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Nacional

11 de Mayo de 2016

La columna que barre con Karen Doggenweiler por el impasse del tapa boca a una chilota

"Doggenweiler dejó que la mujer mostrara su tristeza y sus miserias humanas, sin embargo, no le dio espacio para que se expresara como ser político. Es decir: servían sus penas y sus historias para que fueran dramatizadas por la línea editorial del programa matinal, pero querían evitar que diera cualquier opinión", dice el columnista.

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Karen YT

“Karen Doggenweiler y la despolitización de las protestas en Chiloé” se titula la columna que Francisco Méndez escribe para El Dínamo, en donde analiza el polémico actuar de la periodista y conductora de “Buenos días a todos”, quien por medio de un abrazo y un tapa boca cortó a una chilota que contaba su drama y comenzaba a hablar mal de la Presidenta Michelle Bachelet.

“Doggenweiler dejó que la mujer mostrara su tristeza y sus miserias humanas, sin embargo, no le dio espacio para que se expresara como ser político. Es decir: servían sus penas y sus historias para que fueran dramatizadas por la línea editorial del programa matinal, pero querían evitar que diera cualquier opinión”, dice el columnista.

“Era preferible tener a una mujer humilde llorando que haciéndose cargo de su demanda”, agrega el escrito, en donde se dice además que la escena recordó la escuela de Don Francisco, “esa en donde es necesario tratar al trabajador como sujeto desvalido antes que como un ciudadano consciente de su demanda y sus propósitos”.

Opina -también Méndez- que “es raro también que en un canal que se dice público las manifestaciones sean caricaturizadas como simples actos de pedir y no de expresar. Que sea más importante mostrar las carencias de las personas que las ideas que pretenden decir a viva voz”.

“La animadora podrá decirnos que es solo una empleada y claro que lo es. Y ahí está el problema de quienes trabajan en los medios-o por lo menos el de la eterna candidata a primera dama-: que marginan a sus ideas, cuando se presentan frente a una cámara, y se convierten simplemente en empleados. En Hermosillas y Quintanillas de un relato más que en verdaderos comunicadores de lo que sucede”, complementa.

“Karen Doggenweiler se olvidó de sus ideas para así cumplir con lo que le pide una maña cultural de los periodistas televisivos: castrar todo contenido que pueda parecer peligroso”, resume el columnista.

“Hacer un Doggenweiler”: Twitter revienta en tallas con el “tapa boca” de la animadora a una chilota – The Clinic Online

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