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19 de Abril de 2016

Las recordadas frases de Aylwin sobre Pinochet y Allende

El fallecido expresidente Patricio Aylwin fue adversario político del ex jefe de Estado, Salvador Allende, y del dictador Augusto Pinochet, en dos de los periodo más sensibles de la historia reciente de Chile. Acá algunas histórica frases que algunas pronunció sobre ambos, recogidas en el diario La Tercera. Sobre Allende -“El gobierno de Allende había […]

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patricio aylwin

El fallecido expresidente Patricio Aylwin fue adversario político del ex jefe de Estado, Salvador Allende, y del dictador Augusto Pinochet, en dos de los periodo más sensibles de la historia reciente de Chile.

Acá algunas histórica frases que algunas pronunció sobre ambos, recogidas en el diario La Tercera.

Sobre Allende

-“El gobierno de Allende había agotado, en el mayor fracaso, la ‘vía chilena hacia el socialismo’, y se aprestaba a consumar un autogolpe para instaurar por la fuerza la dictadura Comunista”, dijo en una declaración después del golpe.

-“Hasta la última quincena conversamos con el Presidente Allende y su gobierno, en busca de las rectificaciones indispensables para salvar a Chile del quiebre institucional y del desastre económico. Nuestros esfuerzos no encontraron acogida seria y su fracaso condujo a la intervención militar, que las Fuerzas Armadas y Carabineros no buscaban y que contradecía todas sus tradiciones”, cerró en esa misma oportunidad.

El 27 de mayo de 2012, en el diario El País, Aylwin dijo que “Allende terminó demostrando que no fue buen político, porque si hubiera sido buen político no habría pasado lo que le pasó (…) hizo un mal gobierno, que cayó por las debilidades de él y su gente”.

Sobre Pinochet y la Dictadura

-“Nuestra democracia es imperfecta, porque aún subsisten algunas de las limitaciones que dejó establecidas el autoritarismo. El mundo supo con horror de las gravísimas y masivas violaciones a los Derechos Humanos que se cometieron. Más de 3 mil personas fueron asesinadas o desaparecieron. Decenas de miles salieron al exilio, sufrieron prisión o fueron víctimas de arbitrariedades. Miles perdieron su trabajo entre ellos muchísimos profesores universitarios. Fue la peor tragedia de la historia de Chile”, dijo en 1994 en una discurso en la tradicional Universidad de la Sorbonne, en París,  Francia.

-“Lo que dije es que la mayor tragedia de Chile fueron las violaciones a los Derechos Humanos cometidos durante el gobierno militar, y eso lo mantengo”, afirmó en el país ese mismo año.

– “Tal vez la permanencia de Pinochet ha ayudado a la estabilidad del proceso” de transición democrática”, dijo a El País en 1994.

-“Yo lo que he dicho y sigo creyendo es que Pinochet no intentó cogobernar desde que yo asumí la Presidencia. Me dijo: ‘Yo como militar sé mandar y obedecer. Ahora usted es el Presidente y yo le obedezco a usted. Tuvimos desacuerdos, naturalmente, pero en definitiva, nunca pretendió intervenir en la orientación de la política de mi gobierno, nunca desobedeció. La imagen del general Pinochet con la que salí de la Presidencia, de su conducta durante mi gobierno, no es la que pude temer cuando asumí el cargo”, argumentó.

-“Es una personalidad bastante más compleja de lo que la gente cree y no es una figura que se pueda definir, simplemente, como en blanco y negro; tiene sus haberes y sus deberes”, dijo sobre Pinochet en 1995.

-El 30 de marzo de 1997, en una entrevista al diario Excelsior de México, afirmó que “todos tuvimos la culpa, todos tenemos responsabilidades a partir de lo ocurrido en 1973. ¡Es que tuvimos una visión errónea de lo que eran los militares chilenos! (…) en esa época yo actué honradamente y de acuerdo a mi conciencia, pero reconozco que me equivoqué medio a medio. Siento mía la tragedia ocurrida en Chile, pero combatí con fiereza la dictadura y, así como me equivoqué yo, nos equivocamos muchos (…) quien dirige un gobierno con poderes omnímodos, en el que se cometen crímenes, hasta los más despreciables, como ocurrió con Pinochet, no podría evitar que su responsabilidad sea dilucidada no sólo ante los tribunales, sino necesariamente ante la historia”.

 

-“Nosotros admitíamos que, lamentablemente, cierto periodo de la dictadura era necesario, pero pensábamos que debía ser lo más breve posible; dos, tres o cinco años”, redactó Aylwin en su libro “El reencuentro de los demócratas”.

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