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Poder

2 de Mayo de 2016

Büchi ocupa El Mercurio para defenderse y reiterar por qué se va del país: “Chile es hoy más incierto y hostil para vivir”

"La prioridad del progreso ha sido abandonada y las propuestas del Gobierno de productividad e innovación son insuficientes. La inseguridad ciudadana producto de la delincuencia en las ciudades y los violentos atentados que están ocurriendo en zonas cada vez más amplias en el sur del país hacen que las personas y la propiedad estén indefensas. Por otra parte, cuando las instituciones se debilitan, el poder político tiende a reinar más allá de sus límites, y muchas veces en contra de criterios mínimos de sentido común; por ejemplo, las nuevas interpretaciones administrativas como las del Servicio de Impuestos Internos estableciendo nuevas implicancias penales e incluso aplicándolas retroactivamente. En otros casos se llegan a establecer nuevos criterios judiciales que cambian lo que se había normado sin respetar la doctrina del precedente y sin que medien modificaciones legales".

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buchi

Después de la repercusión que generaron sus palabras en entrevista con revista Capital, anunciando que se iba de Chile por “la incerteza jurídica” que reina en estos momentos, el exministro de Pinochet, Hernán Büchi, se defendió ante los cuestionamientos, y volvió a argumentar por qué razones se quedará en Suiza.

“Es muy meritorio que el ex Presidente Aylwin haya actuado con la prudencia necesaria para comprender que debía basarse sobre lo construido y no destruirlo. Con ello permitió que trabajadores y emprendedores crearan una prosperidad que benefició a todos y que era totalmente impensable pocos años antes”, escribe a modo de introducción en la columna que publica El Mercurio.

Luego sostiene que “con el devenir de los años me he limitado a opinar sobre temas que son técnicos o dedicados a políticas públicas, como cualquier ciudadano interesado en su país. He dejado siempre claro que no he buscado liderazgo ni cargo político, pero en el país es difícil dejar de ser una persona pública. Por lo mismo, a veces he suscitado interés periodístico y ante ello he debido responder”.

Eso es lo que dice “acaba de ocurrir frente a mi decisión de residir fuera, lo que no obsta a mantener vigente mi preocupación por Chile, pero sí centrar mis intereses y tiempo mayoritariamente fuera de él. Es cierto que en esta decisión pesa lo que ocurre acá, pero en ello también influye mi historia y realidad personal”.

“Estimo que el país se alejó del espíritu amplio, constructivo y realista por el que se optó a principios de los años 90 y al que creo haber colaborado en hacer posible. Por esto me duele Chile. Desde el punto de vista de un ciudadano que debe proyectarse hacia el futuro y, en particular, de alguien que valora la libertad y que desea cumplir las leyes y normas, Chile es hoy más incierto y hostil para vivir”, afirma.

Posteriormente, enumera lo que él cree son los males que hoy atraviesan a esta nación.

“La prioridad del progreso ha sido abandonada y las propuestas del Gobierno de productividad e innovación son insuficientes. La inseguridad ciudadana producto de la delincuencia en las ciudades y los violentos atentados que están ocurriendo en zonas cada vez más amplias en el sur del país hacen que las personas y la propiedad estén indefensas. Por otra parte, cuando las instituciones se debilitan, el poder político tiende a reinar más allá de sus límites, y muchas veces en contra de criterios mínimos de sentido común; por ejemplo, las nuevas interpretaciones administrativas como las del Servicio de Impuestos Internos estableciendo nuevas implicancias penales e incluso aplicándolas retroactivamente. En otros casos se llegan a establecer nuevos criterios judiciales que cambian lo que se había normado sin respetar la doctrina del precedente y sin que medien modificaciones legales”.

También se da tiempo para criticar los cambios que se le quieren hacer a la Constitución.

“Hoy su espíritu y letra están nuevamente en entredicho, y no porque se hayan presentado propuestas concretas siguiendo las normas por las que se la puede modificar, sino a partir de un proceso con claras reminiscencias totalitarias”.

“Es cierto que en democracia si se tiene los votos -y se actúa dentro de la Constitución-, el Gobierno puede aplicar la retroexcavadora en las políticas que se desee. Pero lo que no puede hacer es pretender que además los ciudadanos sigan actuando como si nada pasara (…) Después de tantos años, no imaginé ni busqué que una decisión personal tuviera que ser objeto de una explicación pública. Las circunstancias lo han hecho necesario”.

La entrevista donde Büchi cuenta por qué se va de Chile: “me siento incómodo” – The Clinic Online

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