El libro escrito por adolescentes del Sename que el director de Valparaíso intentó censurar

El 6 de julio, en el Centro de Internación Provisoria y de Régimen Cerrado de Limache, dependiente del Servicio Nacional de Menores (Sename), se iba a realizar el lanzamiento del libro “Cartas de Adentro”, que recopila 35 relatos de niños infractores de la ley que cumplían condena en el lugar en el año 2015, periodo en que se realizó el taller “Leer te lleva lejos”.

Esa jornada, los representantes de la fundación Centro Chileno Nórdico de Literatura Infantil “Libro Alegre”, que habían trabajado con los muchachos en la edición de los textos, llegaron al evento y constataron que éste se había suspendido la noche anterior por orden del Director Regional del Sename, Esteban Elortegui Gómez.

El personero, según fuentes informadas consultadas por The Clinic Online, estaba molesto por una sección del epistolario llamada “Protesta”, donde los jóvenes hablaban de las malas condiciones en que vivían y pedían tener acceso a una cancha de fútbol o a una visita íntima. El relato que generó mayor controversia se llama “Querida mayor” y dice: “Le hago esta carta para quejarme contra su sistema, un mal sistema que dan contra los menores. Su personal los trata muy mal, como animales, los golpean sin ningún motivo y derecho, le tiran la ropa a los desechos del baño, ¿qué piensan?”. La firma es del menor PO.

Tras la suspensión del acto, que ha impedido que los menores tengan un ejemplar de su trabajo, la Fundación realizó gestiones con la Seremi de Justicia, Paz Anastasiadis Le Roy, y su par de Justicia, Nélida Pozo Kudo que apoyaron la difusión de la obra.

Sin embargo, en una segunda reunión de coordinación para el lanzamiento el 14 de julio, se intentó, nuevamente, detener la circulación del libro que ya tenía 350 copias impresas.

En el acta de aquella reunión se lee: “Director del Centro indica que es necesario acceder a las cartas de los jóvenes para colocar la denuncia por los supuestos malos tratos de Gendarmería y las cartas de consentimiento de los jóvenes. La ONG Libro Alegre informa que sólo suministrarán la carta por orden judicial y que el lanzamiento del libro se va a realizar según información del Consejo de la Cultura”.

Al respecto, la Seremi de Cultura, Nélida Pozo, aseveró que “la posición nuestra es un sola. Nosotros apoyamos la libre circulación de textos literarios y este libro reúne relatos que pueden ser reales o ficticios, pero que constituye una forma de expresión de estos menores que debe ser respetada y por eso apoyamos en esto, junto con Justicia, a la ONG Libro Alegre, porque además este libro fue financiado con fondos estatales”.

Consultado por el tema Elortegui Gómez del Sename precisa que su petición fue “postergar” el lanzamiento dado que existía una denuncia que debía ser investigada, pero que no era su intención censurar. “La misión del Sename es resguardar los derechos de los menores y aquí se hablaba de una grave vulneración de esos derechos, porque esto no era ficción, eran cartas de los menores, entonces hay que cumplir un protocolo y para eso consideramos necesario suspender la actividad para realizar los procedimientos administrativos y judiciales correspondientes a la gravedad de los hechos. Nunca se intentó censurar ese libro”, plantea.

Fuentes de la ONG implicada y el presidente de la Asociación Nacional de Trabajadores del Sename de la zona, Jorge Borredá, sostienen lo contrario. La compilación de las cartas fue concebido como un ejercicio literario e impedir su circulación equivale a censurar, afirman.

“La explicación que da el director es falsa. Existen en el Sename instancias de denuncias. Esto era literatura. Aquí se quiso coartar la libertad de expresión porque el señor Elortegui no quiere generar ruido. Eso es todo”, recalca.

Borredá dio cuenta de esta situación el 11 de julio al entonces director nacional del Sename, Hugo Herrera, a través de un email. “Lamentablemente el último accionar de censurar la publicación y lanzamiento de un libro artístico cultural del CIP CRC aprobado por el Consejo Nacional de la Cultura y que solo cuenta historias (verídicas o ficticias, es arte), de nuestros jóvenes vulnera lo mas básico y que se encuentra reflejado en el articulo 7 de la carta de derechos del niño: ‘tienen derecho a decir lo que piensan y lo que sienten’, moleste a quien moleste, por eso esto no se soluciona con simplemente decidir publicar de todas formas, la censura está, y solo pensada en el bienestar de lo ‘políticamente correcto’ y nuestros NNA, ¿qué pasa con ellos?”, consigna el correo al que The Clinic Online tuvo acceso y que no recibió respuesta.

El martes 26 de julio, los antecedentes fueron entregados personalmente por Borredá a la ministra de Justicia, Javiera Blanco.

LA POLÉMICA
Cartas de Adentro contienen 35 “fragmentos de vidas adolescentes privadas de libertad”. El libro está dividido en 9 secciones. La que generó la polémica se llama “Protestas”.

En este capítulo, un escrito de GL llamado “Señor” detalla: “He tenido conducta intachable, asisto a clases, participo en todos los talleres que hay en este centro y nunca me he metido en ningún problema. Con mi pareja, necesitamos tener intimidad, como todas las parejas”.

Otro, titulado “Señor director” de MS pide “que me dé una respuesta del taller de mosaico porque todavía no me abren la cuenta RUT ni me llega ahí el pago por mi trabajo, le comunico esto porque necesito la platita pa’ que mi familia me venga a ver”.

El resto de los relatos, que The Clinic Online pudo revisar, contienen disculpas a la familia, narraciones de amor y de encierro.

En una de ellas, un niño de iniciales EN, le escribe a “Queridos taitas e Isis”. Pide perdón por “las cosas que les he hecho pasar cuando llegaban los pacos a buscarme a la casa y mis hermanas chicas veían todo lo que pasaba cuando me llevaban preso”.

Otra carta de CO está dirigida a sí mismo cuando era niño: “Pasas en la calle, te vas en volá fumando pasta. Trata de dejar el vicio…Te tendrías que cambiar, irte a vivir a otro lugar”.

El libro finaliza con una carta llamada “Millonarios” de FN. “Vivimos en un departamento que es tomado, no podemos pagar uno. Ustedes tuvieron suerte, a lo mejor uno trabajó y después otro nació y heredó de su papá, pudieron ir a buenas escuelas. Yo fui a una escuela mala, entera chica, con puros cabros como yo”, narra.

* Desde la Fundación no quisieron referirse oficialmente al tema y explicaron que siguen trabajando en otros proyectos con el Sename.