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Poder

3 de Abril de 2016

Los Vial Valenzuela: la numerosa familia que se opone al aborto

Son 15 hermanos y tienen el récord de fertilidad entre todas las familias Vial que existen en el país. Es decir, no hay otros ‘viales’ que sean más numerosos que ellos. Hace algunas décadas, fueron invitados de estelares de televisión y hace una semana reaparecieron en un video en medio de la marcha provida, que se viralizó y en pocas horas logró 200 mil visitas. ¿Quiénes son los Vial Valenzuela? ¿Qué inspira su cruzada contra el aborto? Acá, su historia.

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Tomás Vial no quiere hablar. A regañadientes cuenta algunos detalles de su vida, pero luego recuerda que no debe decir nada. Tiene 30 años, es dueño de un taller mecánico, y hace algunos días era un personaje desconocido para la mayoría de las personas. El 21 de marzo pasado, sin embargo, una cámara del canal de Youtube Frente Fracasados lo grabó en la marcha del ‘Día del niño que está por nacer’, afuera de La Moneda. Lo que dijo allí, 27 palabras en diez segundos, bastaron para que al día siguiente su apellido se viralizara en las redes sociales. En la imagen, Vial presentaba a su particular familia de 15 hermanos, todos en contra del aborto: “Vial, Vial, Vial, Vial, Vial, y Vial…”, repetía. La red comenzó rápidamente a llenarse de burlas sobre el prolífero clan. En un día, el video logró 200 mil visitas: “un Vial te embaraza con la mirada”, escribió alguien en Twitter.

Luego de ser trending topic, Tomás Vial explicó algunas cosas más sobre su familia en una nota que le hicieron en Chilevisión. Hizo sus descargos contra el periodista que lo grabó y no quiso seguir dándole vueltas al tema. Dice que no vale la pena hacerlo, que lo importante es que para los Vial, estar en contra del aborto es una convicción: “Ojalá hablen bien de la familia. La gente quiere tener hijos y ser feliz”, dijo a The Clinic en un escueto mensaje.

LOS VIAL
La historia de la familia Vial en Chile da para un libro. De hecho, lo hay. En 1960, Raúl Díaz Vial, destacado genealogista de la época, reconstruyó el árbol del clan bajo el título: “El linaje de los Vial: sucesión y vinculaciones”. Allí se cuenta que son originarios de Francia, que luego migraron a España, y que en el siglo XVIII, los nietos del primer Vial que llegó a Bilbao, cruzaron hasta Chile. Acá se multiplicaron como conejos y luego tuvieron sus diferencias. En los inicios de la Guerra de la Independencia, la familia se dividió entre realistas y patriotas. Mientras los Vial leales a España se radicaron en la zona de Linares, los otros lo hicieron en Concepción. De esta última rama, la de los patriotas, proviene Tomás.

Por razones lógicas, su nombre no está incluido en el libro de la familia. Ni él, ni sus hermanos, habían nacido para cuando la publicación vio la luz en la década de los 60. Sí estaban su bisabuelo Fernando Vial Prieto, que tuvo diez hijos, y su abuelo Alberto Vial Armstrong, que tuvo seis, entre ellos Alberto Agustín de los Dolores Vial Eguiguren, quién se casó con Carmen Valenzuela, el padre y la madre de Tomás. Si alguien decidiera actualizar aquella biblia familiar, diría que Vial Armstrong es el Vial con más nietos, con 59, y Vial Eguiguren, el con más hijos, con 15. Le siguen sus hermanas Elisa y Carolina, con 12 cada una.

En la familia de Tomás son ocho mujeres y sietes hombres, ocho de ellos nacidos de cuatro pares de gemelos. A medida que fueron creciendo en número, a los Vial Valenzuela sus hijos les trajeron fama. Durante un tiempo, se convirtieron en los invitados excéntricos de varios programas de televisión, entre ellos el estelar Viva el lunes. Llamaban la atención, les preguntaban por su rutina diaria y por cómo lo hacían con el colegio. Por suerte para ellos, los Vial tenían su propio colegio, el Francisco de Asís de Las Condes, que fue fundado por su abuelo, Alberto Vial Armstrong en 1983, y que luego de su muerte comenzó a ser regentado por el papá de Tomás, quien hoy se ha convertido en un férreo detractor de la reforma educacional que impulsa el gobierno.

Tomás ha subido a un canal de Youtube varios videos con fotos del colegio y discursos que su abuelo daba ante los estudiantes, homenajes que dan cuenta de la educación que recibieron: “La Iglesia reconoce dos vocaciones, dos llamados a la santidad: el matrimonio y la virginidad. De manera que el colegio, más que estar preparando para no sé qué imbecilidad, está preparando niños que van a ser llamados a la virginidad o al matrimonio”, dice Vial Armstrong en un compilado en el que se recuerda su 14 aniversario de fallecido.
Allí mismo, da también su opinión respecto a la liviandad con la que las leyes tratan de aliviar el sufrimiento humano, sentimiento que el fundador del colegio creía necesario de soportar para la construcción de las personas: “(Hoy) el matrimonio no es más que entenderse bien, no tener roces, no tener conflictos, porque no se puede sufrir. ¿Cómo vas a sufrir en el matrimonio? Aquí hay que separarse, hay que juntarse con otra, y si vuelves a sufrir te vuelves a separar, ojalá en una ley de divorcio, ojalá con una ley de aborto que no me esté obligando a tener que aguantar a los chiquillos en la guata hasta el día que nazcan (…) Todas leyes para que no se pueda sufrir, porque no hay una enseñanza para el sufrimiento. Alguien dirá, ‘bueno usted es un masoquista, quiere que todo el mundo sufra’. No, yo quiero hacer ver que para ser alguien en la vida hay que encontrarse con lo que no soy, hay que sufrir”, decía.
Ese fue el entorno en el que los Vial Valenzuela crecieron.

EL ABORTO

A pesar de que la familia está en contra del aborto en todas sus variantes, quizás lo que más los sensibiliza es la causal de inviabilidad fetal. Hablan con propiedad. En mayo del año pasado, Bernardita Vial, una de las hijas de la familia, fue madre por tercera ocasión, pero esta vez de una guagua anencefálica. A comienzos de su embarazo supo que su hijo no viviría mucho tiempo fuera del útero, pero eso no fue motivo para interrumpirlo. Al contrario, decidió cargar con él nueve meses. Estuvo vivo apenas 40 minutos y lo bautizó como José de la Virgen de la Alta Gracia. Honró así las enseñanzas de su abuelo.

-Hace dos semanas tenía otra mirada sobre este sufrimiento. No le veía muchos sentido a esta espera dolorosa, pero ese sufrimiento maduró, y ahora lo veo desde el punto de vista de la vida. Yo creo que como madre asimilé a este hijo -dijo en una entrevista que le hicieron en CNN cuando tenía 25 semanas de embarazo.

Agregó que en circunstancias como estas, las mujeres optan por el aborto precisamente porque al principio no sienten que el feto sea su hijo, justo lo que le pasó a ella.

-Me da impotencia que se saque una ley que deje la puerta abierta a mujeres que no estamos en nuestro juicio para tomar una decisión tan fuerte sobre la vida de otros… Me gustaría pensar que las madres que deciden abortar todavía no han asimilado ese hijo y por eso lo hacen. Me cuesta pensar que una madre prefiera su salud mental, antes que permitir que su hijo cumpla el curso natural de la vida, que en este caso sería nacer y morir -aseguró.

Bernardita decidió ocupar su testimonio para dar la pelea en contra de la ley de aborto. Dio otras entrevistas y mandó una carta al diario El Mercurio, que se viralizó rápidamente en las redes sociales provida: “Invito a la Sra. Bachelet a hacer conciencia de que despenalizar el aborto, nos estaría impulsando a miles de madres a tomar una decisión de vida o muerte en un minuto en que nuestras cabezas se encuentran viajando por otro planeta. Y cuando volvamos, ya habremos abortado”, decía el escrito, que incluso llegó a oídos del Papa Francisco. Cuando el 13 de mayo del año pasado Bernardita enterraba a su hijo, él mismo le hizo llegar una nota para apoyarla: “Me conmueve y me hace bien su amor de madre y su coherencia de vida… pediré por usted y por su familia, así como también por los que comparten el compromiso cristiano en favor de la vida, en cualquier circunstancia en la que se encuentre”, le escribió.

Los Vial Valenzuela son de los que creen que el caso de Bernardita es una prueba de que se puede salir adelante de estas situaciones sin abortar. Se han vuelto inflexibles en sus convicciones. Hace algunos días, antes incluso de que los hermanos Vial llegaran a La Moneda, su padre había escrito una carta en el diario La Tercera donde hacía una extraña comparación entre la campaña antitabaco –que ahora incluirá una imagen de una mujer embarazada en las cajetillas bajo el lema ‘si fumas intoxicas a tu hijo’- y el aborto. Decía que si las autoridades de salud querían evitar que las embarazadas fumaran era porque creían que dentro de ellas había un niño en formación: “Es contradictorio que el mismo ministerio promocione también la eliminación de niños potencialmente defectuosos, que sean hijos de personas indeseables (por ejemplo un violador o cónyuge abusador), o que puedan provocar sufrimiento a la madre”, decía.

Los Vial Valenzuela siguen adelante con su cruzada.

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