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Mundo

10 de Julio de 2016

La increíble historia del cantante que la rompía en Sudáfrica mientras en su país nadie lo conocía

Mientras pasaba los días pateando la perra y trabajando como obrero de una construcción en Detroit, su música logró ingresar a Sudáfrica por medio del contrabando y hasta sus canciones fueron a parar a países como Australia, Nueva Zelanda o Zimbabue. Fue en Sudáfrica donde la rompió a tal punto de ser visto como un grande de la talla de Elvis Presley o los Rolling Stone.

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La historia del cantante Sixto Rodríguez (73), más conocido simplemente como “Rodríguez”, es bastante peculiar e increíble. Mientras día a día luchaba por hacer carrera en Estados Unidos tocando de bar en bar sin éxito, en Sudáfrica triunfaba a tal punto de ser considerado un artista de culto.

El hombre de padres mexicanos se lanzó a la música con canciones que hablaban de política y la lucha social. Pese a que llegó a firmar con una pequeña productora llamada “Impact” y grabar en los años 70 un par de álbumes, jamás alcanzó ser reconocido y optó por renunciar a la música y dedicarse a trabajar como obrero en una construcción.

Mientras pasaba los días pateando la perra, su música logró ingresar a Sudáfrica por medio del contrabando y hasta sus canciones fueron a parar a países como Australia, Nueva Zelanda o Zimbabue. Fue en Sudáfrica donde la rompió a tal punto de ser visto como un grande de la talla de Elvis Presley o los Rolling Stone.

En medio del régimen sudáfricano donde no se permitía la emancipación, las letras con alto contenido social de Rodríguez que se esparcía entre la gente lo llevaron al éxito. Incluso muchos artistas sudafricanos se han inspirado en su talento para componer. Todo esto, claro, mientras trabajaba de obrero y no tenía idea del furor que alcanzaba fuera de su país.

En los 90 y luego de la liberación de Nelson Mandela, un par de fanáticos buscó a Rodríguez y lo convencieron de ir a Sudáfrica a lanzarse con un par de conciertos. Fue en ese minuto que notó lo que había logrado y viajó a realizar los shows tan esperados por la gente. Repletó distintos recintos mientras la masa coreaba todas sus canciones.

En 2007 fue a Australia con su gira Rodríguez Australian Tour 2007 y se animó de hecho a hacer su propia película llamada Looking for Jesus. Para los interesados en saber más, en Netflix está el documental “Searching for Sugar Man”.

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