Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Uncategorized

9 de Junio de 2016

Berríos tras ataque a iglesia: “Que estos jóvenes privilegiados se vuelvan a tomar la calle, destruyendo cosas, es una mala señal”

Luego del saqueo a la Iglesia de la Gratitud Nacional, el sacerdote jesuita Felipe Berríos reaccionó con profunda molestia con encapuchados y estudiantes. Lo hizo a través de una entrevista con La Tercera donde aseguró "que el movimiento estudiantil tuvo un rol importante y fue apoyado por la sociedad, pero siento que ahora pocos entienden el esfuerzo que ha hecho el país, en materia tributaria y en otras reformas muy importantes para ellos. Todo eso no va a los ancianos, ni a los niños sin jardín infantil, ni a los enfermos terminales sin acceso a medicamentos. En Chile hay un millón de analfabetos. Y que estos jóvenes privilegiados se vuelvan a tomar la calle, con el final que ya todos conocemos, en el que se destruyen cosas, es una mala señal".

Por

Felipe Berríos YT

El sacerdote jesuíta Felipe Berríos criticó duramente a los encapuchados y a los estudiantes universitarios que este jueves marcharon por diversas ciudades de Santiago.

Berríos, a partir del saqueo a la Iglesia de la Gratitud Nacional, sostuvo que “esos muchachos que vimos en las imágenes, destruyéndolo todo, no sólo muestran poca imaginación para protestar, sino también que son hijos del mercado. No tienen ningún respeto por el resto de la gente y actúan de forma agresiva si no se les da todo lo que piden. Son jóvenes mimados por el consumo y ahora todos tenemos que soportar sus rabietas”.

En entrevista con La Tercera, el jesuita agregó que le parece “que el movimiento estudiantil tuvo un rol importante y fue apoyado por la sociedad, pero siento que ahora pocos entienden el esfuerzo que ha hecho el país, en materia tributaria y en otras reformas muy importantes para ellos. Todo eso no va a los ancianos, ni a los niños sin jardín infantil, ni a los enfermos terminales sin acceso a medicamentos. En Chile hay un millón de analfabetos. Y que estos jóvenes privilegiados se vuelvan a tomar la calle, con el final que ya todos conocemos, en el que se destruyen cosas, es una mala señal. Uno podrá decir que son encapuchados, que son pocos, pero quienes marchan están allí, al lado. De afuera yo lo veo como la muestra de una cultura completa enmarcada en el enemigo, en ver al otro como un competidor, con una actitud de mercado, en la que si no me satisfacen, lo destruyo”.

“Me duele ver a jóvenes que, escondidos en una capucha, sólo destruyen. Su violencia no se detiene ni ante la imagen de un Cristo, mostrando su intolerancia e ignorancia ante todo lo sagrado, cualquiera sea el credo que represente. Quiero dar mi apoyo a los padres de la Congregación Salesiana y a todo el pueblo creyente y sencillo, que ha sido violentado por tal brutalidad”, indicó.

Berríos, además, hizo hincapié en su labor en el campamento de La Chimba, en Antofagasta, donde reside. “Acompaño diariamente a pobladores de campamentos que hacen un esfuerzo enorme, todas las noches, para aprender a leer y escribir, por aprender un oficio. Por ellos, me indigna ver como la actual generación de jóvenes -que han sido en toda la historia de Chile los más privilegiados en estudios, alimentación y acceso a la tecnología- busca sólo saciar sus derechos, sin abogar por los de otros sectores más postergados. Me duele ver a una generación egoísta que no percibe que también tiene deberes”.

Notas relacionadas