El proceso ha sido entretenido, me gusta la pega de escribir, de darle vuelta a los temas, ver la mejor manera de plantearlos y armar un relato entretenido y bonito. Disfruto mucho de mi pega, ha sido liviano y entretenido.

Si me dan ganas de trabajar a las cuatro de la mañana lo voy a hacer, soy bastante rigurosa, pero no por eso latera ni rutinaria. Hoy probablemente trabajaré en la noche y mañana temprano. El otro día escuché que el éxito era la posibilidad de elegir qué hacer, yo me siento exitosa porque puedo elegir qué hacer y a qué hora trabajar.

¿Tienes algunas influencias, nacionales o extranjeras, al momento de escribir tus monólogos?
– No, para nada. Admiro mucho el trabajo de harta gente y me encanta verlo como espectador, disfrutar y reírme, pero no busco referentes. Me parece fome replicar el trabajo de otra persona, me gusta admirarlo, pero al momento de trabajar me enfoco en lo que quiero transmitir, no en cómo lo haría otro. Creo que por eso ha funcionado mi pega, porque no se parece a la de nadie. Esa es mi búsqueda, el estilo propio.

Dentro de esa misma búsqueda ¿Cómo definirías tu estilo?
– Estilo libre, como el nado. Tengo la sensación de que hablan ene pero poco se conoce de mi trabajo. Todos se quedaron con la idea de lo que hacía en “El club de la comedia”, que me parece que está súper bien, pero han pasado seis años de eso y hay un cambio, un crecimiento supongo… tampoco quiero ponerle tanto color.

Las cosas van cambiando, van moldeándose a los tiempos, a la contingencia, a mi edad, a las experiencias personales y a lo que escucho, entonces lógicamente la idea que se tiene de mi trabajo, si es que no se ha visto el actual, es súper superficial, porque la tele generalmente es así, no te deja profundizar tanto y, con el tiempo, lo que he hecho es hablar de hartos temas más que el hombre, la mujer o ciertos políticos.

¿Significa algo para tí ser la única humorista mujer que se presentará en Viña?
– Puta, lamentablemente siempre me pasa que soy la única mujer en hartas cosas. En Costa Rica, en un festival de comedia, también fui la única mujer en un grupo de como 10 hombres y ahora cuando viajé a EE.UU también era la única mujer. En general es así, pero me encantaría que fuera al revés. Yo quiero un festival donde hayan cuatro comediantes mujeres y un hombre que sea gay, esa sería mi propuesta para el próximo festival.

¿Sigues trabajando en tu rutina para el festival?
– Sí, siempre se afinan detalles. Además como yo soy la que escribo, tengo toda la información en la cabeza. Me gusta tener todo súper claro antes de entrar al escenario.

CAMPO MINADO

¿Cómo se dio tu despido del programa “Campo Minado” de Vía X?
– Me acuerdo que siempre hice el programa como quise. Nunca hice mucho caso y supongo que eso es lo que me llevó a salir de ahí, porque me echaron. Nunca obedecí y si me invitan a dar mi opinión, voy a hacer lo que yo quiera y no seré el parlante de las ideas de otro. Mi trabajo no va por ahí. Elijo incluso quedarme sin pega.

Lo pasé la raja, súper bien, y creo que fue precisamente porque fui desobediente y porque porfiaba con dos cosas: la que tiene que ver con lo ideológico, porque si me decían que no hablara de la UDI, por supuesto que me negaba, y por otro lado porque me gustaba improvisar ordenadamente, con criterio de televisión, lógica y remate. Un ejercicio mucho más complicado de lo que se puede pensar. La gente siempre quiere estructurar todo. La tele es igual, las minas se visten igual, todos opinan parecido y todos se asustan un poco. La propuesta (del programa) fue que yo podía dejar la cagá, pero resulta que se asustaron.

¿Te sientes atraída al humor político?
Me siento atraída a lo que me nace. Lo de las etiquetas no va conmigo, entonces puede ser que hoy hable de esto y mañana no. Para mí nada es para siempre, me gusta más pensar que todo va cambiando a los tiempos, como Internet. Siempre tratando de renovarse y no quedarse pegado en ciertas cosas, encuentro que eso es más peligroso.

En ese sentido ¿Qué opinas de nuestra cultura como chilenos?
Creo que a las personas en general, y no me quiero excluir porque encuentro que sería súper irresponsable porque uno es igual de chileno que los demás, nos preocupa mucho lo que piense el resto de lo que uno hace. Hay una suerte de egocentrismo chileno con cuática y la verdad es que nadie se preocupa tanto del resto. Uno debería ser mucho más libre. Eso de vivir preocupados del qué dirán es súper peligroso, porque te llena de prejuicios. Si pelo en este minuto a una cabra que tiene una falda súper corta, me niego la posibilidad de en algún momento ponerme una falda súper corta.

¿Cómo ha sido lidiar con el machismo que muchas veces existe en esta industria?
Hay que pelearla todos los días… desde cómo te vistes para una foto hasta exigir libertad y respeto en todas partes donde uno se para. No es tan fácil, tienes que estar todo el rato diciendo “eso no lo hago”, “no, eso no”, pero me doy la pega todos los días, porque siento que es súper necesario. No voy a bajar los brazos.

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