Mario Waissbluth reaparece para barrer el piso con Piñera: “su frescura, para variar, no tiene límites”

Después de los duros comentarios que escribió en Facebook bajo el rótulo “NAQUINTRALIA COMPAGNON” a fines de enero, el fundador de Educación 2020, Mario Waissbluth, reaparece en la misma red social para enjuiciar el “mi familia no me falló” que el expresidente Sebastián Piñera pronunció en entrevista con la revista Capital.

“Aludiendo al caso Caval, Piñera recién declaró “Mi familia no me falló”. Tiene razón. No hay ni creo que se lleguen a conocer casos, pues su familia es, hasta donde lo sé, impecable, excepto por un cierto pariente síndico”, escribe el ingeniero, quien luego se lanza a acusar que el exmandatario “omitió decir que su íntimo miembro del círculo de hierro, Choclo Délano, le falló majestuosamente, que su ministro Golborne dejó la embarrada, que su MINVU también, y que su propio tejado de vidrio es altamente quebradizo: el Banco de Talca, su fideicomiso “tuerto”, sus contratos forward con Penta, sus empresas con facturas a SQM, el pago de bonos a sus ejecutivos de Chilevisión por empresas que donaron a su campaña del 2009, las manipulaciones de la información censal, los anuncios grandilocuentes y mentirosos, y tantas más que ya no me acuerdo”.

Waissbluth también saca al ruedo el caso de Pablo Longueira y sus conversaciones secretas con el ex gerente de SQM, Patricio Contesse.

Con todo, el experto en educación sostiene que a Piñera “el aceite hirviendo le resbala, como a esas sartenes recubiertas de teflón”.

“Camilo Escalona alguna vez lo dijo con claridad meridiana: “Si se eligió a un especulador como Presidente, es porque la ideología del dinero fácil tiene raíces fuertes en Chile”, recuerda.

Para cerrar su crítica al ex Jefe de Estado, plantea que”.

“De corazón les digo. Si queremos iniciar un rescate ético, para recuperar la confianza en Chile, lo peor que nos podría ocurrir es la reelección de Piñera. No se trata de que sea miembro de una coalición u otra, ni por sus ideas políticas. Se trata de que la señal ética sería fatal, por más legislaciones de transparencia que se adopten. Piñera siempre vivirá con su vicio irredento de especular financiera y políticamente, de ir constantemente transitando por la difusa frontera entre lo correcto y lo incorrecto, estirando el elástico al máximo. Hago votos porque su coalición escoja un candidato presidencial un poco más transparente. Chile, por sobre todo, necesitará de un nuevo Presidente(a) impecable, del color que sea”.