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Mundo

5 de Septiembre de 2016

Obama pone en duda reunión con presidente filipino tras ser tratado como “hijo de puta”

"Lo que he hecho es pedir a mi equipo que hable con la parte filipina para descubrir si se trata de un momento en el que podemos mantener conversaciones constructivas", detalló el presidente de Estados Unidos, en una rueda de prensa al término de la cumbre del G20 en Hangzhou (este de China).

Por

obama EFE

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, puso en duda si finalmente se reunirá en Laos con su homólogo filipino, Rodrigo Duterte, como estaba previsto, y aseguró que ha pedido a su equipo que analice si es el momento de mantener “conversaciones constructivas”.

“Lo que he hecho es pedir a mi equipo que hable con la parte filipina para descubrir si se trata de un momento en el que podemos mantener conversaciones constructivas”, subrayó hoy Obama en una rueda de prensa al término de la cumbre del G20 en Hangzhou (este de China).

Obama, que calificó a Duterte de “extravagante”, hacía estas declaraciones después de que el líder filipino advirtiera al presidente de EE.UU. para que, si se veían en Laos esta semana, no mencionara la cuestión de su controvertida campaña antidrogas, por la que han muerto más de 2.000 personas desde junio.

“Incluso si hay una reunión, es algo de lo que voy a hablar”, aseguró Obama.

Previo a la reunión, Duterte calificó a Obama como un “hijo de puta”, todo esto tras las críticas que ha recibido sobre la guerra contra el narcotráfico y su forma. “Usted debe ser respetuoso. No se limite a lanzar preguntas y declaraciones. Hijo de puta, te voy a maldecir en ese foro”, disparó el mandatario.

Sin querer cerrar del todo la puerta al encuentro, el dirigente estadounidense enfatizó que Filipinas, país con el que EE.UU. tiene un tratado de defensa y antiguos lazos bilaterales, “es nuestro aliado, nuestro amigo”.

Así, aunque admitió “el gran problema que las drogas suponen para Filipinas” y “lo duro que resulta combatirlo”, subrayó la necesidad de hacerlo “de una manera que cumpla con las normas internacionales básicas”.

“Lo cierto es que la forma en la que se gestiona el tráfico de drogas es seria para todos, y hay que hacerlo de la forma adecuada”, apuntó.

La guerra contra la droga comandada por Duterte ha recibido numerosas críticas de organizaciones como la ONU, tanto por la elevada cifra de muertos como por lo que consideran violaciones de derechos y libertades fundamentales.

De reunirse en Laos, donde ambos participarán en cumbres asiáticas, sería el primer encuentro entre Obama y el presidente de Filipinas, país al que por otro lado EE.UU. apoya en sus contenciosos con China por territorios del mar de China Meridional.

Obama, que ya ha puesto rumbo a Laos, acudirá a una cumbre entre EE.UU. y los diez países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) y a otra de naciones del Este Asiático en Laos, convirtiéndose en el primer presidente de Estados Unidos que visita ese país.

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